D¨ªaz Herrera no se aclara

El coronel retirado Roberto D¨ªaz Herrera, que primero pidi¨®, despu¨¦s condicion¨® y ahora ha rechazado su asilo en Espa?a, manifest¨® ayer a las 10.30 de la ma?ana (hora local) a este enviado especial que era incapaz de decir lo que iba a hacer a las 11.00.Enflaquecido y apagado respecto a d¨ªas anteriores, aunque con expresi¨®n de confianza en s¨ª mismo que ¨¦l atribuye a la ayuda de Dios, D¨ªaz Herrera dijo, mientras com¨ªa su habitual raci¨®n de fruta, que hab¨ªa decidido no ir a Espa?a bajo ninguna circunstancia, incluso si se lo pide personalmente el presidente Felipe Gonz¨¢lez, con quien anteayer intent¨® ponerse en contacto.

El antiguo jefe de Estado Mayor paname?o, que hace diez d¨ªas formul¨® duras acusaciones contra el jefe del Ej¨¦rcito, general Manuel Antonio Noriega, explic¨® que su petici¨®n de asilo en Espa?a hab¨ªa servido para que su punto de vista "diera la vuelta al mundo", pero no se muestra satisfecho de la respuesta que le ha dado Espa?a. "Ni siquiera me ponen un avi¨®n privado", manifest¨®.

Durante la jornada del domingo D¨ªaz Herrera fue a?adiendo condiciones para su salida de Panam¨¢, hasta que a ¨²ltima hora de la tarde ley¨® por tel¨¦fono a Roberto Dorado, asesor de Felipe Gonz¨¢lez, un pliego de peticiones que van desde el restablecimiento de la libertad de expresi¨®n en Panam¨¢ hasta el permiso para visitar el apartamento de su hija, pasando por la reapertura de las clases en la universidad. Dorado contest¨® que la mayor parte de las condiciones eran temas ajenos al Gobierno espa?ol.

Finalmente, en la noche, durante una misa, interrumpi¨® la homil¨ªa para anunciar que nunca abandonar¨¢ su pueblo y que jam¨¢s saldr¨¢ del pa¨ªs. Si se viese obligado a hacerlo, a?ad¨ªa ayer, ya no ser¨¢ Espa?a el pa¨ªs elegido.

Desalojo en Madrid

[Una falsa amenaza de bomba recibida ayer en la Embajada de Panam¨¢ oblig¨® al desalojo de varios cientos de personas que trabajan en el edificio donde se encuentra la citada legaci¨®n diplom¨¢tica, en la confluencia de las calles Ortega y Gasset y Vel¨¢zquez.

Hacia las cuatro de la tarde se recibi¨® una llamada en la centralita telef¨®nica de la Embajada paname?a, en la que una voz an¨®nima anunciaba el inminente estallido de una bomba.

A esas horas, el personal diplom¨¢tico ya hab¨ªa abandonado la sede de la representaci¨®n, pero numerosos empleados se encontraban en las otras oficinas situadas en el mismo edificio de la Embajada.

La persona que atendi¨® al tel¨¦fono dio aviso inmediato al 091 y un grupo de artificieros de la polic¨ªa se person¨® en el edificio. Tras un minucioso registro, los agentes informaron de que no se hab¨ªa encontrado ninguna bomba, seg¨²n relat¨® a EL PA?S un funcionario del cuerpo de polic¨ªa.]