Suben los regionalistas que abandonaron Coalici¨®n Popular

ALEX GRIJELMO El mapa pol¨ªtico que se deriva de las elecciones celebradas el mi¨¦rcoles para la elecci¨®n de 13 nuevos Parlamentos aut¨®nomos da un nuevo protagonismo a los regionalistas, que tienen la oportunidad de convertirse en un factor decisivo para la formaci¨®n de mayor¨ªas. En general, se trata de partidos de car¨¢cter conservador, que incluso en elecciones pasadas se presentaron coligados con Alianza Popular. ?ste es el caso de algunos de los que experimentan las subidas m¨¢s claras despu¨¦s de haberse desprendido de tal compa?¨ªa: Uni¨®n Valenciana, Uni¨®n del Pueblo Navarro y Partido Aragon¨¦s Regionalista.

Junto a esos ascensos, a otros partidos similares se les presenta una situaci¨®n en la que sus esca?os pueden ser decisivos, dado el nuevo reparto.Es el caso de Uni¨®n Mallorquina, cuyos cuatro representantes quedan en situaci¨®n de pactar en el Parlamento balear para impedir que el PSOE forme gobierno. Otro tanto ocurre en La Rioja, donde el Partido Riojano Progresista conserva dos esca?os que ahora cobran un nuevo valor porque los socialistas s¨®lo aventajan en uno a Alianza Popular.

Dentro del reforzamiento del papel de este tipo de grupos, el Partido Regionalista de Cantabria gana tres esca?os; y aparece en la escena pol¨ªtica Uni¨®n Democr¨¢tica Foral (UDF) (de Jaime Ignacio del Burgo, ex presidente de la comunidad), que logra tres en Navarra. Es viable que estos tres esca?os de UDF se sumen en las votaciones en la Asamblea a los 14 de Uni¨®n del Pueblo Navarro, con lo cual los dos partidos navarristas constituir¨ªan un elemento de gran influencia; hasta el punto de que -con el apoyo de AP- tienen la posibilidad de hacerse, en teor¨ªa, con la presidencia. El PSOE s¨®lo podr¨ªa pactar con el CDS para superar esos votos.

En Canarias tambi¨¦n eleva su representaci¨®n la Agrupaci¨®n Independiente Canaria, que pasa de 9 a 10 esca?os, y otros seis van a parar a partidos independientes propios de la comunidad (Asamblea Majorera y otros).

No son ¨¦stos los ¨²nicos partidos regionalistas presentes en el dibujo de estas elecciones. Persiste la presencia de Extremadura Unida en el Parlamento de esa comunidad; pero, curiosamente, sus cuatro esca?os salen de C¨¢ceres, mientras que en Badajoz apenas obtiene votos.

Esta regionalizaci¨®n de la derecha no hace sino confirmar una tendencia apuntada ya en otras elecciones, y concretamente en las ¨²ltimas legislativas, que dieron esca?os a Uni¨®n Valenciana, Partido Aragon¨¦s Regionalista, Agrupaci¨®n Independiente Canaria, Uni¨®n del Pueblo Navarro (aunque en Coalici¨®n Popular) y Coalici¨®n Galega, que se sumaron a grupos nacionalistas m¨¢s consolidados: PNV y CiU.

As¨ª pues -tras estas elecciones en las comunidades aut¨®nomas que siguieron la v¨ªa lenta del art¨ªculo 143 de la Constituci¨®n-, se ha producido un hecho significativo: las posiciones regionalistas se han identificado con planteamientos conservadores, y la izquierda parece haber perdido la sinton¨ªa con el electorado que reclama un mayor nivel de independencia pol¨ªtica de los dirigentes que trabajan en su propia comunidad. Son escasos -y sin mucha representaci¨®nlos partidos regionalistas de izquierda.

El m¨ªnimo de votos

El list¨®n del m¨ªnimo de votos modificado por algunas comunidades aut¨®nomas -en la mayor¨ªa se sit¨²a en el 5%, pero cinco lo han rebajado a un 3%- no ha influido en el reparto de esca?os, excepto en Navarra.

En la comunidad f¨®ral se baj¨® al 3% el porcentaje de sufragios necesario para obtener representaci¨®n, y eso ha dado paso a Alianza Popular y a Euskadiko Ezkerra, que no llegaban al 5% de los votos. Los dos esca?os de los conservadores y el que logra el partido de Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s los pierden Herri Batasuna, Eusko Alkartasuna y PSOE.

As¨ª pues, a los socialistas les ha costado un esca?o su propia reforma electoral en esta comunidad.

Voto rural

El PSOE baja algo m¨¢s de cuatro puntos en el c¨®mputo global de los votos, lo que le permite mantener todav¨ªa tina clara diferencia entre sus esca?os de eurodiputados y los que corresponden a la siguiente lista.

Pero esos cuatro puntos de p¨¦rdida parecen concentrarse en las grandes ciudades. Esto impide a los socialistas mantener la mayor¨ªa absoluta en 21 de las 27 capitales en que la consigui¨® en 1983.

Este hecho tiene su efecto tambi¨¦n en los Parlamentos auton¨®micos, y el partido en el Gobierno mantiene su mayor¨ªa absoluta en regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia; pero la pierde en Madrid, Comunidad Valenciana y Asturias, regiones industriales todas ellas donde la poblaci¨®n se acumula en grandes centros urbanos.

A falta de datos m¨¢s precisos y de mejores an¨¢lisis sociol¨®gicos, parece desprenderse que el PSOE ha mantenido su voto rural, mientras que los electores de las grandes ciudades han asumido el papel de infligir el castigo a los socialistas.

La normativa de las comunidades territoriales para designar presidente es fruto de los pactos auton¨®micos suscritos el 31 de julio de 1981 por UCD -entonces en el Gobierno- y PSOE, que dieron apoyo legislativo a esos criterios. Los estatutos prev¨¦n dos votaciones: en la primera se obtiene la presidencia s¨®lo con mayor¨ªa absoluta; y en la segunda vence el candidato con m¨¢s votos, que podr¨¢ gobernar como minor¨ªa mayoritaria.

Las conversaciones para el consenso que se producir¨¢n en las pr¨®ximas semanas propiciar¨¢n que los partidos regionalistas desempe?en por vez primera un papel protagonista.