Las tramas negras y Espa?a
LA DETENCI?N en Caracas y el traslado a Italia de Stefano delle Chiaie permite abrigar la esperanza de que, por fin, van a salir, a la luz algunos de los misterios del terrorismo negro, que ha cometido cientos de atentados criminales en los ¨²ltimos 20 a?os, sobre todo en Italia, Francia y Espa?a. Seg¨²n diversos informes policiales, Delle Ch¨ªaie era el jefe principal de una especie de Internacional fascista, formada por italianos huidos de la justicia y por individuos de otras nacionalidades. Banda que dispon¨ªa de medios enormes, en Europa y Am¨¦rica Latina.La supuesta vinculaci¨®n con el narcotr¨¢fico explicar¨ªa las elevadas sumas de dinero que manejaba. Pero ?c¨®mo explicar las armas, los documentos falsos, las protecciones en muchos casos en que miembros de las tramas negras han sido descubiertos o ingluso detenidos? Obvio es que han gozado de apoyos y complicidadesdentro de los aparatos del Estado de varios pa¨ªses. Activista del neofa:scismo violento desde su juventud, Delle Chiaie estaba ligado a Lucio Gelli, el jefe de la logia P2, que serv¨ªa de puente entre algunos jefes de los servicios secretos italianos y el terrorismo fascista.
El caso de Espa?a merece un examen serio. La Espa?a de Franco- y la transici¨®n. no cort¨® esa situaci¨®n- fue un refugio y una base de operaciones para las tramas negras. Stefano delle Chiaie vino aqu¨ª en 1970, protegido por el pr¨ªncipe Borghese, jefe de un fracasado golpe contra la democracia italiana. Ten¨ªa relaciones estrechas con los ultras espa?oles y particip¨® en los actos de Montejurra de 1976, en los que murieron dos personas. El hecho pol¨ªticamente m¨¢s grave es que, seg¨²n datos de la justicia italiana, sectores de la polic¨ªa espa?ola le protegieron y le utilizaron en la guerra sucia contra ETIA.
Varios casos siguen oscuros: no se sabe c¨®mo el arma con la que fue asesinado el juez italiano Vittorio Oc¨¦orsio, en 1976, pas¨® de los dep¨®sitos de la polic¨ªa espa?ola a manos de Pier Luigi Concutelli, amigo de Delle Chiaie. Los jueces italianos, al indagar en 1984 las actividades criminales de sus ultras, llegaron a la convicci¨®n de que Delle Chiaile y sus amigos participaban en atentados contra ETA en Francia, en colaboraci¨®n con servicios secretos espa?oles, pero sus demandas de extradici¨®n no dieron resultado. Los mismos neofascistas reaparecen en 1985 en las investigaciones sobre el asesinato de Brouard.
Actualmente, Delle Chiaie est¨¢ acusado del crimen m¨¢s espantoso de los muchos llevados a cabo por las tramas negras: el atentado en la estaci¨®n de Bolonia en 1980, que caus¨® 85 muertos y m¨¢s de 200 heridos. Aunque la justicia le imputa otros atentados, la emoci¨®n causada por el horror de Bolonia no se ha apagado. En Espa?a, cuando Delle Chiaie resid¨ªa entre nosotros y colaboraba con los ultras, han tenido lugar asimismo terribles atentados fascistas. Impulsados, aqu¨ª lo mismo que en Italia, por un prop¨®sito pol¨ªtico de destrucci¨®n de la democracia. El principal peligro de este terrorismo dimana, de las complicidades que obtiene. Y a¨²n quedan por aclarar oscuridades que rodean las no muy lejanas relaciones de sectores de los servicios espa?oles con las tramas negras. Por eso, Espa?a est¨¢ interesada en que la justicia italiana lleve las indagaciones hasta el fondo.
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