Los fil¨®sofos j¨®venes discutir¨¢n en Sitges sobre el tiempo y el lenguaje

A partir del domingo 19 de abril y hasta el mi¨¦rcoles 22 del mismo mes, los fil¨®sofos j¨®venes se reunir¨¢n en Sitges para analizar un conjunto de problemas relacionados con dos conceptos de amplia tradici¨®n filos¨®fica: el tiempo y el lenguaje.Este congreso, a diferencia de algunos anteriores, promete ser no apto para diletantes. He aqu¨ª el t¨ªtulo de la primera ponencia, a cargo de Fernando Jos¨¦ Garc¨ªa Selgas: ?Es posible la representaci¨®n ling¨¹¨ªstica de la realidad? Y, seg¨²n el breve resumen que se incluye en el programa, el objetivo del ponente es "no s¨®lo mostrar que la pregunta puede hacerse, sino que debe hacerse y en lugar primordial".

Como en ocasiones anteriores, el congreso cuenta con la participaci¨®n de algunos autores ya conocidos en el panorama filos¨®fico espa?ol contempor¨¢neo, aunque no cuenta con participantes de otros pa¨ªses dadas las tarifas que ¨²ltimamente se han impuesto en el ramo. Entre los autores ya conocidos, el mismo domingo interviene el catedr¨¢tico de C¨¢ceres, m¨¢s que probable sede del congreso de 1988, Isidoro Reguera, que analizar¨¢ la expresividad del silencio en Wittgenstein y Heidegger.

La figura del lunes es Miguel Morey, catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa Filos¨®fica de la universidad de Barcelona, quien porceder¨¢ al an¨¢lisis de un fragmento del griego Anaximandro. El martes, Rafael Argullol y Manuel Cruz, profesores ambos de la universidad de Barcelona, componen, junto al escritor Josep Maria Carandell, la tripleta de autores conocidos. El primero hablar¨¢ sobre la noci¨®n de tiempo en la poes¨ªa de Baudelaire; Manuel Cruz lo har¨¢ sobre la noci¨®n de sujeto, del que ya se ha ocupado en su ¨²ltimo .texto -La narratividad, la nueva s¨ªntesis-; Carandell tiene anunciada una conferencia titulada Teatro y destino.

El ¨²ltimo d¨ªa del congreso, la estrella es Javier S¨¢daba que intervendr¨¢ para hablar de lenguaje y tiempo en Wingenstein. A continuaci¨®n, la asamblea debatir¨¢ el tema a tratar en 1988 y cu¨¢l deba ser la sede de ese a?o. Si se cumple la tradici¨®n de a?os anteriores, la sede estar¨¢ vinculada a la presidencia que, en ese a?o corresponde a C¨¢cer¨¦s, una ciudad que ya el a?o pasado opt¨®, aunque sin excesivo fervor, a ser candidata de este mismo congreso.