El te¨®logo Boff afirma que no tiene inter¨¦s en provocar al Papa

Leonardo Boff, el te¨®logo de la liberaci¨®n brasile?o a quien Roma recomend¨® guardar un a?o de silencio por "poner en peligro la sana doctrina de la fe" en su libro Iglesia, carisma y poder, se encuentra en Barcelona, donde ha recibido el Premio Internacional Alfonso Com¨ªn por su lucha en favor de los oprimidos. Boff, que vuelve a estar en el centro de la pol¨¦mica eclesial por nuevas opiniones expuestas en una nueva obra, respondi¨® a las preguntas planteadas por EL PA?S.

Pregunta. Despu¨¦s del a?o de silencio que le fue recomendado por el prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, una nueva obra suya vuelve a estar en el punto de mira del Vaticano.Respuesta. Y la Iglesia se hizo pueblo est¨¢ sometida a juicio porque dicen que cometo los mismos errores que en Iglesia, carisma y poder, que no me he corregido y no he aprendido la lecci¨®n. La verdad es que el libro recoge textos con cuidado para no crear problemas.

P. ?Roma le plantea problemas?

R. Para m¨ª, el problema no es Roma; es el capitalismo, la manipulaci¨®n que se hace de la religi¨®n contra su naturaleza No tengo inter¨¦s en provocar a Roma; al rev¨¦s: en conquistar al Papa y a Ratzinger para que apoyen a la Iglesia m¨¢s comprometida. No tengo ninguna animosidad, pero Roma tiene los ojos que tiene. Todo lo que es la Ramada Iglesia popular no les gusta, y los pobres han conquistado espacio en los ¨²ltimos a?os dentro de la Iglesia. Ahora vemos que este proceso est¨¢ truncado. Mi reflexi¨®n va en esa l¨ªnea, que implica cambios hasta el d¨ªa en que tengamos no un Papa populista, sino un Papa popular.

P. La Iglesia, despu¨¦s del Vaticano II, inici¨® un proceso de cambio sobre su manera de ver el marxismo. Sin embargo, el ¨²ltimo libro del cardenal Ratzinger, Iglesia, ecumenismo y pol¨ªtica, vuelve a situar al marxismo en las ant¨ªpodas del cristianismo.

R. Ratzinger tiene una visi¨®n estalinista del marxismo. Una visi¨®n que resulta anacr¨®nica para los propios marxistas, aunque a ¨¦l le resulta c¨®moda porque le ayuda a combatirlo. Ratzinger ocupa un puesto importante en la pir¨¢mide eclesi¨¢stica. Se encarga de la vigilancia de la doctrina y tiene que ver con la conducci¨®n pol¨ªtica de la Iglesia, porque ¨¦sta no produce bienes materiales, a pesar de esc¨¢ndalos como el de la banca vaticana. En cambio, el que est¨¢ en la base, con el pueblo oprimido asimila el marxismo con la respiraci¨®n profunda, porque para el pueblo puede ser una forma de liberarse. Si me pregunta si soy cristiano o marxista, yo digo que soy un cristiano que asimila y que ha aprendido de Marx, y por eso ha hecho de la fe algo m¨¢s mordiente.