Una autocr¨ªtica divertida
Uno de los m¨¢s claros s¨ªntomas de madurez radica en la capacidad de re¨ªrse de uno mismo y de lo que hace. A tenor de ello, la ¨®pera y Donizetti hab¨ªan alcanzado ya este estado cuando la partitura de Le convenienze e le inconvenienze teatrali era estrenada en N¨¢poles en 1827.Donizetti nos muestra el mundo teatral de los ensayos de una compa?¨ªa en la que cohabitan el exhibicionismo, los celos, la rid¨ªcula pretensi¨®n..., colocando como personaje central a mamma ?gata, la t¨ªpica madre de artista dispuesta a hacer lo que sea con tal de reivindicar el papel de la hija, y para acrecentar su imagen de marimacho entrega su interpretaci¨®n a la cuerda de bajo. El autor se r¨ªe de su mundo y sus protagonistas parod¨ªando incluso su m¨²sica. Hay referencias al Elixir o Luc¨ªa, naturalmente introducidas con posterioridad, y la visi¨®n que presenta el ar¨ªa del tenor del Otello de Rossini no puede menos que producir la hilaridad.
?Viva la ¨®pera!
C¨®mica de Madrid. Orquesta Sinf¨®nica Ciudad de Valladolid. Director musical: L. Remart¨ªnez. Director de escena: H. Rodr¨ªguez Arag¨®n. Teatro Alb¨¦niz. Madrid, 1 de mayo.
Actualizar
Esto lo han sabido actualizar Alonso de Santos y Rodr¨ªguez Arag¨®n en sus respectivos campos de libreto y escena. Ha sido una buena idea traducir el texto al castellano, dejando s¨®lo en italiano la ?pera de romanos e incluso la incorporaci¨®n de nuevos fragmentos musicales. ?Ser¨¢ ¨¦ste el inicio de una ¨®pera paralela a la zarzuela, pero en castellano? Ciudades como Londres o Munich acercan la l¨ªrica al p¨²blico menos ducho al hacerla comprensible en su idioma y dan oportunidad a que j¨®venes cantantes empiecen a conseguir tablas.El p¨²blico que asiste al teatro Alb¨¦niz realmente se divierte con este mundo, que puede parecer exagerado pero que no lo es tanto. Quienes han vivido los ensayos en la Zarzuela o el Liceo en los ¨²ltimos 10 a?os se sonreir¨¢n recordando escenas muy similares -por eso el Alb¨¦niz estaba lleno de profesionales de la l¨ªrica-, como la exigencia de la mujer del famoso bar¨ªtono en cuanto al vestuario del marido, el genio de una primera mezzo que arroj¨® un zapato al director de orquesta o simplemente aquella Marcha triunfal de una cercana Aida no muy distinta a la que la ?pera C¨®mica parodia.
Todo ello es presentado con ingenio y dignidad esc¨¦nica, una correcta direcci¨®n musical y con int¨¦rpretes que saben actuar, aunque en algunas arias se echen de menos aut¨¦nticas voces belcantistas para abordar las extensas y bellas melod¨ªas que coloca el compositor como contrapeso en su farsa y que por esta limitac¨ª¨®n vocal pueden resultar algo mon¨®tonas. En cualquier caso, el p¨²blico disfruta y lo manifiesta con holgura al final.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.