El subcomisario Acero estaba bajo control m¨¦dico desde 1979 por una embolia cerebral

?ngel Acero, de 48 a?os, subcomisario de la Brigada Central de Estupefacientes, que el pasado martes mat¨® en Madrid en un ascensor, de tres disparos, a su esposa, Mar¨ªa Eulalia Morgado, de 45 a?os, estaba en observaci¨®n m¨¦dica desde 1979. Ese a?o sufri¨® una embolia en el cerebro, que le paraliz¨® la parte izquierda del cuerpo y le caus¨® trastornos en el habla y una permanente impotencia sexual, seg¨²n polic¨ªas y familiares. Ese defecto le hizo "superceloso" coinciden todos. Acero ingres¨® ayer en el penal de Logro?o.

A ra¨ªz de esa embolia cerebral estuvo 17 meses apartado del servicio. El 5 de enero de 1981 un tribunal m¨¦dico se reuni¨® para determinar, a propuesta de la direcci¨®n de la Polic¨ªa, si proced¨ªa o no su jubilaci¨®n dado su estado, y se determin¨® que pod¨ªa seguir en el cuerpo. El 6 de marzo de 1984, a petici¨®n nuevamente de la direcci¨®n de la polic¨ªa, un tribunal m¨¦dico volvi¨® a diagnosticar que no era necesaria su jubilaci¨®n.Este funcionario result¨® magullado en el atentado en 1974 de la calle Correo, acci¨®n atribuida a ETA, que cost¨® la vida a doce personas e hiri¨® a otras 71. El agente se encontraba "muy controlado y relegado a labores burocr¨¢ticas" y en medios policiales atribu¨ªan el hip¨®tetico desequilibrio nervioso que origin¨® el suceso a sus problemas sexuales.

No obstante, pese a que ten¨ªa sus "problemas y dificultades", seg¨²n fuentes policiales, ni los m¨¦dicos ni los compa?eros hab¨ªan advertido en ¨¦l ?ninguna anomal¨ªa ps¨ªquica". Sus compa?eros de trabajo le definen como una persona "normal, pac¨ªfica y culta", pues dominaba varios idiomas.

Familiares de la v¨ªctima, sostienen, por el contrario, que se hallaba "absolutamente zumbado", que era muy celoso y hab¨ªa amenazado de muerte a Mar¨ªa Eulalia.

El homicidio se produjo a las 14.45 del martes, cuando el matrimonio sub¨ªa en un ascensor hasta el piso 14? del edificio del Palacio de la Prensa, donde viven los padres de la v¨ªctima. Mientras viajaban en ascensor, el subcomisario hizo tres disparos que alcanzaron a su mujer en la cabeza, el abdomen y el codo. Mar¨ªa Eulalia falleci¨® minutos despu¨¦s, al poco de ingresar en el Hospital Cl¨ªnico. El subcomisario, que fue visto salir de otro ascensor del edificio con el arma en la mano, se entreg¨® en la comisar¨ªa de Centro. Horas despu¨¦s ingres¨® en el penal de Logro?o por orden judicial.

"Era celoso, celoso"

Familiares de la v¨ªctima, sostienen que Acero era "celoso, celoso". Esta dominante de su car¨¢cter se produjo a ra¨ªz de la embolia cerebral, que, entre otra secuelas, le dej¨® cojo e impotente. "No nos dejaba ni verla. Cuando ella iba a ver a sus padres, ¨¦l dec¨ªa que se iba a trabajar y luego la segu¨ªa para comprobar qu¨¦ hac¨ªa", afirma A. F, primo de la fallecida.

Relata tambi¨¦n que Mar¨ªa Eulalia rechazaba comer con ¨¦l y con su esposa, ante el temor de que "?ngel se enterase". Hace un a?o ella pens¨® solicitar el divorcio, dado el permanente acoso a que ¨¦l la somet¨ªa.

El subcomisario, seg¨²n este familiar, le amenaz¨®. "Como me dejes, te mato". Las tensiones y tormentas de la pareja eran sobradamente conocidas. Cuando el padre de Mar¨ªa Eulalia supo que sacaban cad¨¢ver una mujer del ascensor de su edificio no dud¨® en exclamar:

"Es mi hija". Mar¨ªa Eulalia era "monilla, aunque ahora un poco gruesa", seg¨²n su primo. La pareja se hab¨ªa casado alrededor de 1971 y un a?o despu¨¦s tuvieron un hijo.

De hab¨¦rsele detectado un trastorno mental, seg¨²n portavoces policiales, se le habr¨ªa formado inmediatamente un tribunal m¨¦dico y se le habr¨ªa retirado el arma. En la direcci¨®n de la Polic¨ªa se anuncia que "en breve plazo" se modificar¨¢ el reglamento en lo referente a tenencia de armas, ya que en este momento los agentes est¨¢n obligados a portarla en todo momento, est¨¦n o no francos de servicio, e incluso cuando est¨¢n en labores burocr¨¢ticas, destino que frecuentemente se da a agentes problem¨¢ticos, como era el caso. Con la reforma se intentar¨¢ evitar estos incidentes.

Sin embargo, y a la espera de ese nuevo reglamento, en el borrador de decreto sobre r¨¦gimen legal, escalas, categor¨ªas, uniformes, distintivos y armamento del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, no se precisa si los agentes pueden o no portar sus armas cuando est¨¢n francos de servicio. En su art¨ªculo 23 precisa: "Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa en las situaciones de servicio activo y segunda actividad con destino, ir¨¢n provistos obligatoriamente de alguna de las armas que se establezcan como reglamentarias, durante el tiempo que presten servicio, salvo que una causa aconseje lo contrario".