"La conflictividad no se corresponde con la gravedad de los problemas"
Declaraciones de Luis Carlos Croissier, ministro de Industria y Energ¨ªa
F?LIX MONTEIRA / ALBERTO VALVERDE La conflictividad actual, derivada en parte del reajuste industrial en marcha, no se corresponde con la gravedad de los problemas, afirma el ministro de Industria, Luis Carlos Croissier, para quien no existen otras alternativas v¨¢lidas a las planteadas, "a no ser que se quiera jugar con el dinero del contribuyente. La crisis industrial, el saneamiento de FECSA y las p¨¦rdidas de la empresa p¨²blica son algunos de los problemas por resolver. En un plano general, las empresas espa?olas tienen que hacer frente a una profunda transformaci¨®n, de aqu¨ª a 1992, para competir en igualdad con Europa.
Luis Carlos Croissier, el ministro m¨¢s joven del Gabinete (36 a?os), confiesa seguir siendo un radical que tiene muchos planes que desarrollar en poco tiempo. Cuando estudiaba segundo curso de Econ¨®micas, all¨¢ por 1968, ingres¨® en el PCE. Seis a?os despu¨¦s, en Par¨ªs, adonde hab¨ªa ido a especializarse en multinacionales, se produjo su ca¨ªda del caballo. Su carrera en el PSOE ha sido mete¨®rica. Tras su cargo de subsecretario de Industria y la presidencia del INI, donde desencaden¨® la ofensiva privatizadora del sector p¨²blico, ahora tiene en sus manos la modernizaci¨®n del tejido industrial espa?ol.Pregunta. ?Reinosa y Puerto Real son dos nuevos Sagunto?
Respuesta. Espero razonablemente que no. Pero da la impresi¨®n muchas veces de que el grado de conflictividad no se corresponde con la gravedad de los problemas. Si tocamos el caso de Reinosa, estamos hablando de un problema de 400 personas, lo cual, como cifra, a pesar de tratarse de una poblaci¨®n peque?a, y dadas las condiciones del ajuste, no parece que pueda generar un trauma que justifique ni de lejos la tensi¨®n que ha podido crear en Reinosa.
P. ?Ha habido errores del Gobierno o actuaciones que se podr¨ªan haber evitado?
R. Creo que eso no depende de la actitud de las fuerzas de orden p¨²blico, sino de la de algunos. representantes sindicales. Quienes decidieron secuestrar al responsable de la empresa, que hab¨ªa sido nombrado consejero del Gobierno vasco, lo hicieron porque vieron un buen motivo para hacerse publicidad, y a partir de ah¨ª se gener¨® una escalada de violencia.
P. Su estrategia era acordar reajustes de forma sucesiva, pero parece que que se le han encadenado los conflictos.
R. Este ministerio est¨¢ metido normalmente en temas candentes, y cuando las cosas van bien nadie se acuerda de Industria. Pero nunca he hablado de un calendario de conflictos. Detr¨¢s de algunos de estos conflictos y de su duraci¨®n hay alg¨²n componente pol¨ªtico. Al final creo que la racionalidad siempre se impone, porque ?qu¨¦ otras alternativas hay, a no ser que se quiera jugar con el dinero del contribuyente?
P. Solchaga fue llamado el ministro de la reconversi¨®n y usted ha definido la actual pol¨ªtica como de ajuste permanente. ?Cu¨¢l es la diferencia?
R. Entiendo que esta segunda etapa el proceso de ajuste debe hacerse con mayor protagonismo de las empresas. Adem¨¢s, el ritmo y las modalidades del ajuste van a venir determinados por, la competencia europea. Estas diferencias hacen que prefiera utilizar una expresi¨®n como ajuste permanente y no reconversi¨®n, que nos llevar¨ªa a hablar de una primera o segunda ola, cuando es algo que habr¨¢ que hacer de forma continuada.
P. Pero ?se trata del mismo problema o se requieren soluciones distintas?
R. Las situaciones son profundamente distintas. Pr¨¢cticamente lo ¨²nico en com¨²n es que pierden dinero, que son sectores con contracci¨®n de la demanda, donde se pueden generar excedentes laborales. En la siderurgia las inversiones, los procesos de concentraci¨®n de empresas y las pol¨ªticas comerciales tienen un papel fundamental. En la construcci¨®n naval lo esencial es la capacidad organizativa de los astilleros, la incentivaci¨®n de la demanda y el dise?o nuevos tipos de producto. En bienes de equipo lo clave es la tecnolog¨ªa.
El coste de la crisis
P. ?Existe un c¨¢lculo sobre cu¨¢ntos empleos y dinero va a costar este proceso?
R. S¨®lo puedo hablar de lo que est¨¢ realmente cuantificado, como la siderurgia. Aqu¨ª estamos hablando de un coste de unos 280.000 millones de pesetas en total: 223.000 millones para siderurgia integral y aceros especiales, y otros 60.000 millones aproximadamente para cierres de capacidad. A ello habr¨¢ que a?adir el coste de las medidas laborales que asumir¨¢ la Administraci¨®n. En siderurgia integral y aceros especiales tenemos un excedente laboral a?adido de 4.900 empleos. En acero com¨²n es muy dif¨ªcil precisar una cifra, porque depender¨¢ de los cierres de capacidad en las empresas.
P. En el sector naval tiene que haber previsiones. UGT ha avanzado ya que se necesitar¨¢n m¨¢s de 200.000 millones.
R. Me parece una temeridad dar una cifra. El coste para la Administraci¨®n vendr¨¢ por los ajustes laborales, pero ni est¨¢ determinado el n¨²mero de excedentes ni las modalidades.
