Cambios y Promesas
Mijail Gorbachov tiene mejores posibilidades de llevar a t¨¦rmino su reforma que Nikita Jruschov, al menos en la mayor parte de los desaf¨ªos que exige el intento, aseguran los autores. El actual l¨ªder del Kremlin tiene que cumplir cinco condiciones para realizar cambios duraderos y superar el per¨ªodo de Jruschov.
?Puede Gorbachov tener m¨¢s ¨¦xito que Jruschov en el doble sentido de realizar, no s¨®lo de prometer, unos cambios duraderos y superar el per¨ªodo de gobierno de Jruschov? Gorbachov tiene que cumplir cinco condiciones para ser m¨¢s que un mero episodio. El nuevo equipo tiene que encontrar apoyo financiero occidental para poder importar tecnolog¨ªa sofisticada. Tiene que derrotar a sus enemigos conservadores en el aparato sin que se produzcan agitaciones sociales graves (esto ¨²ltimo tendr¨ªa por consecuencia o la restauraci¨®n del breznevismo de un cierto tipo o bien desencadenar¨ªa una revoluci¨®n cultural sovi¨¦tica que no tiene precedentes en la historia de este pa¨ªs). El nuevo equipo tiene que gozar de un claro, aunque pasivo, apoyo popular mientras ejecuta su estrategia. Tiene que destruir varios tab¨²es que han existido desde hace medio siglo, pero tiene que mantener el del monopolio pol¨ªtico del partido. Finalmente, los j¨®venes turcos tienen que inventar e introducir nuevas estructuras sociales que mantengan vivos los resultados del impulso renovador dentro de canales institucionales.Gorbachov tiene mejores posibilidades que Jruschov en cuanto a las tres primeras condiciones previas.
Gorbachov, como Jruschov, apunta hacia una distensi¨®n, aunque para ellos esto no significa la renuncia al expansionismo, sino tan s¨®lo pide m¨¦todos diferentes con menos confrontaci¨®n abierta. Una vez pasado el per¨ªodo de Reagan, o tal vez en la ¨²ltima fase de su paralizada presidencia, Gorbachov podr¨ªa conseguir sus objetivos.
Jruschov tuvo que luchar en vano contra la doble carga de las tendencias de la guerra fr¨ªa, todav¨ªa vigorosas, y la correcta percepci¨®n por el Oeste de sus ocasionales aventuras amenazantes y expansionistas. Hemos visto por qu¨¦ los opositores conservadores de Gorbachov son un grupo de in¨²tiles, casi incapaces de resistir.
En este sentido, el tiempo ayuda a Gorbachov y trabaja contra Jruschov.
Si los n¨²cleos restantes del aparato breznevita no act¨²an en concierto en un plazo de uno o dos a?os, su ¨²ltima carta, poco cre¨ªble, puede ser tan s¨®lo un golpe militar contra Gorbachov. No es un elogio de la sociedad sovi¨¦tica si predecimos un posible y claro apoyo popular, y que ello paralizar¨¢ a los enemigos conservadores de Gorbachov hasta un cierto punto. Pero ser¨¢ un apoyo pasivo. El apoyo popular activo, inevitablemente acaba pidiendo derechos y pluralismo, que ser¨ªan tan poco aceptables como lo son para sus adversarios en el aparato. Desgraciadamente, es una larga tradici¨®n de la historia rusa el aclamar al hombre en la cumbre sin hacer el esfuerzo de compartir el poder. Gorbachov puede, simplemente, explotar esta tradici¨®n rusa.
Las metas dif¨ªciles
M¨¢s dificil es la misi¨®n de romper y, al mismo tiempo, conservar los tab¨²es.
Jruschov, por su parte, fracas¨® espectacularmente en esta empresa. Cuando rompi¨® el tab¨² carism¨¢tico y cuestion¨® la autoridad de Stalin dej¨® escapar de la botella al genio irreverente de la ilustraci¨®n.
Y Gorbachov tiene que ir incluso m¨¢s lejos que Jruschov. Para que tenga ¨¦xito la modernizaci¨®n, todo el fosilizado cuerpo del marxismo-leninismo debe ser enterrado, preferiblemente en p¨²blico. Pero ?qu¨¦ pasar¨ªa si los generales del ej¨¦rcito o las conocidas masas sacaran como conclusiones que tal iconoclastia en la cabeza es incompatible con el estado actual del sistema sov¨ª¨¦tico?
Y hay una condici¨®n que claramente no puede ser satisfecha partiendo de las propias premisas de Gorbachov: la creaci¨®n de unos cuadros institucionales que perpet¨²en el impulso modernizador si llegara a ser puesto en movimiento.
A este respecto, Gorbachov es realmente el heredero del peor enga?o de la ¨¦poca de Jruschov. ?l tambi¨¦n quiere seguir cuadrando el c¨ªrculo, reduciendo lo que es un problema social y pol¨ªtico al nivel de un dilema puramente tecnol¨®gico. Si hay una sola lecci¨®n importante que podemos sacar de las reformas econ¨®micas en Europa oriental -que han sido suspendidas o suprimidas en la mayor¨ªa de estos pa¨ªses y experimentadas largo tiempo en otros- es la inseparabilidad del cambio social y la modernizaci¨®n econ¨®mica.
es soci¨®loga y profesora de fllosof¨ªa. es profesor de Est¨¦tica. Ambos ense?an en la New School for Social Research de Nueva York.
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