Los maestros de las escuelas de patronato recurrir¨¢n contra su discriminaci¨®n salarial
Los maestros que ejercen en las ant¨ªguas escuelas de patronato, a quienes la Administraci¨®n no ha aplicado los nuevos incrementos salariales, se proponen recurrir colectivamente contra esta discriminaci¨®n, tras las primeras e infructuosas conversaciones mantenidas con las autoridades ministeriales.
Los profesores afectados por esta discriminaci¨®n salarial ejercen en centros de iniciativa privada, dependientes de patronatos constitu¨ªdos por entidades de car¨¢cter paraestatal en la mayor parte de los casos. Todos estos centros, conocidos en la jerga de los profesionales de la ense?anza como "escuelas de patronato", constitu¨ªan una red escolar semip¨²blica extendida por todo el territorio estatal hasta que en 1972 se convirtieron en centros privados subvencionados.Los profesores estatales eran destinados a sus plazas por la direcci¨®n provincial ministerial correspondiente, a propuesta del patronato rector. Para ello ten¨ªan que cumplir con determinados requisitos, entre ellos el de haber superado el concurso oposici¨®n para poblaciones de m¨¢s de 10.000 habitantes, ya que la mayor parte de esas escuelas se encuentran en n¨²cleos urbanos.
La Administraci¨®n declar¨® "a extinguir" todas las plazas de los profesores estatales y, posteriormente, en aplicaci¨®n de la ley Org¨¢nica reguladora del Derecho a la Educaci¨®n (LODE), otorg¨® a las escuelas el car¨¢cter de centros concertados. Muchos de los profesores de la primera ¨¦poca se jubilaron y otros abandonaron sus puestos para reintegrarse a plazas de la red p¨²blica ordinaria a trav¨¦s del mecanismo regular de los concursos de traslados. Otros, en cambio, permanecieron en sus puestos por sentirse especialmente identificados con las especiales caracter¨ªsticas pedag¨®gicas y sociales de sus centros, casi siempre vinculados a entidades o fundaciones de car¨¢cter ben¨¦fico social.
Situaci¨®n ambigua
En otros casos, en fin, las escuelas desaparecieron porque los patronatos se extinguieron o sus rectores consideraron que la nueva situaci¨®n los colocaba en una posici¨®n administrativa muy ambigua. Junto a profesores funcionarios, a los que pagaba el Estado, conviv¨ªan los contratados directamente por el centro, que hab¨ªa de sufragar sus salarios con la partida correspondiente de la subvenci¨®n estatal. Esta circunstancia obligaba al centro a cobrar cuotas a las familias hasta que ¨¦stas se suprimieron a partir de los conciertos.En esta situaci¨®n se han mantenido las cosas hasta ahora mismo, y mientras no se hace realidad la prometida homologaci¨®n salarial de los profesores de los centros subvencionados con los del Estado, en estas escuelas se plasma la diferencia salarial de manera mucho m¨¢s clara, ya que los profesores estatales y los contratados trabajan juntos.
Como consecuencia del acuerdo firmado entre los sindicatos y el Ministerio (cuando en el invierno pasado se frustr¨® una vez m¨¢s el intento de articular el nuevo Estatuto del Profesorado), la Administraci¨®n ha revisado las retribuciones salariales de sus profesores, acerc¨¢ndolas a la reivindicada y tambi¨¦n largamente prometida homologaci¨®n con las de los funcionarios no docentes. Pero a los profesores de los antiguas escuelas de patronato, inexplicablemente, no les ha aplicado esas nuevas retribuciones, lo que produce una nueva discriminaci¨®n, esta vez entre profesores de una misma categor¨ªa y cuerpo.
Unos 200 profesores en la provincia de Madrid y 2.000 en el territorio escolar gestionado directamente por la Admnistraci¨®n central pueden estar afectados por esta situaci¨®n.
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