Aires de cambio en Se¨²l
La reestructuraci¨®n del Gobierno surcoreano, bajo las ¨®rdenes del autoritario presiden te, Chun Doo Hwan, aparece como un signo de aires de cambio en la compleja situa ci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs. La activa oposici¨®n y las protestas estudiantiles colocan en un aprieto al r¨¦gimen, sobre todo si contin¨²an las acciones vio lentas en un pa¨ªs que est¨¢ pr¨¢cticamente a un a?o de la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1988. Llegan nuevos nombres a la c¨²spide del Gobierno, con reputaci¨®n de administrado res econ¨®micos y juristas, sin v¨ªnculos directos con la influyente academia militar coreana.
El presidente Chun parece consciente de la necesidad de una transici¨®n pol¨ªtica hacia una v¨ªa m¨¢s democr¨¢tica, sobre todo en un pa¨ªs cuyo crecimiento econ¨®mico -se ha producido una especie de segundo milagro japon¨¦s- produjo una evidente elevaci¨®n del nivel de vida de los surcoreanos y una cada vez mayor penetraci¨®n de sus productos ,en el mercados mundial. El problema, seg¨²n Kim Dae Jung, radica en que los poderosos militares surcoreanos no parecen dispuestos a ceder el poder a una Administraci¨®n civil que surja de unas verdaderas elecciones democr¨¢ticas en los pr¨®ximos comicios de febrero de 1988. Kim Dae Jung es el l¨ªder de la oposici¨®n que se encuentra privado de sus derechos pol¨ªticos por haber sido condenado por el r¨¦gimen militar y exiliado a EE UU antes de poder regresar a Se¨²l en febrero de 1986.
Chun Doo Hwan parece optar por el reformismo, a riesgo de no satisfacer las demandas de la oposici¨®n. Su principal argumento es que Corea del Sur necesita ser dirigida con mano firme, sobre todo debido a los riesgos que representa el r¨¦gimen de Corea del Norte.
Para algunos observadores", la apertura de Se¨²l depende en parte de la que se produzca en Corea del Norte, donde el gran dirigente Kim il Sung mantiene uno de los sistemas comunistas m¨¢s cerrados del mundo, pero donde hay indicios de eventuales cambios ante la nueva directriz de EE UU de aceptar contactos informales entre diplom¨¢ticos de ambos pa¨ªses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.