Un corredor de fondo que se expone a la paz
El ministro de Asuntos Exteriores israel¨ª, Sim¨®n Peres, hasta hace unos meses jete del Gobierno laborista de su pais, es un corredor de interminables maratones pol¨ªticos.En la presente etapa de su carrera se encuentra envuelto en un acuerdo muy especial con el otro gran l¨ªder de Israel, Isaac Shamir. Mientras uno es primer ministro, el otro est¨¢ en Exteriores por per¨ªodos renovables de 25 meses, lo que no impide que la pol¨ªtica conjunta de los dos rivales sea b¨¢sicamente la misma: la de ganar tiempo entreteniendo con una mano -Peres- la espera de una posible conferencia de paz sobre Oriente Pr¨®ximo, mientras que con la otra -Shamir- se niega que semejante conferencia sea posible. El recuerdo del polic¨ªa bueno y el polic¨ªa malo parece tan evidente que hace dudar de tan nitida doblez.
Israel no tiene un Gobierno de coalici¨®n entre la derecha -Likud- Y la izquierda -laborismo-, sino un solo primer ministro de dos cabezas, Es la primera diarqu¨ªa de la historia contempor¨¢nca. Por eso Peres sigue haciendo en Exteriores la misma pol¨ªtica que hac¨ªa desde la presidencia del Gobierno: la de una oferta de paz al pueblo ¨¢rabe bien amueblada de cl¨¢usulas de reserva y astucias para el retracto. La pol¨ªtica israel¨ª ser¨¢ apa rentemente doble pero profundamente ¨²nica mientras no haya que elegir entre la guerra y la paz; hasta que la posibilidad de un verdadero acuerdo con el mundo ¨¢rabe obligue a renunciar a esa bicefalia. Nadie duda que enton ces s¨®lo las elecciones podr¨¢n determinar el camino a seguir.
?sta es la operaci¨®n m¨¢s anibiciosa del gran corredor de f¨®ndo. Fumador incansable, socialista de lo profundo del pelot¨®n, hombre de partido mucho m¨¢s que te¨®rico, Sim¨®n Peres, a los 64 a?os, sabe que tiene todav¨ªa por delante algunos a?os en los que transformar la paz por separado con Egipto en una paz general. Para ello no va a regalar nada, pero en la almoneda de la pol¨ªtica israel¨ª ha ido m¨¢s lejos que ninguno de sus antecesores. Su nombre, Peres, que alude a un ave rapaz del Negev, habr¨ªa de poner en guardia, sin embargo, a todo el que quiera hacer negocios con ¨¦l. Si no buitre, cuando menos gavil¨¢n s¨ª que lo es.
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