P. Habr¨¢, pues, excedentes.
R. Parece obvio que es imposible mantener las plantillas en la construcci¨®n naval en los pr¨®ximos tres o cuatro a?os, porque es un sector donde se producir¨¢ una reducci¨®n de capacidad notable. Nuestra idea es hacer los ajustes del modo menos traum¨¢tico posible. Aunque los astilleros de Sevilla y Puerto Real (C¨¢diz) parecen los m¨¢s perjudicados, existen perspectivas de contratos que mejorar¨ªan la situaci¨®n de estas factor¨ªas.
P. A prop¨®sito, ?qu¨¦ va a pasar en Hunosa?
R. Ha quedado garantizado el horizonte a largo plazo de la compa?¨ªa e incluso hay alternativas de reindustrializaci¨®n para la zona. La principal dificultad est¨¢ en el convenio. Pero no hay razones para no cerrar este tema, salvo que alguien quiera mantener abierto un foco de conflicto.
P. ?Surgir¨¢n nuevos sectores donde habr¨¢ que hacer cirug¨ªa?
R. Aqu¨ª todos los meses estamos tratando con problemas de empresas que tienen crisis industrial o financiera. El grado de intervenci¨®n var¨ªa mucho con la naturaleza de las empresas y con la gravedad de su situaci¨®n.
P. En las el¨¦ctricas tambi¨¦n les ha salido un agujero. ?Hubo brusquedad por parte del Gobierno al poner sobre el tapete la crisis de FECSA?
R. Lo que niego es que el Gobierno haya tenido protagonismo en la crisis y en c¨®mo se ha producido. La decisi¨®n de suspender la cotizaci¨®n tiene su origen en la Bolsa de Madrid.
EL 'riesgo FECSA'
P. ?Pero puede afectar a la credibilidad financiera del Reino de Espa?a?
R. El llamado riesgo FECSA no es un riesgo soberano, y en modo alguno puedo admitir un paralelismo entre lo que pueda ser el rate al Reino de Espa?a con la situaci¨®n financiera de una empresa, por muy compa?¨ªa de servicios p¨²blicos que sea. Adem¨¢s, la situaci¨®n de FECSA es muy distinta a la del resto del sector, aunque las compa?¨ªas el¨¦ctricas sufrir¨¢n este a?o unas dificultades de financiaci¨®n que ser¨¢n pasajeras.P.Pero se asegura que la Administraci¨®n no tendr¨¢ m¨¢s remedio que intervenir.
R. La modificaci¨®n del sistema de compensaciones y el tratamiento distinto de los costes diferidos pueden ayudar a esta compa?¨ªa. Tambi¨¦n hemos facilitado que los 18.000 millones del fondo de saneamiento vayan a FECSA. La responsabilidad de la Administraci¨®n es fijar un marco estable para el sector, no resolver un problema entre accionistas y acreedores de una compa?¨ªa en una crisis muy seria.
P. ?Nunca ha pensado en que el Estado tuviera al final que hacerse cargo de la empresa?
R. Nunca, nunca he pensado en la posibilidad de la nacionalizaci¨®n. La soluci¨®n de que fuera absorbida por Endesa significar¨ªa hacer caer a ¨¦sta. Estoy convencido de que FECSA acabar¨¢ encontrando un equilibrio entre los intereses contrapuestos, porque todos tendr¨ªan m¨¢s que perder de no llegar a un acuerdo.
P. ?Cu¨¢ndo estar¨¢ saneada?
R. Con las proyecciones financieras del plan, si ¨¦ste tiene ¨¦xito, la compa?¨ªa estar¨¢ saneada en 1992, entre otras cosas porque se ver¨ªa liberada de 18.000 millones de intereses cada a?o durante un per¨ªodo de seis.
Privatizar empresas
P. ?La pol¨ªtica para la empresa p¨²blica es reducir p¨¦rdidas y privatizar lo que se pueda?
R. La pol¨ªtica del INI est¨¢ centrada en continuar con el saneamiento en las empresas en crisis y en constituir subholdings que le permitan, por dimensi¨®n, competir a nivel europeo. La salida a bolsa de determinadas compa?¨ªas se considera buena por razones econ¨®micas y de disciplina financiera. A corto plazo, las operaciones que se pueden contemplar son la de Endesa y un poco m¨¢s tarde la del Instituto Nacional de Hidrocarburos. M¨¢s a largo plazo no excluyo ninguna en principio.
P. ?Y en cuanto a p¨¦rdidas?
R. Lo que constatamos en el INI es una reducci¨®n sustancial de p¨¦rdidas. Las previsiones para este a?o son bajar de 117.000 millones a unos 100.000 millones.
P. ?La industria espa?ola tiene futuro?
R. En general, la industria se est¨¢ comportando bien. Asistimos a una gran actividad por el lado de la oferta en toda la industria de consumo. En bienes de equipo lo que se produce son importaciones, porque el empresario que invierte quiere lo mejor y m¨¢s moderno. Espa?a esta teniendo en todos los sectores un gran atractivo para la industria europea. Pero tan importante como esa reactivaci¨®n de la inversi¨®n me parece el ir construyendo unas estructuras donde se d¨¦ m¨¢s importancia al desarrollo tecnol¨®gico, donde la calidad y el dise?o del producto pasen a primer¨ªsimo plano, donde la batalla de la exportaci¨®n ya no dependa tanto de incentivos como de la creaci¨®n de redes comerciales que aseguren una penetraci¨®n estable en el exterior. Tambi¨¦n un proceso de concentraci¨®n empresarial o de crecimiento en el tama?o de las empresas.
P. ?Qu¨¦ plazo tenemos para alcanzar a franceses o italianos, por ejemplo?
R. Tenemos una fecha clara, que es 1992. Para ese a?o, con la constituci¨®n del mercado ¨²nico europeo, realmente nuestra industria tiene que haberse transformado profundamente.
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