Huelga hospitalaria, ?por y para qu¨¦?
La huelga que mantienen desde hace ya tres meses los m¨¦dicos de los hospitales p¨²blicos ha perjudicado notablemente a los usuarios y es probablemente el per¨ªodo conflictivo m¨¢s prolongado de la sanidad p¨²blica espa?ola. El autor analiza las medidas adoptadas por la Administraci¨®n para poner fin a la huelga.
Probablemente no haya existido, dentro de la sanidad p¨²blica, un per¨ªodo tan conflictivo como el que se vive desde hace ya tres meses. Las huelgas en los hospitales han perjudicado notablemente a los usuarios de los servicios sanitarios Era previsible el surgimiento de situaciones de tensi¨®n laboral dentro del sistema sanitario p¨²blico. Esto es as¨ª puesto que la creaci¨®n del Sistema Nacional de Salud requiere el desarrollo de una serie de medidas que necesariamente afectan a la pol¨ªtica de personal.Habiendo llegado a un acuerdo con la mayor¨ªa de las centrales sindicales m¨¢s representativas respecto al sistema retributivo y a las cuant¨ªas de las retribuciones m¨¦dicas, as¨ª como en relaci¨®n al establecimiento de un calendario de negociaci¨®n del estatuto marco, llama poderosamente la atenci¨®n que persista la conflictividad entre los m¨¦dicos hospitalarios.
En breves l¨ªneas intentar¨¦ explicar las razones que niegan los supuestos motivos aducidos por las organizaciones que mantienen o alientan la huelga.
Dos son los hechos tangibles que demuestran claramente la voluntad negociadora de la Administraci¨®n. En primer lugar, despu¨¦s de unas dif¨ªciles y largas negociaciones, se ha llegado a un acuerdo salarial con la central sindical de mayor representatividad en el estamento m¨¦dico del Insalud, la CEMS, que compart¨ªa y desarrollaba un acuerdo previo suscrito por UGT y ELASTV. En segundo lugar, en otra pieza clave de la reforma sanitaria, como es el decreto sobre organizaci¨®n hospitalaria, se lleg¨® a un amplio acuerdo con la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial, reconoci¨¦ndose as¨ª p¨²blicamente por los m¨¢ximos responsables de esta corporaci¨®n.
No solamente se ha demostrado una voluntad negociadora con las organizaciones indicadas, sino que tambi¨¦n se ha recibido, escuchado, dialogado y debatido con otras organizaciones y asociaciones profesionales. A iniciativa de la Administraci¨®n se celebraron reuniones con la llamada Coordinadora de Hospitales y el sindicato minoritario FESIME-CSIF. El sindicato FESIME-CSIF denunci¨® la intransigente posici¨®n de la coordinadora, mientras que los portavoces de este colectivo se negaron a desconvocar la huelga, a pesar de haberles ofertado la constituci¨®n de sendas mesas de trabajo sobre participaci¨®n de los profesionales en los hospitales y estatuto.
Esta oferta sigue estando vigente, siempre que previamente se haya desconvocado la huelga y se hayan restablecido unos ritmos de trabajo tendentes a normalizar la situaci¨®n asistencial en aquellos hospitales donde se haya deteriorado. Sin embargo, con la misma seguridad que se ofrece el di¨¢logo y con el mismo rigor con el que se implantan las medidas necesarias para proteger los derechos de los usuarios, se debe ser firme en el cumplimiento de los acuerdos suscritos con las centrales sindicales mayoritarias, no pudiendo aceptar aquellos planteamientos que traten de conculcarlos.
Participaci¨®n
El anteriormente mencionado decreto sobre hospitales establece las bases para asegurar la plena participaci¨®n de los profesionales en la gesti¨®n hospitalaria. Esto no quiere decir que, como algunos pretenden, sean los m¨¦dicos quienes gobiernen el hospital, sino que existen ¨®rganos colegiados de participaci¨®n con representaci¨®n mayoritaria de los facultativos, tan importantes como la Junta T¨¦cnico Asistencial, que eval¨²a las necesidades de plantillas, equipamientos, etc¨¦tera, o la Comisi¨®n Central para la Garant¨ªa de la Calidad, la cual establece las condiciones y controles necesarios para mejorar la calidad asistencial. No deja de resultar parad¨®jico que los supuestos defensores ac¨¦rrimos de la implicaci¨®n de los profesionales en la gesti¨®n del hospital hayan utilizado como medida de presi¨®n la no participaci¨®n en los anteriormente mencionados ¨®rganos colegiados.
La Administraci¨®n sanitaria ha procedido a asentar las bases para una mejora de la calidad cient¨ªfico-t¨¦cnica. En primer lugar, se ha dado un soporte organizativo para la plena participaci¨®n de los profesionales en la gesti¨®n de la calidad asistencial, como se recoge en el aludido decreto sobre hospitales. En segundo lugar, se ha. elaborado un amplio programa de inversiones hospitalarias, presentado en febrero del presente a?o, tanto para la adquisici¨®n de equipos m¨¦dicos como para la construcci¨®n y remodelaci¨®n de hospitales.
Los profesionales que denuncian supuestos defectos de equipamiento en los hospitales p¨²blicos parecen olvidar que los hospitales del Insalud son, en general, los mejor equipados en la sanidad espa?ola -tanto p¨²blica como privada-, y olvidan que la calidad de la asistencia reside m¨¢s en los propios profesionales que en los aparatos que manejan. El conflicto sanitario, que tiene por principal perjudicado al usuario de los servicios san¨ªtarios p¨²blicos, no responde a las supuestas razones aludidas por sus promotores: ha existido di¨¢logo, los salarlos acordados son suficientes, los profesionales participan en la gesti¨®n y se han sentado las bases para mejorar la calidad asistencial de los hospitales. Es cierto que queda mucho por hacer, pero esto no debiera ser un motivo para la huelga, cuando por parte de la Administraci¨®n existe una manifiesta voluntad de defensa y mejora de la sanidad p¨²blica.
Se debe demandar a los instigadores de este conflicto sus motivaciones reales: el por y el para qu¨¦ de esta huelga que tan gravemente lesiona los leg¨ªtimos intereses de los usuarios de los servicios sanitarios p¨²blicos. Se ha dicho por algunos que uno de los sustratos del conflicto es una batalla por la representatividad de los m¨¦dicos hospitalarios. En este caso se estar¨ªa instrumentalizando al paciente para una guerra sindical, mientras que una vez aprobada la ley de ¨®rganos de representaci¨®n y participaci¨®n del personal al servicio de las Administraciones p¨²blicas todas las organizaciones podr¨¢n mostrar su verdadera implantaci¨®n en muy breve plazo.
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