El Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn considera que el plan Austral ha tocado fondo

El equipo econ¨®mico del Gobierno argentino considera agotado el plan Austral tras dos a?os de aplicaci¨®n. El ¨²nico objetivo logrado hasta el momento, que fue utilizado como argumento pol¨ªtico para justificarlo: la baja del ¨ªndice de inflaci¨®n, ya no se sostiene por s¨ª mismo. En el mes de junio el aumento de los precios al consumidor se calcula en un 10%, el m¨¢s alto desde que se pusiera en marcha el ajuste. Debido a ello, Ra¨²l Alfons¨ªn tendr¨¢ que llegar a un pacto social con el peronismo, el principal partido de la oposici¨®n y al que responde la mayor¨ªa de los sindicatos.El ministro de Econom¨ªa, Juan Sourrouille, no podr¨¢ alcanzar siquiera la meta del 6 de septiembre, fecha en que se celebran unas elecciones consideradas claves por el Partido Radical. Un ¨ªndice de inflaci¨®n sometido a presi¨®n, por debajo del10% hasta entonces, hubiera permitido al presidente Ra¨²l Alfons¨ªn controlar las gobernaciones en la mayor¨ªa de las provincias del pa¨ªs y, tambi¨¦n el Parlamento. La incertidumbre sobre el resultado de la que hasta hace dos meses era una segura victoria electoral -sobre la que influye tambi¨¦n la rebeli¨®n de los militares y la concesi¨®n de la llamada ley de obediencia debida- obliga ahora al radicalismo a debatir un pacto social con el peronismo.

Adolfo Canitrot, secretario de Coordinaci¨®n Econ¨®mica, viceministro de Econom¨ªa en la pr¨¢ctica, es el funcionario del Gobierno que admite con mayor realismo la situaci¨®n: "El Estado argentino se fundi¨®, no tiene dinero para nadie. Estamos contando las monedas, y adem¨¢s esto no va a cambiar en cinco o diez a?os. La apertura de la econom¨ªa es una condici¨®n b¨¢sica de la subsistencia". A modo de ejemplo, Canitrot se refiri¨® en particular al programa nuclear argentino, uno de los pocos que continuaba en marcha y hab¨ªa logrado un progreso considerable. "No estamos en condiciones de ser una potencia nuclear, y esta decisi¨®n no s¨®lo afecta a la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa At¨®mica (CNEA); tampoco podemos salvar a los contratistas por subsidios". Por ¨²ltimo, Canitrot reconoci¨® la necesidad del pacto social porque, dijo, "no podemos repetir fantas¨ªas brasile?as o mexicanas basadas en la ca¨ªda del salario real. Aqu¨ª los asalariados no se dejan explotar".

El drama de la profunda crisis argentina se advierte precisamente en la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa At¨®mica. Cada tres d¨ªas, un experto de esa comisi¨®n, formado en el pa¨ªs, se marcha al exterior. Los clientes externos del supermercado argentino piden equipos completos de t¨¦cnicos a los que se les ofrece viaje de ida, alojamiento y un salario 10 veces superior al que ganan en Argentina. El presupuesto hist¨®rico de la comisi¨®n se redujo en 1985 a la tercera parte.

El pacto social, trabado actualmente en el Parlamento por el debate del paquete de leyes laborales, asoma como la primera se?al de la nueva estrategia econ¨®mica. El Gobierno ya no puede controlar la inflaci¨®n ni los conflictos sociales sin un acuerdo previo con el peronismo. ?sta es la lectura pol¨ªtica de las declaraciones que hizo Canitrot. Aqu¨ª los obreros no se dejan.

La desocupaci¨®n alcanza al 7% de la poblaci¨®n. La mayor¨ªa de los que trabajan cobra un salario promedio calculado en 300 d¨®lares. El plan Austral no atrajo inversores extranjeros ni recuper¨® los dep¨®sitos de argentinos en el exterior. S¨®lo benefici¨® a los sectores m¨¢s concentrados. Despu¨¦s de las elecciones de septiembre, el Gobierno y la oposici¨®n tendr¨¢n que dise?ar un plan econ¨®mico de emergencia.