Felipe Gonz¨¢lez recibe hoy a Nicol¨¢s Redondo

Nicol¨¢s Redondo, secretario general de UGT, se entrevista hoy con Felipe Gonz¨¢lez, presidente del Gobierno. Hace casi cinco meses que ambos no han mantenido un contacto oficial de este tipo, aunque haya habido conversaciones telef¨®nicas y al menos una entrevista cuyo contenido no ha trascendido.La reuni¨®n de hoy tiene para el sindicato un ¨²nico sentido: la reanudaci¨®n de las relaciones institucionales que deben existir entre un Gobierno democr¨¢tico y los sindicatos de clase. Redondo ha hablado en estos ¨²ltimos d¨ªas con Marcelino Camacho, secretar¨ªo general de CC OO, para unificar criterios ,estrictamente sindicales" en la entrevista con Gonz¨¢lez. En Comisiones no se ha recibido todav¨ªa invitaci¨®n alguna pata ver al presidente. La reuni¨®n de hoy se produce sin que las tensiones entre Gobierno y sindicato hayan cedido.

Las relaciones entre el sindicato y el Gobierno han sido dificiles desde la llegada de los socialistas al poder, en octubre de 1982. Las discrepancias estallaron de forma expl¨ªcita con la reconversi¨®n. Ya antes, en 1983, la forma como se aplic¨® la jornada de 40 horas provoc¨® los primeros conflictos e ntre los socialistas. Pero el enfrentamiento m¨¢s duro se produjo con el tratamiento que dar a los excedentes de la reconversi¨®n. Curiosamente, el protagonista fue, por parte del Gobierno, el mismo de ahora: Carlos Solchaga, entonces ministro de Industria. Enfrente de ¨¦l, Jos¨¦ Luis Corcuera, entonces secretario de acci¨®n sindical de UGT.

Una larga historia

A partir de ese momento, las discrepancias entre UGT y el Gobierno socialista han ido en aumento. La reforma de pensiones en 1985 profundiz¨® las heridas. En todas las ocasiones hab¨ªa encuentros entre Gonz¨¢lez y Redondo que aparentemente Pon¨ªan fin a lo que ya eran aut¨¦nticas batallas. El tiempo ha demostrado que no era as¨ª.

La OTAN, las llamadas a la flexibilidad del mercado de trabajo- efectuadas a lo largo de 1986, la insistencia en la moderaci¨®n salarial y sobre todo las declaraciones de los responsables econ¨®micos a favor de una pol¨ªtica que Nicol¨¢s Redondo no ha tenido empacho en calificar de neoliberal..., son algunos de los puntos de fricci¨®n que han situado a UGT y al Gobierno socialista cada vez m¨¢s1ejos. Por debajo, como gran problema de fondo, el distinto modelo de sociedad que cada uno propugna.

Si Redondo afirmaba a poco de subir el PSOE al poder que el sindicato apoyar¨ªa cr¨ªticamente al Gobierno, a los pocos meses sus palabras fueron adquiriendo un tono m¨¢s ¨¢cido. Y comenz¨® a hablar de "prepotencia en el ¨¢rea econ¨®mica", de una pol¨ªtica que aumentaba las desigualdades sociales, de que UGT hab¨ªa cedido demasiado ante el Gobierno... Cinco a?os de Gobierno hab¨ªan sido suficientes para hacer saltar nudos que se consideraban indisolubles. "El problema", dec¨ªa un sindicalista, "es que UGT est¨¢ donde estaba desde el principio. El PSOE, evidentemente, no".