El desbarajuste espa?ol en Bruselas
Falta de coordinaci¨®n, gremialismo y rivalidades comprometen la eficacia del trabajo ante la CE
El principal objetivo de Mar¨ªn, que al haber sido nombrado vicepresidente del Ejecutivo europeo deber¨ªa te¨®ricamente despreocuparse del seguimiento de los asuntos espa?oles, es que Espa?a desempe?e un "papel digno" cuando en el primer semestre de 1989 le corresponda la ardua tarea de presidir por primera vez el Consejo de Ministros de la CE, una labor a la que Portugal renunci¨® el a?o pasado por no considerarse preparada.Diecisiete meses despu¨¦s de la adhesi¨®n a la Europa comunitaria, el olvido de comunicar a la representaci¨®n en Bruselas instrucciones sobre la postura a defender en determinados comit¨¦s, o, al contrario, el env¨ªo de ¨®rdenes discrepantes sobre un mismo tema por dos ministerios diferentes, e incluso la exposici¨®n en un mismo grupo de trabajo de puntos de vista contradictorios por funcionarios espa?oles de dos departamentos forman parte de la rutina.
La semana pasada, un alto funcionario de lo que se ha convertido en la mayor embajada de Espa?a, que pidi¨® permanecer en el anonimato, estimaba, por ejemplo, en un 30% los asuntos pendientes para los que "no se reciben ¨®rdenes de Madrid". "Aunque el porcentaje tiende a disminuir con el tiempo", prosegu¨ªa, "entre los temas olvidados por la Administraci¨®n central figuran a¨²n algunos de gran envergadura, sobre los que nos tenemos que inventar aqu¨ª la actitud a adoptar en la mesa negociadora".
Ocurre tambi¨¦n que un ministerio transmita simult¨¢neamente sus instrucciones a la Secretar¨ªa de Estado para las Relaciones con la CE, que las modifica antes de remitirlas a Bruselas, y directamente a sus funcionarios destacados en la representaci¨®n. De ah¨ª que estos ¨²ltimos reciban dos posturas negociadoras: una a trav¨¦s del embajador y otra de su departamento ministerial.
Carlos Romero
En opini¨®n de varias fuentes consultadas, el titular de Agricultura, Carlos Romero, es, sin lugar a dudas, el ministro m¨¢s d¨ªscolo a la hora de coordinarse. A trav¨¦s de su colaborador Vicente Albero, el ministro expuso en la ¨²ltima reuni¨®n de los responsables de la Europa verde, celebrada en Luxemburgo a principios de la semana pasada, una posici¨®n sobre el proyecto de tasa sobre aceites vegetales que desconcert¨® a los n¨²embros de su propia delegaci¨®n y que, por supuesto, desconoc¨ªan otros sectores de la administraci¨®n espa?ola.Para mantenerse al corriente de las iniciativas de Romero, el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha encontrado mejor soluci¨®n que destacar a uno de sus diplom¨¢ticos, que sus compa?eros han apodado el esp¨ªa, en el equipo de cuatro funcionarios agr¨ªcolas de la representaci¨®n.
Si en Madrid los ministerios prescinden con frecuencia del cauce de la Secretar¨ªa, la coordinaci¨®n en Bruselas es pr¨¢cticamente inexistente. Desde la incorporaci¨®n de Espa?a se han celebrado s¨®lo dos reuniones de todos los consejeros de la representac¨ª¨®n, cuando -recuerda un veterano- en tiempos de la misi¨®n -hasta diciembre de 1985- se convocaban tres a la semana. "Muchas veces", lamenta un funcionario reci¨¦n llegado, "nos enteramos por la Prensa de lo que hace nuestro compa?ero del despacho de al lado, aunque su labor pueda repercutir sobre la nuestra".
Ni siquiera los funcionarios de varios ministerios que representan a Espa?a en un mismo foro suelen preparar conjuntamente la postura que defender¨¢n. Algunos comunitarios recuerdan divertidos c¨®mo, por ejemplo, en el comit¨¦ de gesti¨®n de cereales o en el grupo de trabajo agrimonetario los expertos espa?oles de Comercio y Agricultura se han arrancado el micr¨®fono o han aprovechado la ausencia mo ment¨¢nea de su colega, que fue al servicio, para llevarle la contraria en p¨²blico.
