Descubiertas armas tras explotar cloratita en un piso de San Sebasti¨¢n

La polic¨ªa descubri¨® ayer armas y explosivos en un piso del barrio donostiarra de Alza que result¨® incendiado en la madrugada, a causa de una serie de explosiones producidas en circunstancias todav¨ªa no determinadas. El material intervenido -dos pistolas, una metralleta, 800 gramos de cloratita, temporizadores, cebos el¨¦ctricos y abundante munici¨®n- parece corresponder a la dotaci¨®n de armamento y explosivos de un comando de ETA.El Gobierno Civil de Guip¨²zcoa no ha aclarado si las explosiones que provocaron el incendio a la 1.15 se produjeron a consecuencia de un fallo en la manipulaci¨®n de los explosivos o si la cloratita estall¨® por otras causas.

Artificieros policiales han apuntado la posibilidad de que el explosivo, parte del cual ha sido encontrado en una nevera port¨¢til, estallara a consecuencia de la humedad y la elevada temperatura de estos d¨ªas en San Sebasti¨¢n.

Los vecinos del n¨²mero 52 de la calle de Betsolari Txirrita, que salieron al descansillo de la planta inmediatamente despu¨¦s de las explosiones, han asegurado a este peri¨®dico que ninguna persona abandon¨® la vivienda del quinto piso en la que se declar¨® el incendio. Una explosi¨®n de esta naturaleza hubiera herido, con toda probabilidad, a quienes manipulaban el supuesto artefacto.

El piso es propiedad de Jos¨¦ ?ngel Apalategui, un vecino de Alza que vive en la misma calle en unos bloques pr¨®ximos. Los vecinos han comentado que el piso no est¨¢ alquilado y que permanece desamueblado desde el pasado a?o, despu¨¦s de que los hijos del propietario terminaran las clases de vascuence que impart¨ªan en ¨¦l.

En libertad

Jose ?ngel Apalategui fue informado del incendio por los propios vecinos, y fue ¨¦l mismo quien abri¨® la puerta de la vivienda a los bomberos y a la Polic¨ªa Municipal. El propietario del piso se encuentra en libertad tras haber prestado declaraci¨®n en la comisar¨ªa y se ha negado a responder a las preguntas de los medios informativos.

Las explosiones, dos ole cierta potencia y una serie discontinua de peque?os estallidos atribuidos a la quema de la munici¨®n, alarmaron al vecindario y forzaron a desalojar varios bloques de viviendas. Las armas, una metralleta Stein, y dos pistolas Star de 45 y 9 mil¨ªmetros corte), se encontraban chamuscadas. En el piso, que no ha registrado grandes da?os, han sido encontrados algunos libros y una bolsa de deportes con un nombre inscrito.

Por otra parte, contin¨²a ingresado en el hospital provincial de San Sebastian el soldado Francisco Fontela Albor, herido en una pierna el martes ¨²ltimo en el atentado contra el Gobierno Militar de Guip¨²zcoa. El resto de los heridos, incluido el soldado Eduardo Ros, antiguo jugador de f¨²tbol del Sanse, se encuentran ya en sus casas, aunque deben someterse a tratamiento m¨¦dico.