Una bomba acaba con el primer ministro liban¨¦s

El horror vino, una vez m¨¢s, de L¨ªbano, escenario ayer de uno de los magnicidios m¨¢s espectaculares de los ¨²ltimos tiempos. El primer ministro dimisionario, Rachid Karame, fue asesinado cuando regresaba en un helic¨®ptero militar desde su regi¨®n natal de Tr¨ªpoli a su puesto de trabajo, en el sector occidental, o musulm¨¢n, de Beirut. Una carga explosiva colocada debajo de su asiento le tritur¨®, malhiri¨® a sus acompa?antes y envi¨® al limbo la apenas reci¨¦n proclamada paz siria.

Karame era un hombre met¨®dico. Ocurriera lo que ocurriera, ¨¦l pasaba los fines de semana con sus familiares y amigos de Tr¨ªpoli, al norte del pa¨ªs. Para hacer los viajes de ida y vuelta, sobrevolaba en un helic¨®ptero militar diversas ¨¢reas en conflicto, sin que a nadie se le ocurriera disparar contra ese musulm¨¢n sun¨ª, de 66 a?os, que nunca se hab¨ªa implicado en hechos sangrientos.La regi¨®n de Tr¨ªpoli est¨¢ firmemente controlada desde hace a?os por las tropas sirias, y se ten¨ªa por una de las m¨¢s estables y pac¨ªficas del pa¨ªs. Pero desde ayer se sabe que no hay rinc¨®n seguro en L¨ªbano. La bomba que mat¨® a Karame fue colocada all¨ª, nadie sabe a¨²n c¨®mo.

Eran las 9.30 de la ma?ana (8,30, hora peninsular espa?ola), y el helic¨®ptero Puma hac¨ªa unos cinco minutos que hab¨ªa despegado de Tr¨ªpoli, en direcci¨®n a Beirut. El aparato sobrevolaba la aldea marinera de Enfe, a¨²n bajo control de las tropas de Damasco, y llevaba siete hombres a bordo: los cinco miembros de la tripulaci¨®n y la escolta, el ministro del Interior, Abdal¨¢ Racy, y el primer ministro, que hab¨ªa presentado su dimisi¨®n a comienzos de mayo, aunque a¨²n no le hab¨ªa sido aceptada.

El artefacto explosion¨® bajo el asiento de Karame y, al parecer le mat¨® en el acto. Los otros pasajeros resultaron gravemente heridos, aunque el piloto acert¨® a controlar el aparato y hacerlo descender en llamas en el aer¨®dromo militar de Halat, en cant¨®n cristiano, a 32 kil¨®metros a norte de Beirut. Desde all¨ª, Karame, Racy y los dem¨¢s fueron transportados a un hospital de la vecina ciudad portuaria de Yebeil, el Biblos fenicio.

La reacci¨®n a la noticia de la muerte en atentado del primer ministro fue t¨ªpicamente libanesa. Cientos de miles de personas de todas las confesiones lloraron sinceramente, tanto por el fallecimiento como por su pa¨ªs y por ellos mismos. Unos cuantos centenares de milicianos descargaron su rabia con tiros al aire. Las emisoras musulmanas interrumpieron sus programas y comenzaron a emitir versos del Cor¨¢n, mientras las cristianas daban m¨²sica cl¨¢sica europea.

Gemayel llora

El presidente, Am¨ªn Gemayel, que no ve¨ªa personalmente a su primer ministro desde hace a?o y medio, acudi¨® al hospital de Biblos y no pudo contener el llanto. Luego anunci¨® la creaci¨®n inmediata de una comisi¨®n de investigaci¨®n en la que nadie crey¨®. En L¨ªbano, en la mayor¨ªa de los casos nadie se responsabiliza de los atentados, y aunque lo hagan, la justicia y la polic¨ªa son pr¨¢cticamente inexistentes.

[Gemayel nombr¨® como primer ministro en funciones al ministro de Educaci¨®n, Salim Hoss, un musulm¨¢n sun¨ª como Karame, informa Reuter. Hoss, de 56 a?os, ocupar¨¢ el cargo hasta la formaci¨®n de un nuevo Gabinete.]

A primeras horas de la tarde, cuatro explosiones se produjeron en el barrio beirut¨ª de Serail, donde el fallecido Karame ten¨ªa las oficinas a las que regresaba cuando la muerte le alcanz¨® en pleno vuelo. Los artefactos estaban escondidos en montones de basura, y aunque no hirieron a nadie, sembraron e? p¨¢nico entre automovilistas y paseantes.

Beirut Oeste ha sufrido un total de 131 explosiones de este tipo desde la entrada de las tropa sirias en el lado musulm¨¢n de la capital el pasado 22 de febrero.

Precedido por dos camiones militares sirios y gendarmes motorizados libaneses, el furg¨®n funerario que transportaba el cad¨¢ver del primer ministro lleg¨® a las cuatro de la tarde a la capital de su regi¨®n natal.

Desde el hospital de Biblos hasta la ciudad, miles de personas vieron pasar al cortejo. Muchas dec¨ªan: "Karame es el alma de Dios. Geagea -dirigente de las milicias falang¨ªstas cristianas- es el enemigo del Se?or". Los musulmanes libaneses ya han dictado condena.