Larga vida a la Montiel

Sara Montiel no es una santa, pero es la madre de Zeus (Sara y Pepe Tous tienen dos hijos, Zeus y Thais). De esta forma, la Montiel se ha sabido infiltrar limpiamente en el elenco de las teogon¨ªas, habida cuenta de que Zeus es el padre de los dioses. Ella naci¨® en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no logro acordarme, pero ya se sabe de lo que son capaces algunos monstruos de similar origen: a La Mancha le va la marcha de la inmortalidad. Sara es una diosa pagana para los paganos, es decir, para los que no andan con estrecheces a la hora de pagar. Sin embargo, el precio est¨¢ justificado con toda honestidad, porque la actuaci¨®n de la Sant¨ªsima va precedida de uno de los espect¨¢culos de musichall m¨¢s fastuosos y divertidos que se han montado jam¨¢s en esta villa: Fantas¨ªa de Madrid.?Cu¨¢ntos a?os tiene Sara Montiel? Eso no me lo pregunt¨¦is a m¨ª, que soy ignorante; doctores tiene la prensa del coraz¨®n que lo sabr¨¢n responder. Lo cierto es que se marca un tango con uno de los muchachos del ballet y parece una jovenzuela saltarina, moldeable y fatal. Lo cierto es que mantiene una belleza esplendorosa, unos pechos rom¨¢nicos en el empaque y g¨®ticos en la profundidad, unas pantorrillas corintias y un no s¨¦ qu¨¦ sarraceno.

La belleza seguramente se la dio Dios, mientras que el demonio se encarg¨® de los detalles sensuales. Luzbel no quiso quedarse corto y la transmiti¨® tambi¨¦n el secreto de la cosm¨¦tica y del fuego. No es extra?o que esta brasa provoque incendios.

Cupl¨¦s, boleros, tangos, chotis, nostalgias, paseos triunfales por la sala tumb¨¢ndose en el regazo de los se?ores como si fueran una chaise-longue, lentejuelas, marab¨²s, voz amarga como la cerveza y bronca como el aguardiente.