El Partido Nacionalista Vasco abre la sucesi¨®n de Arzalluz sin una alternativa a su liderazgo
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha abierto la sucesi¨®n de Xabier Arzalluz, tras la reciente asamblea extraordinaria de Zestoa (Guip¨²zcoa), sin una alternativa definida. Todos los sectores admiten como hip¨®tesis m¨¢s probable que el presidente de la ejecutiva nacional se suceda a s¨ª mismo. Hasta las voces cr¨ªticas reconocen que la reforma pendiente en el PNV, iniciada t¨ªmidamente en Zestoa, no puede hacerse contra Arzalluz y ni siquiera sin contar con su colaboraci¨®n, pero esperan que el partido deje de hacerse trampas en el solitario" y lleve hasta el rinal la reforma de su organizaci¨®n.
Despu¨¦s de haber pasado por tres convocatorias electorales con p¨¦rdidas de votos sucesivas, las consecuencias de los ¨²ltimos comicios han abierto nuevas heridas en las bases nacionalistas.El partido ha sido pr¨¢cticamente barrido en los ayuntamientos de San Sebasti¨¢n y Vitoria, ha perdido toda opci¨®n al poder en la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa, se ha visto obligado a ceder a un socialista la presidencia del Gobierno provincial de ?lava y no ha tenido otro remedio que compartir con los socialistas vizcainos las carteras de la Diputaci¨®n de Vizcaya.
En las filas peneuvistas es perceptible por primera vez, incluso a altos niveles, un sentimiento de incertidumbre sobre el futuro y de temor a que se haya iniciado una ca¨ªda en pendiente sin retorno posible. "Pero tampoco es razonable pensar que se puede extender ya el certificado de defunci¨®n", advierten responsables nacionalistas, "porque un partido con tanto peso hist¨®rico y un protagonismo tan destacado en la transici¨®n democr¨¢tica en Euskadi y en la puesta en marcha del proceso estatutario no va a desaparecer de un d¨ªa para otro".
Existe acuerdo general en que el futuro del partido fundado a finales del siglo pasado por Sabino Arana depender¨¢ de la reforma de su organizaci¨®n, que ha funcionado de manera ca¨®tica durante el ¨²ltimo a?o y medio, cuando ya hab¨ªa desaparecido la unanimidad interna y las dos corrientes, encabezadas por Arzalluz y Carlos Garaikoetxea, respectivamente, se enfrentaban con dureza. La reforma ha sido emprendida en la asamblea general de Zestoa, donde se dio v¨ªa libre a la modificaci¨®n de los estatutos, pero subsisten discrepancias sobre su alcance y su profundidad.
Todos culpables
Las reformas aprobadas en la asamblea de Zestoa, consideradas t¨ªmidas, pero suficientes si se desarrollan hasta el l¨ªmite, por quienes mantienen a¨²n posiciones cr¨ªticas en el interior del PNV, no han ido acompa?adas de ning¨²n tipo de revisi¨®n de responsabilidades ni de cambios en los puestos directivos. Como se ha encargado de subrayar el propio Arzalluz, las decisiones m¨¢s conflictivas durante la crisis se han adoptado de forma asamblearia, la responsabilidad se considera colectiva, y nadie va a ser culpado individualmente.Los nacionalistas cr¨ªticos se?alan que "eso debe acabar, y la reforma de la organizaci¨®n debe dar paso a una ejecutiva forzada a dirigir realmente el partido, con menos margen para diluir responsabilidades sobre los ¨¦xitos y los fracasos". Nadie dimite en el PNV donde los cargos directivos son obligatorios y gratuitos y se desempe?an, con muy pocas excepciones, en horas libres. A cambio, nadie debe responsabilizarse de ninguna decisi¨®n arriesgada.
La renovaci¨®n simult¨¢nea de las ejecutivas provinciales y nacional obligar¨¢ al PNV, antes de que termine el a?o, a decidir sobre la continuidad de Xabier Arzalluz. El actual presidente ha dominado con su personalidad carism¨¢tica los ¨²ltimos 10 a?os de vida interna del partido, desde los triunfos electorales ininterrumpidos y crecientes hasta la crisis, la escisi¨®n y la p¨¦rdida final del monopolio del poder.
Nadie en el PNV se atreve hoy a aventurar, siquiera como hip¨®tesis, el nombre de un posible sucesor, en parte por temor a suscitar contra ¨¦l la hostilidad del aparato y en parte porque no se ve alternativa a corto plazo, Dirigentes que nunca han sido entusiastas de Arzalluz reconocen que "hoy por hoy, no hay sucesor posible, y reconocerlo no es precisamente un motivo de orgullo, sino todo lo contrario".
El propio Arzalluz no desvela sus intenciones. Desde la asamblea de Zestoa se ha limitado a repetir, como en ocasiones anteriores, que no va a mover un dedo para continuar cuatro a?os al frente del partido, pero ha a?adido que no siente la menor tentaci¨®n abandonista. De hecho, tras la cadena , de reveses del ¨²ltimo a?o, una parte de las bases identifican abiertamente su permanencia en el PNV con la fidelidad personal a la figura del presidente de la ejecutiva y con el apoyo que le prestaron durante los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la pugna con Garaikoetxea. Si Arzalluz abandonara. se sentir¨ªan defraudados.
Acercamiento a EA
Los mismos sectores cr¨ªticos dudan, en cambio, que la continuidad pueda prolongarse demasiado, entre otras razones porque la presencia del actual presidente de la ejecutiva parece un obst¨¢culo insalvable para el acercamiento a Eusko Alkartasuna (EA), que con el paso del tiempo resultar¨¢ inevitable.Esta idea cobra fuerza en el partido y en su representaci¨®n en el Gobierno aut¨®nomo, donde se considera obligado aceptar que EA es una fuerza consolidada frente a la que hay que abrir paso a la colaboraci¨®n si se aspira a recomponer la mayor¨ªa electoral del nacionalismo moderado.
El reconocimiento de EA choca con la actual direcci¨®n para quien sigue siendo un grupo de ovejas descarriadas.
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