A los problemas inherentes a la representaci¨®n se a?aden los exportados desde la Pen¨ªnsula, cuando algunos funcionarios de Madrid omiten acudir en la capital belga a determinadas reuniones, dejando vac¨ªa la silla que corresponde a Espa?a, o cuando, al contrario, la ocupan pero abandonan Bruselas sin informar previamente de lo tratado al embajador ante la CE, Carlos Westendorp, o a sus colaboradores.
"Con su hu¨ªda", se?ala un miembro del entorno del jefe de misi¨®n espa?ol, "pretenden disimular informaci¨®n a ministerios supuestamente rivales". Para paliar el problema, Westendorp ha comentado a veces en privado, medio en broma medio en serio, que ser¨ªa conveniente que los funcionarios que viajan a Bruselas en comisi¨®n de servicios cobren sus dietas en la representaci¨®n, despu¨¦s de haber redactado su correspondiente informe con una copia para el embajador.
Preguntado a finales del pasado mes de enero sobre esta desconexi¨®n que padece la Administraci¨®n, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez reconoci¨® la existencia de "disfunciones" pero hizo hincapi¨¦ en que "el problema nunca ha surgido a nivel de Consejo de M¨ªnistros", donde m¨¢s puede perjudicar a Espa?a. "En los m¨¢s de 1.000 comit¨¦s de la CE, que mantienen hasta 20 reuniones diarias", a?adi¨®, "se ha func¨ªonado generalmente de forma razonable, con tendencia a la mejora".
Funcionarios para todo
Acaso el ejemplo m¨¢s palpable de las rivalidades en el seno de la Administraci¨®n sea el crecimiento desmesurado de la representaci¨®n permanente ante la CE, donde cada ministerio intenta contar con el mayor n¨²mero de funcionarios, est¨¦ o no justificado su env¨ªo a Bruselas. Comercio, por ejemplo, cuenta aqu¨ª con un especialista exclusivamente dedicado a textiles."Esta carrera de desprop¨®sitos", como la describe un experto espa?ol, explica que el personal con status diplom¨¢tico adscr¨ªto a la representaci¨®n est¨¦ a punto de alcanzar, cuando se produzcan las tres nuevas incorporaciones previstas, los 39 funcionarios, una cifra s¨®lo superada por la embajada ante la Comunidad del Reino Unido, el pa¨ªs, que cuenta en Europa con el mayor n¨²mero de funcionarios en relaci¨®n a su poblaci¨®n.
Entre los brit¨¢nicos, los secretarios de embajada son, sin embargo, m¨¢s numerosos que los consejeros, mientras que entre los espa?oles los funcionarios, pertenecientes a esta categor¨ªa superior constituyen la mayor¨ªa. Con sus 117 personas, incluido el personal administrativo y subalterno, la representaci¨®n espa?ola parece desproporcionada con el peso espec¨ªfico de Espa?a en la CE.
A una pregunta sobre esta pl¨¦tora de efectivos, el jefe de la diplomacia espa?ola respondi¨® que "Espa?a es un gran pa¨ªs perif¨¦rico, que tiene en la Comunidad intereses casi tan diversos por defender como Francia o Alemania Federal, pero desde cuya capital no es tan f¨¢cil desplazarse a Bruselas como desde Par¨ªs o Bonn, situadas a menos de tres horas por carretera".
"La r¨¦plica de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez ser¨ªa v¨¢lida", contesta un alto funcionario espa?ol que ha optado por trabajar para la Comisi¨®n, "s¨ª el Gobierno al que pertenece hubiese decidido hacer recaer el grueso de su labor comunitaria sobre su representaci¨®n en Bruselas y, en consecuencia, redujese dr¨¢sticamente los viajes de funcionarios desde Madrid". "Pero", prosigue, "los vuelos Madrid-Bruselas, se est¨¢n convirtiendo en un segundo puente-a¨¦reo".
Al abandonar la Secretar¨ªa de Estado para las Relaciones con la CE para incorporarse a la Comisi¨®n, Mar¨ªn y sus colaboradores en Madrid y Bruselas elaboraron un informe en el que preconizaban aumentar los efectivos de la misi¨®n hasta situarlos en torno a las 80 personas, un 45% menos de las actuales, y equiparar sus sueldos con los de los altos funcionarios de la Comunidad, a los que ahora superan econ¨®micamente con creces.
