M¨¢s barricadas

La presentaci¨®n en Madrid del ¨²ltimo disco de Barricada comenz¨® sin que se pudiese escuchar al cuarteto de Pamplona. La causa no fue el deficiente sonido que existi¨® durante los primeros minutos de la actuaci¨®n, sino un p¨²blico que se sab¨ªa todas las canciones, las coreaba a grito pelado y casi tapaba al grupo.Lo importante de Barricada no es la calidad del sonido, puesta en escena o sofisticaci¨®n en los arreglos. Representan la energ¨ªa primaria y rebelde del rock, donde lo superfluo no existe y se va directamente al grano.

Canciones basadas en duros y sencillos riffs de guitarras, con melod¨ªas muy logradas y textos que arremeten contra el poder pol¨ªtico (Sabes hablar bien), se acercan al campo andaluz (Campo amargo), a los squatters (Okupaci¨®n) y tratan el amor de manera elemental pero sin rodeos (No s¨¦ qu¨¦ hacer contigo).

El rock and roll de Barricada tiene algunos puntos en com¨²n con el de Burning y los desaparecidos, Le?o -no en vano Rosendo es el productor de sus dos ¨²ltimos elep¨¦s-, su p¨²blico es para poner en una vitrina y no falt¨® ni la abuela rockera, que a sus 86 a?os no se pierde una actuaci¨®n de los pamplonicas.

Es el esp¨ªritu del rock por derecho, entroncado con los. problemas y aspiraciones de aquellos a quienes el t¨®pico ha arrinconado en el t¨¦rmino menos favorecidos y que encuentran en Barricada unos compa?eros de viaje id¨®neos.

No quedan en el panorama del rock espa?ol muchos grupos de estas caracter¨ªsticas, y los que contin¨²an resistiendo no transitan precisamente por caminos de rosas, cuando una de las cosas que necesita nuestra m¨²sica es, precisamente, m¨¢s barricadas.