Una angelical opereta
De la mano inconfundible de Ernst Lubitsch, Maurice Chevalier y Jeanette MacDonald intervinieron a principios del sonoro en memorables comedias musicales como El desfile del amor, Una hora contigo y La viuda alegre. Rom¨¢nticas operetas donde pr¨ªncipes y princesas viv¨ªan felicidades como s¨®lo pueden vivirse en los cuentos.
Gran hombre de cine
En 1932, Rouben Mamoulian invadi¨® el terreno de Lubitsch y con su misma pareja ideal realiz¨® ?mame esta noche. En honor a la verdad, hay que decir que Mamoulian era uno de los pocos cineastas que pod¨ªan permitirse el lujo de arrebatar al maestro de To be or not to be cualquier propuesta sin que tuviera que sonrojarse por los resultados. Pues gran hombre de cine fue Mamoulian, y en todos los g¨¦neros: Las calles de la ciudad, El hombre y el monstruo, La reina Cristina de Suecia, El signo del Zorro, Sangre y arena, La bella de Mosc¨²... Musicales, dramas, comedias, terrores, extra?os neorrealismos norteamericanos, polifac¨¦ticas muestras de su talento impar.?mame esta noche es la historia de amor entre un sastre del Par¨ªs m¨¢s Par¨ªs de todos los Par¨ªs y una princesa de alg¨²n pa¨ªs centroeuropeo. Su arranque es ya de una elegancia insuperada: nuestro sastre, Chevalier, tararea una melod¨ªa suya que se pega instant¨¢neamente a un cliente que sale de su tienda. El estribillo va contagi¨¢ndose posteriormente a un taxista, a un peat¨®n, a unos soldados que lo convierten en himno..., y as¨ª hasta llegar al balc¨®n de la princesa, la MacDonald. Ni que decir tiene la sorpresa que nuestro h¨¦roe se llevar¨¢ cuando, al conocerse, reconozca su canci¨®n de los labios de ella.
Este ejemplo de sencillez y admirable inventiva se prolonga durante 90 minutos en esta enloquecida y espl¨¦ndida comedia musical (excelentes canciones de los cl¨¢sicos Rodgers y Hart), de la que no hay que olvidar las notables composiciones de Myrna Loy y los excelentes C. Aubrey Smith y Charles Ruggles, este ¨²ltimo el comandante Aplegate de La fiera de mi ni?a.
Uno de los aspectos destacables del filme es la utilizaci¨®n de los cantables. El cine sonoro hab¨ªa nacido equivocadamente pensando en el cine musical como ¨²nico recurso donde mostrar el potencial de la nueva tecnolog¨ªa. De ah¨ª la apretada filmograf¨ªa de espect¨¢culos arrevistados donde el atractivo de ver a unos actores o actrices cantando justificaba que se paralizara la inventiva visual y dram¨¢tica. Mamoulian fue uno de esos directores que no cay¨® en la trampa de un falso concepto del sonoro y, sin abandonar el protagonismo de las canciones, sabe integrarlas en un desarrollo argumental. Por la tarde se proyecta un filme, Un astronauta en la corte del rey Arturo, que intenta jugar la baza c¨®mica de los anacronismos. Una dudosa raz¨®n cient¨ªfica permite a un astronauta caer en el castillo de Camelot en el siglo VI.A partir de ah¨ª, los guionistas intentan sin mucho fervor en el empe?o, sacar tajada de una situaci¨®n con cierta tradici¨®n literaria. La saga art¨²rica ha dado pie a filmes musicales (Camelot), fantasiosos (Excalibur), a artesan¨ªas de la sin¨¦cdoque (Lancelot) o a que la tropa brit¨¢nica de los Monty Phyton se solace a costa de la ¨¦poca. Ninguna de estas referencias vale.
?mame esta noche se emite esta noche a las 0.30 por TVE-1. Un astronauta en la corte del rey Arturo se emite hoy por TVE-1 a las 16.05.
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