Exceso de velocidad

Ram¨®n Alabart, de 43 a?os, concluy¨® su declaraci¨®n ayer por la tarde, y en sus ¨²ltimas frases se a?adi¨® ¨¦l solo una acusaci¨®n m¨¢s a las que ya pesan sobre este aceitero de Reus: exceso, de velocidad. ,Alabart insisti¨® durante el interrogatorio al que lo someti¨® el acusador. Fernando Salas en restar importancia a- su presencia en la reuni¨®n de Zaragoza, celebrada el 14 de junio de 1981, a la que asiste con cuatro de los principales implicados: Juan Miguel y Fernando Bengoechea, Jordi Pich y Enric Salom¨®. El letrado, en cambio, dirigia sus preguntas a resaltar la trascendencia de aquel viaje, en el que ¨¦l industrial participa supuestamente como experto en refinado.

-Primero le hizo decir Salas a Alabart que el aceitero ¨¦staba muy ocupado en aquellas fechas, que es un hombre atado- a su despacho, trabajador ycutdad.'oso'de~ su negocio. Y despu¨¦s se pregunt¨® c¨®mo perd¨ªa entonces un d¨ªa en un viaje en el que no le iba nada s¨®lo porque su amigo Enric Salom¨® le pidi¨® que lo acompa?ase.

Alabart se?al¨® que ambos hab¨ªan salido de Reus a las dos de la tarde,, precisamente porque ¨¦l no quer¨ªa perder la ma?ana. La comida, agreg¨®, empez¨® a, las tres y media de la tarde.

Por tanto, el aceitero se revel¨® como un avezado conductor ¨¦l llev¨® el volante, del BMW de Salom¨®-, pues. emple¨® solamente una hora y treinta minutos en salir del casco urbano de Rexis, recorrer 250 kil¨®metros y localizar el restaurante Las Vegas en la capital aragonesa.

Sale una media de 166 kil¨¢metros por hora. z