Stephen Roche
El Tour de 1968 se decidi¨® en la ¨²ltima etapa, contra reloj Melun-Par¨ªs, de 54,700 kil¨®metros. Hasta all¨ª era l¨ªder el belga Van Springel, con escaso margen. Pero ese d¨ªa el mejor rendimiento en el esfuerzo solitario permiti¨® al holand¨¦s Jan Jannsen vestirse de amarillo justo a tiempo para subir al podio. Eran los a?os que mediaron entre Anquetil y Merckx. Janssen fue un campe¨®n de entretiempo.Ayer le preguntaban a Roche, en la meta de Morzine, si pensaba que este Tour puede resolverse tambi¨¦n en la ¨²ltima contra reloj. Contest¨®: "Desgraciadamente, creo que s¨ª". ?Desgraciadamente? ?Dijo eso ¨¦l, a quien todos los pron¨®sticos se?alan como beneficiario de esa posibilidad?
La respuesta refleja casta de campe¨®n. Durante estos cuatro d¨ªas en que el Tour ha sido un intens¨ªsimo mano a mano entre Perico y ¨¦l, hemos ido midiendo a trav¨¦s del televisor la intensidad del duelo, y la figura del irland¨¦s se ha agigantado a nuestros ojos.
Le ten¨ªamos por un gran contrarrelojista y por un corredor completo en los dem¨¢s terrenos. Por alguien capaz de estar arriba en cualquier gran ronda. Pero no le ten¨ªamos por un luchador de epopeya. Se le sab¨ªa un gran especialista de la lucha sorda de la contra reloj, donde hay que ser un buen rodador y poseer una m¨¢xima capacidad de concentraci¨®n en el esfuerzo continuado, pero no le imagin¨¢bamos capaz de pelear por cada segundo en el terreno de los h¨¦roes: las rampas de los Alpes. Y, sin embargo, en 24 horas le hemos visto caer desplomado al coronar La Plagne y descender de forma insensata La Joux-Plane.
El an¨¢lisis de sus ¨²ltimas actuaciones contra el reloj permite se?alar que entre Roche y Perico hay una diferencia de 1,81 segundos por kil¨®metro. Siendo as¨ª, sobre los 38 kil¨®metros a correr el s¨¢bado, en Dijon, el irland¨¦s podr¨ªa sacarle a Perico un minuto y ocho segundos, lo suficiente. ?Por qu¨¦, entonces, su enloquecido descenso de ayer? Porque no se r¨ªa, porque sabe que el peque?o puerto de tercera que resalta en el perfil de la contra reloj de Dijon favorece a Perico y, sobre todo, porque no quiere ganar con la calculadora, sino con la gesta.
Roche no ser¨¢ un campe¨®n de entretiempo. Si gana el Tour lo habr¨¢ hecho en el mismo a?o que el Giro, algo s¨®lo reservado a los elegidos: Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault. Si no lo gana, habr¨¢ engrandecido con su esfuerzo la victoria de Perico y habr¨¢ conseguido, junto a ¨¦ste y a partes iguales, fabricar un Tour legendario.
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