Francesco Cossiga encargar¨¢ a un democristiano formar Gobierno en Italia
El presidente italiano, Francesco Cossiga, encargar¨¢ ma?ana a un democristiano que intente formar nuevo Gobierno. Es ¨¦sta la ¨²nica certeza que existe en medio de un mar de inc¨®gnitas sin resolver generadas tras las consultas que ha completado el jefe del Estado con los l¨ªderes pol¨ªticos. De ellas queda claro que la Democracia Cristiana (DC) esta vez no renunciar¨¢ a la presidencia del Ejecutivo, lo cual acepta ahora incluso el partido socialista (PSI). El problema est¨¢ en qui¨¦n ser¨¢ el nuevo primer ministro.
La Democracia Cristiana (DC) ha dicho a Cossiga que desea que se forme un Gobierno de envergadura, serio y estable, en el que los partidos de la antigua alianza de cinco partidos que quieran participar lo hagan sacrificando a sus mejores hombres.La primera fuerza pol¨ªtica italiana est¨¢ dispuesta a dar ejemplo proponiendo como presidente al secretario del partido, Ciriaco de Mita.
Pero la dificultad est¨¢ en que los socialistas han dado ya a entender a Cossiga que no quieren a De Mita. Un democristiano, s¨ª; pero el secretario, no, sostiene el partido de Bettino Craxi.
Los motivos argumentados son dos: Craxi no desea que se constituya un Ejecutivo fuerte. Prefiere uno de decantaci¨®n, es decir, de segunda categor¨ªa, para esperar tiempos mejores despu¨¦s del verano.
No al pentapartido
Los socialistas no quieren ni o¨ªr hablar del viejo pentapartido. Pero sobre todo, lo que no quiere Craxi es que con la presidencia de De Mita pueda parecer ante la opini¨®n p¨²blica que el vencedor de la pelea de gallos que caracteriz¨® toda la campa?a electoral es precisamente uno de los dos contendientes que hoy ni siquiera se saludan cuando se encuentran en los pasillos del Parlamento. Es como si Craxi hubiese dicho a De Mita: "Yo no ser¨¦ presidente del Gobierno, pero t¨² tampoco".Con todo ello, la DC est¨¢ entre la espada y la pared. Ha ganado el primer asalto, arrancando al PSI por fin el Palazzo Chiggi, la sede de la presidencia del Consejo de Ministros. Ahora, frente al veto de Craxi a De Mita, el primer partido de Italia tiene dos caminos: forzar la pelea neg¨¢ndose a formar Gobierno si De Mita no lo preside, lo cual pondr¨ªa en dificultades a Craxi, pues le obligar¨ªa a buscar una mayor¨ªa con los comunistas -el l¨ªder socialista rechaza esa alternativa-, o bien contentarse con un empate, presentando a otro candidato como primer ministro.
A favor de esta hip¨®tesis -que parece hoy la m¨¢s probable- juega lo que la DC llama sentido de la responsabilidad frente al pa¨ªs", pues forzar las cosas podr¨ªa suponer, seg¨²n De Mita, regresar a una situaci¨®n ingobernable y precipitar nuevas elecciones anticipadas dentro de unos meses. La ¨²ltima palabra la tiene Cossiga, quien deber¨¢ decidir si dar el encargo a de Mita o a otro democristiano.
Lo cierto es que esta legislatura se presenta ya cargada de nubes negras. Los cambios resultantes de las elecciones -que no han sido pocos tras la aparici¨®n de los verdes, el aumento socialista y la derrota comunista- no son, con todo, suficientes para conjeturar una mayor¨ªa de gobierno sin la presencia democristiana.
El duelo sigue
Todo ello hace que el duelo entre la DC y el PSI siga en pie igual o peor que antes de las elecciones, por la sencilla raz¨®n de que no ha habido ni un vencedor ni un vencido en los pasados comicios. Los dos contendientes han ganado y se sienten ahora m¨¢s fuertes, si cabe, en la pelea.Para los socialistas de Craxi es de vital importancia seguir presionando con el fin de lograr m¨¢s espacio pol¨ªtico, robando votos a los comunistas, pero deben hacerlo intentado, simult¨¢neamente, desangrar a los democristianos y arrancarles poco a poco el centro pol¨ªtico que mantienen desde hace 40 a?os.
El PSI tiene, por otro lado, que afrontar en estos momentos un hurac¨¢n producido por el estallido de varios esc¨¢ndalos financieros, que han llevado a la c¨¢rcel a toda una serie de dirigentes administrativos del partido y han salpicado hasta a una figura como Claudio Signorile, ex ministro de Transportes y uno de los pol¨ªticos socialistas de mayor relieve. Craxi se ha visto obligado a enviar a la regi¨®n de Puglia, el reino de Signorile, a un comisario con plenos poderes para hacer limpieza. Ha designado a Carlo Tognoli, ex alcalde de Mid¨¢n, considerado como una de las personas m¨¢s ¨ªntegras del partido.
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