Marcelo Palacios
Autor del estatuto biol¨®gico del embri¨®n humano
Marcelo Palacios, m¨¦dico asturiano de Cand¨¢s, de 53 a?os, present¨®, en 1986, 17 enmiendas a un informe elaborado por el Consejo de Europa sobre la utilizaci¨®n de embriones y fetos humanos, y le fueron aceptadas 13. Tal debi¨® ser su actividad interpeladora que la Comisi¨®n de Ciencia y Tecnolog¨ªa le pidi¨® entonces que elaborara un informe sobre el estatuto biol¨®gico del embri¨®n, el cual ya est¨¢ en poder del Consejo de Europa y comenzar¨¢ a discutirse en Copenhague en septiembre.
Palacios representa desde 1986 al Grupo Parlamentario Socialista en las comisiones de Ciencia y Tecnolog¨ªa y Cuestiones Sociales y Sanidad del Consejo de Europa. Est¨¢ casado y tiene tres hijas. ?l cree que su informe puede ser aprobado por unanimidad, aunque prev¨¦ un fuerte debate en torno a la autorizaci¨®n o no de crear embriones humanos con fines cient¨ªficos. "La mayor oposici¨®n", dice, "la van a ofrecer los anglosajones, que mantienen la necesidad de crear embriones humanos para investigar. Pero la ciencia debe tener unos l¨ªmites, y ¨¦sos s¨®lo puede d¨¢rselos la sociedad con una nueva ¨¦tica".Palacios, hijo de un tendero, que estudi¨® en Valladolid y Madrid -donde, en 1959, fue alumno de Jim¨¦nez D¨ªaz-, se inici¨® en la ginecolog¨ªa, pero la abandon¨® para especializarse en cirug¨ªa general, traumatolog¨ªa y ortopedia. Estas t¨¦cnicas las aprendi¨® en la Rep¨²blica Federal de Alemania, Suecia y Suiza, a lo largo de siete a?os. En 1987 consigui¨® por oposici¨®n ser inspector provincial del Instituto Social de la Marina de Asturias, y a?os despu¨¦s fue elegido teniente alcalde y presidente de la Comisi¨®n de Sanidad del Ayuntamiento de Gij¨®n, ciudad donde reside.
Las vicisitudes de la pol¨ªtica le llevaron ese mismo a?o al Congreso de los Diputados, aunque ya hab¨ªa optado al Senado en 1977 con el Partido Socialista Popular del desaparecido Enrique Tierno. La actividad parlamentaria desplegada por Palacios en asuntos relacionados con la planificaci¨®n familiar le condujo a la presidencia, en 1984, de una comisi¨®n creada para estudiar los problemas planteados por las nuevas t¨¦cnicas de reproducci¨®n y la utilizaci¨®n de embriones humanos. Un informe elaborado por ¨¦l acerca de estos temas dio lugar a la presentaci¨®n por parte del Grupo Parlamentario Socialista, el pasado 9 de mayo, de dos proposiciones de ley: una, sobre donaci¨®n y utilizaci¨®n de embriones y fetos humanos y otra sobre t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida, de pr¨®ximo debate.
Pese a esta fren¨¦tica actividad entre Gij¨®n, Madrid y Estrasburgo, a Marcelo Palacios todav¨ªa le queda tiempo para dedicarse a su otra pasi¨®n, la lectura. "En este sentido", dice "me gustar¨ªa emular a Mara?¨®n, quien dec¨ªa que era un trapero del tiempo. Yo aprend¨ª a organizarme en Alemania, lo que, por otra parte, me ha dado una gran capacidad de concentraci¨®n en las cosas". Este hombre serio y de hablar reposado, enemigo de los doginas y atra¨ªdo por los aspectos sociol¨®gicos de la medicina, no cree que haya llegado a¨²n el d¨ªa en que pueda crearse un ser humano en un laboratorio. "En teor¨ªa se pueden hacer muchas cosas con las nuevas t¨¦cnicas de ingenier¨ªa gen¨¦tica, pero en la pr¨¢ctica ¨¦stas son mucho m¨¢s complicadas. Adem¨¢s, este hecho, de producirse, no tendr¨ªa sentido alguno", concluye Palacios.
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