Blanca se defiende

Dar el nombre de Blanca Ib¨¢?ez a una plaza de un barrio de Caracas provoc¨® una peque?a tormenta pol¨ªtica en mayo de 1986 y oblig¨® a salir a la palestra a la secretaria privada de la Presidencia. Una concejala del partido socialcristiano (COPEI), C¨¦fora Contreras, argument¨® sobre la denominaci¨®n de la plaza que "esto nunca hab¨ªa ocurrido en este pa¨ªs. Por muy loables y respetables que hayan sido las gestiones de la se?ora Blanca Ib¨¢?ez en pro de la comunidad, no se puede entender que a un sitio p¨²blico se le otorgue un nombre as¨ª como as¨ª".Blanca Ib¨¢?ez replic¨® con una extensa nota de prensa en la que dec¨ªa: "Debo hablar porque no cabe la menor duda, por lo artificial, que ese planteamiento forma parte de toda una programaci¨®n que se viene desarrollando en relaci¨®n con mi persona desde hace varios meses".

M¨¢s adelante argument¨® la secretaria de la presidencia que "me siento obligada a decir que nunca he tomado para m¨ª tareas que no me correspond¨ªan, ni utilizado mis posiciones para promover personalmente o para ejercicios indebidos. Puede cualquier investigador acucioso averiguar mi trayectoria simple y clara".

Concluy¨® Ib¨¢?ez que "acaso estar¨ªa m¨¢s tranquila en mi casa con mis hijos y con mis libros, pero siento que debo seguir, al coste que sea, cumpliendo mi deber social. Las comunidades pobres pueden seguir contando conmigo. Lo dem¨¢s no me inquieta".

El presidente, por su parte, contin¨²a casado con su esposa legal, Gladys Castillo, con quien tiene cinco hijos de entre 25 y 37 a?os. El pasado 18 de diciembre Lusinchi intent¨® divorciarse de su esposa. La tentativa de divorcio presidencial tuvo un mal final.

El presidente quiso acogerse al art¨ªculo 185 del C¨®digo Civil, que concede el divorcio cuando los c¨®nyuges llevan m¨¢s de cinco a?os separados y existe de hecho una ruptura de la vida en com¨²n. El precepto legal otorga el divorcio casi autom¨¢tico cuando los c¨®nyuges est¨¢n de acuerdo, pero la esposa de Lusinchi se opuso con el argumento de que "durante los ¨²ltimos cinco a?os no ha habido suspensi¨®n de la vida conyugal por haber cumplido con los derechos y deberes inherentes al matrimonio".

El juez no admiti¨® los argumentos de Lusinchi y, "en nombre de la Rep¨²blica y por autoridad de la ley, declara sin lugar la solicitud de divorcio".

Pocos d¨ªas m¨¢s tarde, fotocopias con el texto del fallo judicial y el alegato del presidente se vend¨ªan por las calles de Caracas.