Tres historias de Puccini
Si ciertas ¨®peras de Puccini ocupan un lugar preferente en el favor de todos los p¨²blicos, no es el Tr¨ªptico, a pesar de sus reconocidos valores, lo m¨¢s representado entre la producci¨®n de su autor. Hay que celebrar, entonces, la presentaci¨®n el d¨ªa de san Isidro del Tr¨ªptico completo, dirigido esc¨¦nicamente por Llu¨ªs Pasqual y en lo musical por Miguel Angel G¨®mez Mart¨ªnez. Una de las notas interesantes dentro de la creaci¨®n pucciniana es, precisamente, esta concepci¨®n de un espect¨¢culo oper¨ªstico como suma de tres argumentos muy diversificados, que la propia personalidad del m¨²sico se encarg¨® de unificar gracias a la fuerza de su estilo, la picante brillantez muy de su tiempo de la invenci¨®n orquestal, el uso de recitativos evolucionados y ese constante y mel¨®dico parlato musical que ya campea en La Boheme (1896).En el Tr¨ªptico, Puccini trabaja, como tantas veces, antes que sobre la descripci¨®n, la explotaci¨®n de lo grangui?olesco, la pura comicidad o el cruce de ternurismo y crueldad que caracterizan a las distintas piezas, sobre los ambientes.
Tr¨ªptico
Puccini. Principales int¨¦rpretes: Pons, Atlantof, Geric¨®, Echeverr¨ªa, Zampieri, Soviero, Vergara, Herrera, Pedelstein, Radek, Marpozan, Ruiz, Cava y Matillas Direcci¨®n esc¨¦nica: Llu¨ªs Pasqual.Escenarios: E. Frigerio. Figurines: F. Squarciapino. Coro: Jos¨¦ Pereda. Escolan¨ªa: C¨¦sar S¨¢nchez. Orquesta Sinf¨®nica de Madrid. Direcci¨®n musical: Miguel ?ngel G¨®mez Mart¨ªnez Teatro L¨ªrico Nacional la Zarzuela. Madrid, 15 de mayo.
?Lo que m¨¢s me interesa es que el Sena se erija en protagonista verdadero del drama", escribe el compositor a prop¨®sito de Il Tabarro. No es cosa nueva: la atm¨®sfera de otro pa¨ªs funciona en La Boheme con potencia protagonista. En Tosca, al comienzo del acto en el castillo de Sant Angelo, y en Butterfly, cuando escuchamos el coro interno.
Por una u otra raz¨®n, la evocaci¨®n del r¨ªo Sena vista desde la oscura pasi¨®n que mueve a los habitantes de la gabarra, propia de Il Tabarro, y el aire bufo de la historia de ese gran p¨ªcaro que es Gianni Schicchi han gozado siempre de buena prensa, en tanto que Suor Ang¨¦lica ha sido y es menos apreciada, quiz¨¢ porque el gusto actual rechaza ese repertorio monjil del que Espa?a tuvo un ejemplo dram¨¢tico de gran ¨¦xito en la Canci¨®n de cuna, de Mart¨ªnez Sierra, aunque Puccini no participe de la filosof¨ªa optimista de los escritores espa?oles basada en las virtudes teologales.
Las relaciones entre Gianni Schicchi y Falstaff son mucho menores de lo que se ha dicho y escrito, pues Puccini parte de s¨ª mismo (y ha de recordarse de nuevo La Boheme) para desarrollar, con arte consumado, una textura agil¨ªsima, transformatoria, lejana del bel cantismo, salvo alg¨²n c¨¦lebre momento, pero nacida de los puros valores mel¨®dicos trabajados en forma sumaria. Claro que tanto el gran Verdi como el gran Puccini son consecuencia de una misma tradici¨®n.
Excelentes versiones
Fueron excelentes las versiones aplaudidas en la Zarzuela. Llu¨ªs Pasqual gobern¨® con p¨¢lpito vital, con ese "sentido de la verdad cotidiana" (Montale), las tres obras para las que Ezio Frigerioy Franca Squarciapino crearon escenarios y figurines bell¨ªsimos: tendentes los primeros a la deslocalizaci¨®n del entomo y los segundos a la mutaci¨®n temporal.Cant¨® con belleza de medios, facilidad, potencia, estilo y versatilidad, nuestro Juan Pons, el Michele de Il Tabarro y el Gianni Schicchi de la tercera ¨®pera. Sin afectaci¨®n alguna y con arte extremadamente incisivo, la norteamericana Diana Soviero mereci¨® con Pons las grandes ovaciones de la noche por su Suor Ang¨¦lica, en tanto la respuesta de la cruel princesa encontr¨® matices adecuados en la chilena Victoria Vergara. Mara Zampieri evidenci¨® su categor¨ªa estelar y, a su lado, se luci¨® ampliamente el tenor sovi¨¦tico VIadimir Atlantof.
Todo el conjunto actu¨® disciplinadamente, y la direcci¨®n musical de G¨®mez Mart¨ªnez, buena en general, alcanz¨® su cima en Gianni Schicchi, uno de los mejores trabajos que le hayamos escuchado, despu¨¦s de mostrarse efusiva en Suor Ang¨¦lica.
Babelia
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