El juicio del 'vengador del metro' divide a la opini¨®n p¨²blica de Nueva York

Un jurado de ocho hombres y cuatro mujeres deber¨¢ decidir si Bernard Goetz, un ciudadano blanco que dispar¨® contra cuatro negros en el metro de Nueva York, es "un Rambo s¨¢dico" o una "v¨ªctima". ?stas son las posiciones de partida del fiscal y del abogado defensor en el juicio que se inici¨® el lunes ante, el Tribunal Supremo de Manhattan para resolver qu¨¦ ocurri¨® en un sucio vag¨®n del metro de Nueva York tres d¨ªas antes de la Navidad de 1984. En una fr¨ªa tarde de s¨¢bado, Goetz, un ingeniero electr¨®nico de 39 a?os, vaci¨® su rev¨®lver del calibre 38 contra cuatro j¨®venes negros que le pidieron dinero y por los que se sinti¨® amenazado.
Goetz alega que actu¨® en leg¨ªtima defensa. El caso apasiona a la opini¨®n p¨²blica y ha provocado un debate nacional sobre los l¨ªmites de la defensa propia ante la inseguridad en la calle, la incapacidad del Gobierno para garantizar la seguridad en ciudades como Nueva York y el papel del racismo en incidentes violentos entre blancos y negros. El fiscal advirti¨® al jurado, que escuch¨® a 40 testigos y presenci¨® tres horas de declaraciones en v¨ªdeo de Goetz, que, "para bien o para mal, ¨¦ste asunto ha tocado un nervio sensible de Am¨¦rica. No s¨®lo es una sensaci¨®n period¨ªstica, sino que se ha convertido en un fen¨®meno cultural"."Armado y con una visi¨®n equivocada del bien y del mal, Goetz trat¨® de matar a cuatro j¨®venes en un tiroteo totalmente innecesario y vicioso", afirm¨® el fiscal Gregory Waples ante una sala abarrotada con 80 periodistas -uno de ellos japon¨¦s- y 190 espectadores. En el exterior, partidarios de Goetz -que ya hab¨ªa sido asaltado y herido en Nueva York en 1981 y su atacante puesto en libertad en dos horas gritaban: "Bernie, Bernie". Un importante sector social ha convertido a Goetz en un h¨¦roe que se atrevi¨® a hacer lo correcto, en una situaci¨®n en la que crey¨® que peligraba su integridad f¨ªsica.
Intento de asesinato
Goetz es acusado de cuatro intentos de asesinato, asalto, violaci¨®n de la legislaci¨®n sobre armas y comportamiento peligroso. Su abogado, Barry Slotnick, neg¨® que su defendido fuera un Rambo, y afirm¨® que los cuatro asaltantes recibieron lo que permite la ley. Cuando sales a la calle a robar, asumes el riesgo de que alguien pueda responder". Los cuatro j¨®venes, parados y con antecedentes penales que iban al centro de la ciudad a robar en las m¨¢quinas tragaperras, le pidieron fuego y cinco d¨®lares a Goetz. ?ste hizo uso de su arma.La acusaci¨®n, que describe a Goetz como "un hombre atormentado, un barril de p¨®lvora andante,, motivado por una venganza s¨¢dica", asegura que no estaba a punto de ser robado y que tres de sus asaltantes ni siquiera se levantaron de sus asientos. Goetz hiri¨® a los cuatro j¨®venes, a dos de ellos por la espalda. La mayor¨ªa silenciosa que apoyaba ciegamente a Goetz comenz¨® a dudar de la legalidad de su actuaci¨®n cuando supo, por unas declaraciones grabadas del acusado, que ¨¦ste hab¨ªa rematado a sangre fr¨ªa a uno de los atacantes.
Acerc¨¢ndose a Darryl Cabey, que estaba tumbado sobre el asiento ya alcanzado por un disparo, Bernard Goetz afirm¨®: "No parece que tengas nada, aqu¨ª tienes otro", y dispar¨® de. nueva sobre ¨¦l. La bala seg¨® su m¨¦dula espinal y Cabey est¨¢ paralizado de cintura para abajo y, sufre lesiones cerebrales. "Fue una ejecuci¨®n a sangre fr¨ªa. Est¨¢ tan lejos de la defensa propia como el cielo del infierno", dijo el fiscal. Troy Canty, que le pidi¨® el dinero a Goetz, est¨¢ en un programa de rehabilitaci¨®n de drogadictos. Los otros dos atacantes est¨¢n en la c¨¢rcel, uno de ellos por la violaci¨®n y sodom¨ªa, a punta de pistola, de una joven de 18 a?os embarazada.
"No nos enga?emos, Goetz es la v¨ªctima", grit¨® su abogado dirigi¨¦ndose a su defendido, que, vestido con unos pantalones vaqueros y una camisa blanca abierta, se mostr¨® tenso durante la primer¨¢ jornada del juicio. "La v¨ªctima de un crimen se sienta aqu¨ª como acusado y los verdaderos criminales" dijo se?alando a la silla vac¨ªa de los testigos, "se sentar¨¢n aqu¨ª con una dad concedida por el fiscal distrito".
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