Las feministas de la RFA, divididas ante la 'nueva maternidad'
El sector feminista de los verdes de la Rep¨²blica Federal de Alemania se encuentra dividido. La manzana de la discordia es lo que un sector feminista ha dado en llamar la nueva maternidad. La soci¨®loga muniquesa Gisela Erler encabeza este sector, que ha elaborado un manifiesto que someter¨¢n a votaci¨®n en el al pr¨®ximo congreso del partido, que se celebra este fin de semana en Duisburgo. Para las feministas radicales, la nueva maternidad arroja un cierto tufillo conservador.El lema de las partidarias de la nueva maternidad no puede ser m¨¢s elocuente: "Madres con hijos, las madres dejan o¨ªr su voz". Las cr¨ªticas lo interpretan como un llamamiento a la vuelta al hogar tras varios decenios de intentos emancipadores. Las firmantes del manifiesto rechazan, por el contrario, tal interpretaci¨®n y afirman que el feminismo radical est¨¢ trasnochado y que le ha llegado la hora a un feminismo de nuevo cu?o.
Las partidarias de la nueva maternidad no ocultan sus deseos de ver revalorado el trabajo dom¨¦stico, en la cocina y en el cuarto de los ni?os, pero tambi¨¦n piden que sea remunerado como corresponde a su importancia para la sociedad. As¨ª, exigen un salario para quienes practiquen este tipo de trabajo, sean del sexo que sean, y las nuevas madres conf¨ªan en que esa recompensa material animar¨¢ tambi¨¦n a muchos nuevos padres a tomar parte en ese mundo variopinto y alegre.
Guarder¨ªas y cantinas
Las nuevas madres quieren tambi¨¦n que en todos los lugares p¨²blicos, desde los grandes almacenes hasta los ministerios o el Par lamento, haya centros donde cuidar de los ni?os y piden cantinas comunes, as¨ª como mayor fantas¨ªa y flexibilidad a la hora de fijar horarios laborales para las de su sexo. Para la soci¨®loga Erler, se trata de que el partido se abra a nuevos sectores del electorado y especialmente a los votantes del partido de Helmut Kohl.Las feministas radicales tienen otros planteamientos y exigencias, y pretenden sobre todo poner fin a la divisi¨®n tradicional del trabajo, seg¨²n la cual la mujer se queda en casa cuidando de los hijos y prepar¨¢ndole la comida y la cama al var¨®n. ?stas exigen una distribuci¨®n equitativa de los puestos de trabajo en f¨¢bricas y oficinas entre el hombre y la mujer, lo que significa que en cada lugar de trabajo debe haber igual n¨²mero de miembros de ambos sexos.
Por lo pronto, y tal vez para reparar siglos de injusticia, dentro de los verdes las radicales han discriminado en algunos casos claramente al var¨®n, como cuando en Hamburgo presentaron una lista exclusivamente de f¨¦minas, que obtuvo un importante ¨¦xito en las elecciones regionales.
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