Toda Colombia, pegada a la radio y la televisi¨®n
La buena actuaci¨®n de los ciclistas colombianos en la Vuelta a Espa?a ha motivado que mientras se transmite la etapa del d¨ªa Colombia sea un pa¨ªs donde no se trabaja y la poblaci¨®n permanece pegada al aparato de radio y a la pantalla de televisi¨®n.Despu¨¦s de que los dos equipos, Caf¨¦ de Colombia y Portob¨®n, viajar¨¢n a Espa?a con una despedida silenciosa, debido a la discreta actuaci¨®n del a?o pasado, los colombianos se ven invadidos por una ola de ciclismo nacionalismo que ha provocado que, durante las primeras horas de la ma?ana, en las que transcurren las etapas de la Vuelta ¨¦ste sea un pa¨ªs paralizado por los gritos destemplados de la narraci¨®n de los periodistas radiof¨®nicos que cubren la prueba. La televisi¨®n colombiana no se interes¨® por el acontecimiento, y ahora conecta diariamente con la espa?ola para recibir el final de cada etapa y los correspondientes res¨²menes.
Bogot¨¢ empieza a ser agitada desde las cinco de la ma?ana, hora colombiana en que comienzan las etapas. Al principio es s¨®lo un sordo rumor, despu¨¦s este sonido va generaliz¨¢ndose, hasta convertirse a las diez de la ma?ana, cuando concluye la etapa, en un relato escuchado de forma uniforme en domicilios, oficinas, talleres, autobuses de transporte y taxis.
Mientras, en la calle se forman verdaderos tapones frente a los establecimientos que han colocado aparatos de televisi¨®n para seguir la carrera. Las congestiones desbordan las aceras y la audiencia de las pantallas invade la carretera, impidiendo el tr¨¢fico rodado y formando unos atascos monumentales. Pero los conductores no se irritan, porque ellos a su vez tambi¨¦n siguen por sus radios la carrera.
Los colombianos se han convertido de la noche a la ma?ana en unos t¨¦cnicos del ciclismo que pueden competir en conocimientos con cualquier director de alg¨²n equipo. La ascensorista es muy posible que comente a su pasajero que la t¨¢ctica a seguir en la etapa de ma?ana es que Lucho debe pegarse a la rueda de Laurent Fignon, pues el viento de costado puede provocar abanicos y cortes. Si un ingenuo realiza en esas horas de etapa una Ramada telef¨®nica de trabaj¨®, lo m¨¢s probable es que le contesten que su buscado interlocutor est¨¢ en una reuni¨®n y que ha dado orden de no ser molestado. Mientras, el personaje en la decisiva reuni¨®n est¨¢ ante el televisor o con el o¨ªdo pegado al transistor. El taxista pasa a ser un especialista en medicina deportiva y comenta a su viajero que la tendinitis de Lucho debe tratarse con cataplasmas de hierbas, no usar relaciones duras y cuidarse del fr¨ªo. No hay tema pol¨ªtico,-econ¨®mico o de otra ¨ªndole que pueda competir con la Vuelta en las conversaciones de los colombianos.
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