Desastroso primer Tiempo de Espa?a en Bucarest

ENVIADO ESPECIAL Espa?a perdi¨® por diferencia de dos goles ante Ruman¨ªa. Es: un mal resultado, pero a la vista de que el equipo espa?ol lleg¨® a estar descompuesto y que perd¨ªa por tres en el descanso, puede admitirse como un mal menor. Espa?a jug¨® un p¨¦simo primer tiempo y le complic¨® mucho la vida el extremo rumano Lacatus, excelente jugador y mal deportista, sucio, provocador y peligroso y que lesion¨® a Goikoetxea y Camacho. Espa?a podr¨¢ clasificarse para la fase final de la Eurocopa mediante victorias contundentes en los dos partidos que le restan, contra Austria y Albania.

El partido empez¨® mal para Espa?a. Poco antes del mismo, Carrasco anunci¨® que no se sent¨ªa con fuerzas para jugar, y Mu?oz se vio obligado a incluir a Eloy por el azulgrana. Una baja antes de que comenzara el partido era un mal presagio. Y luego las cosas ir¨ªan a peor.

La selecci¨®n se plant¨® mal sobre el campo. V¨ªctor se fue muy arriba para marcar encima a Boloni, el hombre que mueve el bal¨®n en el equipo rumano, y a fuerza de subir tanto dejaba un vac¨ªo en el medio campo espa?ol que se notaba especialmente en el flanco derecho, donde Michel era cogido en dos-uno en casi todas la jugadas por Ungureanu y Klein. Y entre Ungureanu, Klein y Hagi, a quien marcaba Sanchis, rompieron casi siempre a los madridistas, sin dectsi¨®n en algunas, de sus entradas. Por ah¨ª tuvo Espa?a siempre una fisura. Mufloz no se,trajo a ning¨²n lateral derecho que cubriese la baja del sancionado Chendo.

Aparte de eso, cuando Espa. f¨ªa cog¨ªa el bal¨®n se ve¨ªa intimidada por las entradas duras de los rumanos, yjugaba mal y con despiste. Ni Michel ni Gallego ni Calder¨¦ aceptaron casi nunca la responsabilidad de jugar el bal¨®n y construir f¨²tbol.- Zubizarreta sacaba de largo y la defensa rumana no ten¨ªa ning¨²n problema para recuperar el bal¨®n ante Eloy y Butrague?o. S¨®lo una jugada del Buitre, con centro que cabece¨® fuera Joaqu¨ªn, dej¨® constancia de que el equipo espa?ol exist¨ªa.

Pero el verdadero problema fue el n¨²me?o siete rumano, La-catus, que le hizo a Espa?a m¨¢s da?o que una mamba negra. Se trata de un jugador espl¨¦ndido en regate, visi¨®n de juego y velocidad, terriblemente marrullero y malintencionado. El. tipo de jugador consentido por su p¨²blico que intimida al ¨¢rbitro y que desequilibra el sistema nervioso de cualquier equipo. Lacatus hizo ayer m¨¢s todav¨ªa que eso: lesion¨® a G6ikoetxea y a Camacho, al primero de ellos con una entrada criminal ante la que el ¨¢rbitro ni siquiera mostr¨® tarjeta.

Tras la lesi¨®n de Goikoet'xea, Joaqu¨ªn entr¨® en el medio campo, Gallego pas¨® a l¨ªbero y Espa?a mejor¨® algo. Pero cuando lleg¨® el primer gol, en una jugada en la que Lacatus gan¨® de cabeza a Soler -que acababa de sustituir a Camacho- y a Andrin¨²a -que dej¨® ver falta de dureza en estos partidos-, Espa?a se decidi¨® a jugar el bal¨®n. Joaqu¨ªn, Michel, V¨ªctor y, en menor medida, Calder¨¦, comenzaron a mover la pelota, pero la brecha del medio campo espa?ol por el lado derecho subsist¨ªa.- Y por ah¨ª lanz¨® mortales contraataques Ruman¨ªa, que en jugadas de Kleim, y de Ungureanu marc¨® sendos goles.

Durante el descanso, el temor a la goleada hizo reflexionar al equipo espa?ol, que pas¨¦ a ser, al menos, un equipo e4uilibrado y que trabaj¨® en todas las zonas. A¨²n tuvo que -pasarlo mal durante 20 minutos m¨¢s, en los que Ruman¨ªa mantuvo la iniciativa y atac¨® con furia en busca de aumentar su cuenta de goles. Hay que recordar que en caso de empate final a puntos contar¨¢ la diferencia global de goles, y de ah¨ª la importancia del marcador de ayer.

Pero Espa?a resisti¨® el ¨²ltimo apret¨®n rumano. Aunque Michel nunca lleg¨® a estar bien, el equipo tuvo el peso suficiente como para aguantar y, ya hacia el final, imponerse. El continuo correr de V¨ªctor y Calder¨¦ m¨¢s las subidas de Soler -el lateral del Espa?ol acab¨® siendo un -buen elemento en el ataqueterminaron por desconcertar a Rumania. Una acci¨®n de Butrague?o fue resuelta por Calder¨¦.

El partido tuvo aire de goleada, pero no termin¨® tan mal. Ahora, a Espa?a le puede bastar con goleadas contundentes sobre Austria y Albania. No es f¨¢cil, pero tampoco imposible.