El 1% de la inversi¨®n de la obra, que debe emplearse en el patrimonio afectado, "nadie sabe d¨®nde est¨¢"
La presa de la Serena, en la provincia de Badajoz, que comenz¨® a construirse en 1983, dejar¨¢ bajo las aguas de su zona de inundaci¨®n m¨¢s de 43 yacimientos de diferentes etapas de la historia. Esta construcci¨®n hidr¨¢ulica, la de mayor envergadura en Espa?a y la segunda de Europa en capacidad de inundaci¨®n, a¨²n no ha proporcionado el 1% de su presupuesto para resguardar y preservar el patrimonio, tal y como indica la ley. Un grupo de arque¨®logos trabaja contra reloj, con los escasos medios de los que dispone la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Junta de Extremadura, para documentar todos y cada uno de los yacimientos aparecidos hasta el momento en la zona, que quedar¨¢ inundada dentro de tres a?os.
Una vez entra el r¨ªo Guadiana en tierras extreme?as, y cerca de donde se encuentran los embalses de Cijara, Garc¨ªa de Sola, Orellana y Zujar, se inici¨® en 1983 la construcci¨®n de la presa de la Serena, un proyecto de la II Rep¨²blica, que dejar¨¢ bajo sus aguas un importante patrimonio arqueol¨®gico. El proyecto, que se espera est¨¦ finalizado dentro de tres a?os, cuenta con un presupuesto inicial de 12.000 millones de pesetas.Al quedar realizadas las transferencias de la Administraci¨®n central a las comunidades aut¨®nomas, es la Junta de Extremadura la responsable de llevar a cabo las investigaciones con el fin de documentar todo el patrimonio que se ver¨¢ afectado por la construcci¨®n de este embalse. Un grupo de arque¨®logos, con Juan Javier Enr¨ªquez Navascu¨¦s al frente, se encarga de datar, estudiar, excavar y recuperar el patrimonio arqueol¨®gico de la zona afectada por encargo de la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Junta de Extremadura, que considera esta investigaci¨®n "un caso de urgencia".
Diferentes ¨¦pocas hist¨®ricas
Los diferentes yacimientos encontrados hasta el momento pertenecen a la prehistoria, etapa orientalizante, prerromana y romana, visigodo, hispano-musulm¨¢n y cristiano-medieval. La ciudad romana de Mir¨®briga, un castro prerromano, posteriormente romanizado, con v¨ªas, cementerio y rango de municipio, quedar¨¢ bajo las aguas. La misma suerte correr¨¢ otro yacimiento de la Edad del Hierro y Bronce final, conocido como la Tabla de las Ca?as.Felipe Guti¨¦rrez, director general de Patrimonio Cultural de la Consejer¨ªa de Cultura y Educaci¨®n de la Junta de Extremadura, que naci¨® en la zona afectada, fue la persona elegida por el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, para hacer declaraciones de este tema. Guti¨¦rrez domenta que ante esta situaci¨®n de urgencia se ha dirigido a muchas instituciones con el fin de ofertar la participaci¨®n en las excavaciones: "Muy a pesar m¨ªo, tengo que decir que no he obtenido m¨¢s que palabras". Tanto Guti¨¦rrez como Enr¨ªquez Navascu¨¦s se expresan de forma similar a la hora de analizar la existencia de la presa: "Para conservar el pasado no vamos a destruir el futuro. Lo que s¨ª tiene que estar claro es que todo esto justifica el hacer un esfuerzo y recoger toda la informaci¨®n que se va a perder".
El presupuesto con el que cuenta anualmente la Junta de Extremadura para arqueolog¨ªa es de 32 millones de pesetas; de ellos, 12 ser¨¢n para las investigaciones de la presa de la Serena, incrementados ligeramente por ayudas buscadas por la Direcci¨®n General de Patrimonio, como son los sueldos de los arque¨®logos, pagados por el Fondo Social Europeo.
Tanto Felipe Guti¨¦rrez como Juan Javier Enr¨ªquez creen que el hombre de la calle se ver¨¢ afectado en la medida en que a ¨¦ste le interese su patrimonio. La zona, muy visitada por expertos extranjeros, afectar¨¢ a los pueblos de Esparragosa de Lares, Sancti-Sp¨ªritu, Capilla, Pe?alsordo, Garlitos y, m¨¢s distante, a Cabeza de Buey. Esta poblaci¨®n es claramente favorable a la construcci¨®n de la presa, ya que va a favorecer una mejora en su calidad de vida, aunque los eruditos locales sienten perder su identidad hist¨®rica.
?ngeles Querol Fern¨¢ndez, subdirectora general del departamento de Arqueolog¨ªa del Ministerio de Cultura, comenta que no s¨®lo es la presa de la Serena la que tapa yacimientos, ya que en este tipo de construcciones eso ocurre pr¨¢cticamente siempre: "La pen¨ªnsula Ib¨¦rica est¨¢, en la cuenca mediterr¨¢nea, y ello significa que tenemos una enorme cantidad de restos arqueol¨®gicos".
"La ayuda que proporciona la Administraci¨®n central a las investigaciones de la Serena se limita a hacer barridos fotogr¨¢ficos", contin¨²a Querol.
Una vez hechas las transferencias a las comunidades en lo que a arqueolog¨ªa se refiere, el pasado a?o Andaluc¨ªa tuvo 180 millones para excavaciones y prospecciones; Arag¨®n, 25; Asturias, 9; Baleares, 9; Catalu?a, cerca de 140; Extremadura, 29, adem¨¢s de otros 30 millones por un convenio especial; Galicia, 25; Madrid, 18; Murcia, 9; Navarra, 7,5, y Valencia, 42, m¨¢s 21 por los convenios que desaparecer¨¢n.
"Los arque¨®logos", comenta ?ngeles Querol, "sabemos que no se puede conservar todo el, patrimonio, porque entonces apenas se podr¨ªa construir. Los lugares donde habitamos son los mejores y ya fueron elegidos por nuestros antepasados, que no eran tontos. Sin embargo, los pantanos no destruyen; tienen una media de vida entre 50 y 100 a?os, y ese tiempo, a los que trabajamos en arqueolog¨ªa, nos parece muy poco. No estoy encantada con que se tapen los yacimientos, pero hay que hacer concesiones y valorar de una manera justa los intereses de las obras p¨²blicas".
Seg¨²n ?ngeles Querol, la zona afectada es pobre: "Ese clima ¨¢rido y duro lo ten¨ªan tambi¨¦n nuestros antepasados y no es una zona rica en yacimientos. Eso no quiere decir que el patrimonio rico sea el que se debe proteger y el pobre destruir. A veces para nosotros una cosa peque?a tiene mucha importancia".
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