Los bancos financiar¨¢n por separado la campa?a electoral de los partidos pol¨ªticos

El Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE) y el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) han empezado a firmar, con algunos bancos por separado, las p¨®lizas de cr¨¦dito que garanticen que tendr¨¢n recursos para hacer frente a los gastos en que incurran ante la convocatoria de elecciones municipales, auton¨®micas y al Parlamento Europeo. La posibilidad de que algunos de los grandes bancos volvieran a repetir la experiencia de las pasadas elecciones legislativas, concediendo pr¨¦stamos de forma conjunta con garant¨ªas globales, ha sido desestimada definitivamente. El PSOE recibir¨¢ unos 1.700 millones de pesetas, mientras que Alianza Popular tendr¨¢ la mitad y el CDS obtendr¨¢ 500 millones.

Los grandes bancos nacionales han optado definitivamente por no formalizar un grupo homog¨¦neo a la hora de conceder financiaci¨®n a los partidos pol¨ªticos para la pr¨®xima convocatoria electoral y cada uno formalizar¨¢ las cantidades que considere necesarias, aunque, se espera que se sigan ciertas reglas generales que limiten de hecho la cantidad que cada partido pol¨ªtico reciba.Estas reglas se refieren en primer lugar a tratar de conseguir que todo lo que se de se pueda recuperar" lo que implica que en esta ocasi¨®n ning¨²n banco tratar¨¢ de apostar p¨²blicamente por un opci¨®n concreta que no se corresponda con los resultados que las encuestas de opini¨®n pueden ir reflejando. Otra cosa es, se se?ala en algunas entidades financieras, que alg¨²n banco en concreto decida conceder cr¨¦ditos por encima de lo previsible a alguna formaci¨®n pol¨ªtica.

En este sentido se destaca que al partido socialista se le conceder¨¢n entre todos los bancos unos 1.700 millones de pesetas, que se repartir¨¢n por cuota de mercado entre los bancos, y que ya han empezado a firmarse en la semana pasada. El CDS recibir¨¢ 500 millones de pesetas por el mismo procedimiento de reparto y Alianza Popular se tendr¨¢ que conformar con unos 800 millones de pesetas.

Lo normal, se se?ala en medios financieros, es que esta ¨²ltima formaci¨®n pol¨ªtica recibiera una cantidad superior pero los adelantos desembolsados en los ¨²ltimos meses para hacer frente a los problemas de tesorer¨ªa de este partido pol¨ªtico exigen reducir los fondos destinados a la campa?a electoral. Algo similar ocurre con el Partido Dem¨®crata Popular, que ha recibido dinero para poder funcionar en los ¨²ltimos meses, y no pasa, sin embargo, con el Partido Liberal, que no ha pedido anticipos a los bancos.

Fuera del grupo

La decisi¨®n de los grandes bancos nacionales de no volver a formar un grupo que conceda de forma global la financiaci¨®n a los partidos pol¨ªticos se explica en la actualidad por la negativa formal de algunos d¨¦ estos bancos a formar parte del mismo (Banesto, Bilbao, Vizcaya y Santander) en funci¨®n de que consideran que el ejemplo anterior dej¨® mal parada la imagen de la banca. Sin embargo, se se?ala en otros medios del sector, la experiencia fue relativamente buena, ya que ha sido la vez que m¨¢s dinero se ha recuperado de los cr¨¦ditos electorales, y lo que desestabiliz¨® la f¨®rmula fue el fracaso de la "opci¨®n Roca" por la que apostaron todos ellos al un¨ªsono.

Como quiera que en esta ocasi¨®n no existe este tipo de opci¨®n, ni nada que se le parezca, no extra?a que los bancos quieran ir por separado ya que, con toda probabilidad, van a apostar "a seguro" y no existir¨¢n problemas de pedir responsabilidades posteriores por hipot¨¦ticos fracasos en las urnas.

De todas formas las posiciones sobre la financiaci¨®n electoral a los partidos pol¨ªticos siguen siendo dispares entre los grandes bancos nacionales y mientras unos afirman que nunca hubo intenci¨®n formal de volver a constituir un grupo que financiara globalmente, otros no dudan en afirmar que rechazaron la invitaci¨®n que el resto d¨¦ bancos les hizo para entrar en ese grupo.

La experiencia de las pasadas elecciones, con la deuda pendiente del grupo liderado por Miguel Roca, y las posteriores declaraciones de algunos presidentes de bancos se?alando el "desastre" que hab¨ªa sido aquella f¨®rmula parecen haber hecho desistir a los responsables de los bancos de intentar de nuevo la misma operaci¨®n. No parece que nadie quiera reconocer que el "desastre" lo provoc¨® el haber apostado por una formaci¨®n a la que las encuestas no daban pr¨¢cticamente representaci¨®n parlamentaria.