Venerada como un icono

Los norteamericanos se sienten satisfechos de su Constituci¨®n, que un enorme esfuerzo pedag¨®gico y de divulgaci¨®n, coincidiendo con el bicentenario, est¨¢ poniendo en todas las escuelas y en todos los buzones del pa¨ªs. Es venerada casi como un icono en una urna de bronce y cristal en los Archivos Nacionales de Washington.Pero al mismo tiempo, el esp¨ªritu eminentemente pr¨¢ctico de este pueblo ha hecho que este verano los visitantes de los archivos puedan votar si debe o no ser reformada, pulsando una tecla de un ordenador convenientemente situado junto a la Carta Magna.

Una mayor¨ªa, seg¨²n una encuesta reci¨¦n publicada, cree, sin embargo, que la Constituci¨®n no ha funcionado bien en su objetivo de tratar a todo el mundo por igual. Las mujeres, que tardaron 133 a?os desde 1787 en ver reconocido su derecho al voto en la Constituci¨®n, a¨²n no han logrado introducir en la misma una enmienda estableciendo la igualdad de derechos entre los sexos.

El esp¨ªritu general de patriotismo y autocomplacencia que rodea la celebraci¨®n del 2002 aniversario ha sido roto por la cr¨ªtica del juez del Tribunal Supremo, Thurgood Marshall, el ¨²nico de raza negra en el m¨¢s alto tribunal. Aludiendo a la esclavitud, que fue mantenida por la Constituci¨®n (los esclavos negros no ten¨ªan derecho a voto y fueron contados como tres quintos de una persona, Thurgood ha dicho que los padres fundadores no fueron ni tan sabios, ni tan previsores, ni tan justos como ahora se dice. "El gobierno que dise?aron era defectuoso desde su inicio. Requiri¨® varias enmiendas, una guerra civil y una tremenda transformaci¨®n social para alcanzar el sistema de gobierno constitucional y el respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos que hoy mantenemos como fundamentales".