Un presidente absoluto
Su imagen est¨¢ presente en todos los rincones del pa¨ªs, incluso en los m¨¢s remotos. Con casco en el frente, con el traje t¨ªpico kurdo en las euf¨®ricamente lla madas "provincias del Norte" vestido de telefonista en el palacio de Telecomunicaciones, ante un micr¨®fono, con una ni?a... las variaciones son infinitas, Sadam Husein Takriti, presidente de Irak desde julio de 1979, se mantiene firme en el poder e incontestable dentro del partido Baaz.?sa es al menos la idea que se desprende de las manifestaciones masivas que el pasado 28 de abril, fecha de su 50? cumplea?os, se desarrollaron en todo el pa¨ªs. Cerca de medio mill¨®n de personas se congregaron con tal motivo en la calle de, Palestina. El inicio del Ramad¨¢n -que coincid¨ªa con esa fecha-fue retrasado un d¨ªa para no deslucir los festejos.
Jefe del Estado y del Gobierno, el presidente es tambi¨¦n secretario general del partido Baaz, jefe supremo de las fuerzas armadas y presidente del Consejo de Mando de la Revoluci¨®n (CMR), verdadero ¨®rgano de poder del pa¨ªs cuyos miembros puede nombrar a discreci¨®n.
En definitiva, un poder absoluto y personal que le permite controlar todos los resortes del Estado con un m¨ªnimo esfuerzo por mantener una apariencia democr¨¢tica de las estructuras. Tras su acceso a la presidencia, el hasta entonces n¨²mero dos iraqu¨ª se comprometi¨® a establecer un Gobierno parlamentario, y un a?o m¨¢s tarde, se inauguraba la primera Asamblea Nacional, pero la separaci¨®n de poderes queda a¨²n muy lejos.
La Constituci¨®n garantiza los. derechos fundamentales y existe un sistema judicial calcado del ingl¨¦s; sin embargo, en la pr¨¢ctica, los poderes especiales atribuidos al CMR permiten la celebraci¨®n de juicios sumar¨ªsimos, la censura y la existencia de unas fuerzas de seguridad todopoderosas.
La oposici¨®n, a excepci¨®n de la guerrilla kurda, ha sido suprimida de ra¨ªz. Desde la eliminaci¨®n del Partido Comunista Iraqu¨ª, hasta las purgas dentro del propio partido Baaz, pasando ,por la represi¨®n de los shi¨ªes', el r¨¦gimen ha logrado acallar toda disidencia.
Hoy, el ¨²nico peligro potencial podr¨ªa venir de la mano de los militares, pero la actual coyuntura b¨¦lica no es precisamente la m¨¢s atractiva para una aventura de ese tipo. No obstant¨¦, y aunque no han vuelto a repetirse los intentos de golpe de Estado de los primeros a?os de su mandato, Sadam Husein no duerme tres noches seguidas en el mismo sitio y su guardia personal va desarmada.
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