Reflexiones de Barranco

Desde hace algunos d¨ªas asisto con preocupaci¨®n a lo que podr¨ªa calificar como una avalancha de informaciones y comentarios que hablan desde "irregularidades" en el Ayuntamiento de Madrid hasta "despilfarros" y "derroches". La dignificaci¨®n y la utilidad p¨²blica de la vida municipal han sido dos de mis constantes afanes desde que asum¨ª el cargo. Pienso que no es dif¨ªcil achacarme tentaciones fara¨®nicas, corruptelas ni ambiciones personales, todo lo cual ir¨ªa m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites que trac¨¦ para mi vida hace ya mucho tiempo.Por ello, no deja de sorprenderme que otro peri¨®dico abra su portada criticando los gastos de una cena de Navidad, con cargo al presupuesto que el Grupo Socialista Municipal tiene para su funcionamiento interno; tal vez esa cena sea un gasto excesivo -aunque sea algo consagrado por la costumbre- y estoy dispuesto a admitirlo. Pero me preocupa que merezca los honores de una portada, m¨¢xime cuando los gastos para funcionairtiento interno de los grupos suelen ser reservados en todas las instituciones, y es aqu¨ª, en este Ayuntamiento, donde se hace gala de una mayor transparencia no siempre reconocida: ?cu¨¢ntas empresas soportar¨ªan una auditor¨ªa diaria hallando que la m¨¢xima "irregularidad'" ha sido una comida de fin de a?o de la plantilla?

Lo que acabo de citar no es sino un ejemplo. Habr¨ªamos de traer aqu¨ª a colaci¨®n el refr¨¢n de "a perro flaco todo se le vuelven pulgas" para entender, al menos en parte, la hostilidad con que cualquier actividad sugerida o emprendida por esta corporaci¨®n es acogida por un sector de los medios de comunicaci¨®n. Naturalinente, no estoy pidiendo ni un trato privilegiado ni la renuncia por parte de la Prensa a ejercer su imprescindible misi¨®n de informar y criticar. Pero quiero dejar constancia de mi preocupaci¨®n ante algunos intentos, de los que la Prensa pudiera inconscientemente hacerse eco, de miserabilizar la vida p¨²blica o de paralizar de hecho la actividad de este Ayuntamiento.

Son ya tres las ocasiones en las quie he solicitado auditor¨ªas al Tribunal de Cuentas. Ojal¨¢ todos quisieran funcionar de semejante manera en este pa¨ªs; y, sin embarge, han sido ya muchas las veces que he visto mi nombre o el de otros miembros de esta corporaci¨®n, asociado a acusaciones de "secretismo" u "opacidad". En cualquier caso, estoy y seguir¨¦ estando a disposici¨®n de todos los medios informativos para cuantas explicaciones quieran recabar: la honestidad y la limpieza han sido siempre mis normas de actuaci¨®n, y ni voy a cambiar ahora ni voy a permitir que nadie las ponga en duda.

Pienso que la credibilidad en la instituci¨®n es b¨¢sica para que nuestro Ayuntamiento funcione. Y si yo estoy dispuesto a darlo todo para garantizar esa credibilidad, pienso que tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n, como una parte fundamental de la sociedad, deben cooperar para conseguirlo, con una cr¨ªtica implacable, s¨ª, pero tambi¨¦n rigurosa y exenta de intereses ocultos y resentimientos.

Quisiera que, entre todos, intent¨¢semos salir de estos momentos iniciales de cierta conflusi¨®n, para que el Ayuntamiento vuelva a sus tareas de servicio p¨²bilico. Me preocupa que, atentos a cuestiones no siempre esenciales relacionadas con la vida admin¨ªstrativa, algunos responsables olviden la puesta en marcha de teinas como la propuesta campa?a contra la droga, la erradicaci¨®n del chabolismo o, simplemente, el mejor funcionamiento de los servicios ya existentes.- Alcalde de Madrid.