El crecimiento desmesurado de la representaci¨®n va a dar al traste con un proyecto que en su d¨ªa fue presentado por el portavoz del Gobierno en Madrid como un modelo de la racionalizaci¨®n de la presencia de Espa?ola en el extranjero: la concentraci¨®n de todas las dependencias diplom¨¢ticas espa?olas en Bruselas -excepto la delegaci¨®n ante la OTAN, que, por motivos de seguridad, no puede salir del recinto atl¨¢ntico- en un solo edificio, propiedad del Estado espa?ol, actualmente en construcci¨®n en el centro de la ciudad.
Proyectado en base a los metros cuadrados solicitados hace un par de a?os por cada embajador, el edificio, cuyo coste supera los 2.000 millones de pesetas, ha resultado peque?o antes incluso de ser acabado. A medida que la representaci¨®n necesita m¨¢s espacio, la embajada ante el reino de B¨¦lgica y las agregadur¨ªas laboral y comercial (las dos ¨²ltimas pagan un elevado alquiler) han tenido que desistir de su prop¨®sito de mudarse. S¨®lo el consulado y eventualmente la agregadur¨ªa militar se trasladar¨¢n a la nueva sede.
Carlos Westendorp
Casi nadie achaca a Westendorp, no obstante, la responsabilidad del desorden que prevalece en las relaciones con la CE. "Bastante tiene que hacer", afirma uno de sus ¨ªntimos colaboradores, "con esforzarse por moderar la competici¨®n entre ministerios por situar a sus hombres en Bruselas y con intentar imponerse a los que ya han colocado y que se sienten a veces imbuidos de toda la autoridad de sus respectivos ministros".No en balde Westendorp ha puesto muy a la vista sobre su mesa de trabajo una fotocopia del Decreto 3.946, de febrero de 1986, por el que se crea la representaci¨®n y en el que se definen sus poderes y que en m¨¢s de una ocasi¨®n se ha visto obligado a recordar a sus subordinados.
En la discusi¨®n que Mar¨ªn mantuvo en marzo en su despacho bruselense con Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea reproch¨® al ministro haberse desentendido de los asuntos comunitarios, hasta el punto de ignorar casi todo de los temas abordados en los Consejos ministeriales, y no desempe?ar el papel de coordinador, y en ¨²ltima instancia de ¨¢rbitro, que corresponde a Asuntos Exteriores para evitar disfunciones en las relaciones con la CE.
El vicepresidente de la Comisi¨®n, seg¨²n fuentes solventes, ha puesto en cuesti¨®n c¨®mo un ministro que no se esfuerza por aunar puntos de vista entre los miembros de un mismo Gobierno podr¨¢ coordinar a sus doce hom¨®logos cuando le toque presidir la Comunidad.
Gracias, sin embargo, a un cierto sentido de la improvisaci¨®n , y a costa de parar o retocar propuestas de directiva o reglamentos en su ¨²ltima etapa, cuando las examinan las m¨¢s altas instancias de la CE y no en su debido momento, a nivel de grupos de trabajo, las disfunciones de la Administraci¨®n no han perjudicado seriamente por ahora a los intereses espa?oles.
En el comit¨¦ de infraestructura de transportes del ¨²ltimo martes de abril", recuerda un funcionario espa?ol de la Comisi¨®n, "se pasaba revista, como de costumbre, a proyectos presentados por los Estados miembros para los que desear¨ªan obtener una financiaci¨®n comunitaria. Surgi¨® uno concerniente a la red vial vasco-navarra que no hab¨ªa sido incluido por nuestro Ministerio de Transportes, y sus representantes salvaron la cara reconociendo su paternidad para no tener que confesar su sorpresa". "Dudo, sin embargo", a?adi¨®, "que los defiendan con ah¨ªnco".
"Vamos por buen camino", concluye el joven funcionario, "porque estamos aprendiendo; aunque todav¨ªa nos queda un largo trecho por recorrer hasta alcanzar a los italianos, que en la jungla bruselense son unos maestros a la hora de enredar y sacar la mejor tajada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez
- Jacques Delors
- Europarlamentarios
- III Legislatura Espa?a
- Declaraciones prensa
- Manuel Mar¨ªn
- MTYC
- MAE
- Gobierno de Espa?a
- Funcionarios
- Comisi¨®n Europea
- Presidencia Gobierno
- Consejo UE
- PSOE
- Funci¨®n p¨²blica
- Parlamento europeo
- Ministerios
- Legislaturas pol¨ªticas
- Partidos pol¨ªticos
- Gente
- Uni¨®n Europea
- Gobierno
- Administraci¨®n Estado
- Organizaciones internacionales
- Eventos