Delgado, cuarto en la general tras los Pirineos
Los Pirineos han animado el debate sobre el Tour, pero nada m¨¢s. Herrera ha recuperado cinco minutos sobre Roche y una diferencia casi similar, sobre los escaladores Delgado y Millar, tres corredores que a¨²n no han decidido atacar, si bien Roche ha sacado muy buen provecho con su sencilla decisi¨®n de chupar rueda de Delgado. El espa?ol ha dado la impresi¨®n de actuar prudentemente en los Pirineos, jugando a colocarse en la general, donde ya es cuarto. Bernard puede considerarse satisfecho en el conjunto de las dos jornadas, mientras que Mottet parece seguir viviendo de las rentas; Fignon se ha hundido, como Madiot, y Zimmermann empieza a estar en la lista de descartados. La etapa la gan¨® un noruego Lauritzen.
El Tour, tras las dos etapas pirenaicas, se reduce a cinco aspirantes, Mottet, Bernard, Roche, Delgado y Millar, y a un caballero andante, Lucho Herrera. De lo que haga ¨¦ste en las seis etapas monta?osas que restan, tres de ellas con final en una cima, puede depender todo. Su promedio ha sido de cinco minutos- de ventaja cada dos etapas, luego le queda margen, lo cual quiere decir que la rueda de Herrera es m¨¢s que interesante. Bernard lo sabe y entra entre los favoritos gracias a esa rueda. Luego, queda una lucha sorda, qui¨¦n sabe si con el liderato en Par¨ªs en juego, entre Roche, Delgado y Millar, que han llegado juntos en los Pirineos, lo que ha sido, sin duda m¨¢s beneficioso para Roche que para sus otros dos colegas. La general, en cualquier caso, nunca enga?a a estas alturas.No hubo ataque
De Pedro Delgado se esperaba un ataque en Luz Ardiden, y no lo hubo. Es la segunda vez que Delgado deja marchar a Herrera y pierde los beneficios que esa acci¨®n entra?a. Delgado parece inmerso en el proceso de eliminaci¨®n que acarrea una prueba como ¨¦sta, tan dura, en la que tanto Mottet, como Bernard o el suizo Zimmermann, por no hablar de Fignon, han mostrado ya evidentes signos de debilidad. Bernard lleg¨® a perder en la subida al Aubisque 4.24 minutos, que luego recuper¨® en el descenso y Mottet ha estado mal, aun cuando los Pirineos, ayer, le beneficiaron con un tiempo lluvioso y fr¨ªo. Pero el Tour es tan duro que el italiano Saronni, quien abandon¨® el lunes, dej¨® impresa una definici¨®n casi perfecta: "el Tour obliga a los corredores a correr como las bestias y ser¨¢ la m¨¢s fuerte de las bestias la que gane".
As¨ª que Delgado, si es que las fuerzas no le han fallado, parece preferir no tomar parte activa, de momento. Ya se sabe que es un corredor de un solo ataque indiscriminado, como tambi¨¦n lo es de un mal d¨ªa. Y lo segundo ha hecho trizas, en ocasiones, lo conseguido en lo primero; pero, tambi¨¦n, est¨¢ registrado que cuando ataca no falla. Y ayer no atac¨®. Delgado, por sus palabras, confirm¨® lo ¨²ltimo: "Ten¨ªa claro llevar la etapa con precauci¨®n. La rueda buena no era la de Herrera porque seguirla es correr el riesgo de reventar. Pas¨¦ un momento malo durante la subida al Aubisque, pero me limit¨¦ a vigilar a Mottet y ver c¨®mo iba". Delgado se sinti¨® satisfecho del transcurso de la etapa: "Sali¨® como pensaba".
Imagen opuesta, y no s¨®lo a Delgado, es la de Herrera, pero al colombiano se le resisten los Pirineos a la hora de la victoria. Quiz¨¢ atac¨® algo tarde porque habr¨ªa cazado a Lauritzen si le hubieran puesto alg¨²n kil¨®metro de m¨¢s. Sus victorias de etapa han llegado siempre en los Alpes, terreno m¨¢s decisivo que los Pirineos. Herrera, por tanto, cumpli¨® con su papel y es el rey indiscutible de las cumbres, aunque a¨²n est¨¦ acosado por el mexicano Alcal¨¢, provisionalmente.
Herrera se limit¨® ayer a dejar el grupo de notables en el ¨²ltimo puerto y lo hizo con facilidad, sin acusar el esfuerzo del d¨ªa anterior. "Estas cosas se pagan", dice Anquetil en sus comentarios diarios, pero Herrera parece contar con cr¨¦dito sobrado en la monta?a. El colombiano se coloc¨® n list¨®n figurado de 12 minutos de desventaja sobre Roche antes de los Pirineos, que se cumplieron con morbosa exactitud. Ahora, con los Alpes por delante, le quedan 6.37 minutos sobre el irland¨¦s. "No he dejado de pensar en ganar el Tour", dijo, ahora que se ve m¨¢s euf¨®rico. "Mi enemigo es Delgado", sentenci¨® ante la sorpresa de la concurrencia.
Otro espa?ol destacado fue Anselmo Fuerte, que corri¨® con los grandes y se apoy¨® en el trabajo del BH, que lanz¨® antes a Navarro y a Cubino. Echave no pudo hacer m¨¢s y lleg¨® a 7.45 minutos, mientras que Lejarreta aguant¨® mejor y sigue subiendo puestos en la general, con el objetivo de entrar entre los 10 primeros. Arroyo se volvi¨® a hundir, a 24.37 minutos del vencedor, lo que hizo declarar a su director, Ech¨¢varri (Reynolds): "Ahora s¨ª que lo tengo claro, antes me quedaba una duda". Porque el Reynolds, como el BH, como el Teka, se limitar¨¢n a buscar un triunfo de etapa. El Caja Rural a¨²n puede jugar con Lejarreta. ?Y el Kas? El Kas se queda con cuatro corredores tras el abandono ayer de Lukin. Kelly, tras su retirada, envi¨® un telegrama de apoyo a sus compa?eros, que surti¨® poco efecto. Gast¨®n se retir¨® ese d¨ªa ante el gran disgusto de los due?os del equipo, por ejemplo.
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