Falt¨® la emoci¨®n

GONZALO ARGOTE La emoci¨®n del arte de torear se produce por la conjunci¨®n de dos factores esenciales: la est¨¦tica y el riesgo. Si uno de ellos est¨¢ ausente de la plaza, no surge la llama viva del arte. Ese arte que, de pascuas a ramos, nos encandila y sobrecoge. Ayer en Jerez falt¨® la emoci¨®n. ?Es que no hubo riesgo? S¨ª, riesgo siempre hay. Lo que falt¨® fue la sensaci¨®n de riesgo. Los toros fueron tan buenos, tan d¨®ciles -salvo el cuarto-, tan mec¨¢nicos, tan necesitados de ser provocados, que daba la sensaci¨®n de que los toreros iban a pedir que se los envolvieran para seguir jugando con ellos en el patio de su casa.

Circula desde hace mucho tiempo en el mundo taurino, un sofisma que divide a las plazas, a las aficiones, en toristas y toreristas. Err¨®nea divisi¨®n; el buen aficionado no es partidario del torero ni del toro. Es partidario del arte de torear y con ¨¦l se emociona. Pide que en la plaza haya sensaci¨®n de riesgo y desea vivamente que al torero no le ocurra ning¨²n percance. Pero lo que es importante, es que en ning¨²n momento, los espectadores perdamos la sensaci¨®n de que lo que hay en la plaza es una fiera y no un animal dom¨¦stico. Tambi¨¦n es importante que no tengamos la sensaci¨®n nunca de que en lugar de un torero, en el ruedo hay un prestidigitador. Ambas sensaciones -no hay fiera, hay prestidigitador- las he sentido ayer en el ruedo de Jerez.

?Es que han estado mal? No, si llegan Ojeda y Espartaco a matar a la primera, se llevan un mont¨®n de orejas. Ojeda ha estado en Ojeda y Espartaco ha estado en Espartaco. Muchos pases con ambas manos, generalmente ligados y rematados, todos pr¨¢cticamente iguales, frente a unos toros, que como est¨¢ de moda decir ahora, no transmit¨ªan, aunque tambi¨¦n es verdad que, provoc¨¢ndoles, no cesaban de embestir, con la cabeza por el suelo una. Ideales para entrenarse en coger sitio ante el toro.

El caso del Jerezano, que ayer tom¨® la alternativa, es distinto. Doctorado prematuro, confirmando -desgraciadamente- la impresi¨®n que obtuvimos en su despedida de la Maestranza como novillero el domingo pasado. Si con toros tan bonancibles ha demostrado su inmadurez, dif¨ªciles papeletas va a tener con corridas menos f¨¢ciles. De justicia es destacar su magn¨ªfica estocada al sexto.