Lecci¨®n magistral
Una silla, dos guitarras, un micr¨®fono y 19 canciones fueron los ¨²nicos aditamentos utilizados por Hilario Camacho para mantener fascinado al p¨²blico, que llenaba la sala por completo, durante una hora y media extra?amente breves.Hilario Camacho ha ido siempre un paso por delante de los m¨²sicos y cantantes de su generaci¨®n. Tanto es as¨ª, que es el primero que se ha decidido a enfrentar de nuevo los recitales con el ¨²nico apoyo de su voz, su guitarra y, naturalmente, sus excelentes canciones. Sin trampa ni cart¨®n, poniendo siempre el cuerpo por delante y con una absoluta sobriedad de gestos y palabras, su recital fue una lecci¨®n magistral tan simple como necesaria: que, frente a la aparente obligatoriedad de arreglos, producciones y escenograf¨ªas cada vez m¨¢s sofisticadas, lo que al final cuenta es la esencia misma de la canci¨®n: una m¨²sica, un texto y una voz.
Hilario Camacho
Sala El¨ªgeme. Madrid, del 14 al 17 de abril.
En la propia simplicidad de la f¨®rmula -tan dificil de conseguir, por otro lado, est¨¢ la grandeza de un g¨¦nero en el que Hilario Camacho es un maestro. Interpret¨® canciones de la pr¨¢ctica totalidad de sus discos, canciones de 15 a?os de trabajo, demostrando que son tan buenas unas como otras.
Composiciones por las que no pasa el tiempo y que poseen esa rara virtud que distingue a las buenas canciones: el swing, con el encanto especial que produce el contraste entre la solidez de su construcci¨®n y la fragilidad del mundo que expresa. Posee Camacho una voz flexible y matizada que en el solitario di¨¢logo con la guitarra logr¨® momentos de intensidad que fueron apreciados por un p¨²blico atento, entregado y silencioso.
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