El regreso de un viajero independiente
Un periodista c¨¦lebre que ahora publica su obra
Hoy hace 100 a?os fue d¨ªa de Corpus, y ¨¦sa fue la raz¨®n de que a Andr¨¦s Rafael Cayetano Garc¨ªa de la Barga y G¨®mez de la Serna le a?adieran el nombre de Corpus, origen de un seud¨®nimo extra?o y a la vez feliz, pues la memoria lo retiene como un punto final. Quien hab¨ªa de firmar con ¨¦l miles de art¨ªculos, algunas novelas y unas memorias notables fue sorprendido en Par¨ªs por la Gran Guerra y nombrado corresponsal sobre la marcha. Ya quedar¨ªa enredado para siempre en el viaje sin pausa hasta su muerte, en Lima en 1975, salvo el par¨¦ntesis de los a?os en que fue corresponsal en su propio pa¨ªs en guerra.
P¨ªo Baroja le evoc¨® en sus memorias como "un hombre alto y rubio, de ideas un tanto subversivas", y no deb¨ªa de andar muy descaminado en su impresi¨®n, porque Corpus Barga, que se hab¨ªa inclinado m¨¢s a las ciencias que a las humanidades en sus estudios, se march¨® a Par¨ªs cuando ten¨ªa veintipocos a?os, "harto de aquel Madrid en el que me revolv¨ª contra todo", y despu¨¦s de haber tenido algunos problemas con un semanario sat¨ªrico llamado Menipo.Hab¨ªa salido con la intenci¨®n de llegar a Inglaterra o Alemania. La muerte de Tolstoi -sobre el banco de una estaci¨®n, esperando un tren que era el de la hu¨ªda- le hizo escribir un art¨ªculo para La Correspondencia Espa?ola que fue comentado por Unamuno en las p¨¢ginas de prestigio de El Imparcial, y esto supuso tal reputaci¨®n que tuvo que regresar a Espa?a.
Volvi¨® a salir al poco y en Par¨ªs le sorprendi¨® la guerra mundial, que le convirti¨® autom¨¢ticamente en el redactor en Par¨ªs de La Correspondencia Espa?ola. Comenz¨®, pues, en 1914, un viaje muy largo que no terminar¨ªa hasta 1975, con el resultado de miles de art¨ªculos, algunas novelas y cuatro vol¨²menes de memorias (Los pasos contados, Alianza Tres), que apenas ahora comienzan a ser recopilados y sistematizados para su publicaci¨®n. La Editorial J¨²car saca a la calle estas semanas varias de sus obras.
"Como periodista fue superado por pocos", dice Arturo Ramoneda, catedr¨¢tico de Literatura y especialista en el autor. No s¨®lo el repaso de la obra de Corpus Barga es el de la prensa espa?ola importante de antes de la guerra, sino que es tambi¨¦n un recorrido por la historia contempor¨¢nea, las preocupaciones del exilio republicano y los principales peri¨®dicos americanos -El Comercio, de Lima; La Naci¨®n, de Buenos Aires; El Nacional, de Caracas...-, desde 1948, cuando le encargaron que fundara la escuela de periodismo de la universidad de San Marcos, en Lima.
La elegancia de un autor
La paradoja de la vida de Corpus Barga es que durante d¨¦cadas fue uno de los periodistas m¨¢s notables de su tiempo y que al final tuvo serias dificultades para publicar sus novelas y memorias; los editores no se arriesgaban a publicar la obra de alguien cuyo olvido hab¨ªa forzado la historia (sus anteriores libros los hab¨ªa publicado en los a?os treinta), y ello hizo que los manuscritos de Corpus Barga tuvieran que peregrinar como los de un novato. El hechizo de la triste marquesa, terminada en 1947, no fue publicada hasta 1968, en Lima, con el nombre de La baraja de los desatinos, y hasta 1979, con su nombre original, en Seix Barral.Francisco Ayala, que coincidi¨® con ¨¦l en Berl¨ªn, en Par¨ªs y luego en Valencia, durante la retirada republicana previa a la derrota, subraya de ¨¦l una actitud elegante, ajena a las intrigas del mundillo literario, como si no le importara la creaci¨®n de una Obra. Ramoneda, aunque observa que el hecho de ser casi in¨¦dito al final de su vida le produc¨ªa cierto desasosiego, coincide en la idea de Ayala: [Corpus Barga] "debi¨® de ser el ¨²nico escritor del siglo XX que jam¨¢s se preocup¨® de reunir en un libro lo que hab¨ªa publicado".
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