La polic¨ªa atribuye a los miembros del 'comando Donostia' seis asesinatos en 10 atentados
JOS? LUIS BARBER?A, La desarticulaci¨®n de uno de los dos grupos del comando Donostia, de ETA Militar, supone un serio golpe a esta organizaci¨®n terrorista. Los presuntos activistas liberados detenidos ayer est¨¢n acusados por la polic¨ªa de haber asesinado a seis personas y haber causado graves heridas a otras ocho en un total de 10 atentados. Estas acciones fueron cometidas en los per¨ªodos que van desde octubre de 1980 hasta julio del a?o siguiente y desde agosto de 1985 hasta el d¨ªa 7 de este mes, en que se produjo el ataque con granadas de carga hueca al Gobierno Militar de San Sebasti¨¢n.
El comando estuvo, pues, inactivo, probablemente viviendo en Francia, durante cuatro a?os consecutivos, entre 1981 y 1985. Fuentes policiales aseguran que los liberados detenidos ayer componen uno de los dos grupos del comando Donostia y que actualmente no existe conexi¨®n alguna entre ellos. De acuerdo con estas fuentes, el comando Donostia habr¨ªa sido reestructurado hace seis meses en dos grupos estancos, para evitar una ca¨ªda colectiva.El comunicado oficial destacaba que "este es el comando al que se le han encontrado m¨¢s explosivos hasta la fecha: 106 kilogramos de amonal, entre otros explosivos hallados en su poder, que suponen un poder destructivo equivalente a 212 kilogramos de Goma2".
Entre la larga relaci¨®n de acciones presuntamente cometidas por los detenidos no figuran de hecho los secuestro perpetrados en la provincia; el reciente atentado de O?ate, que cost¨® la vida a dos guardias civiles, o el atentado de octubre del a?o pasado, en el que perdi¨® la vida el gobernador militar de Guip¨²zcoa, su mujer y uno de sus hijos.
Uno de los presuntos liberados detenidos ayer, Ignacio Erro Zazu, Pelos, escap¨® de la polic¨ªa en marzo del pasado a?o, despu¨¦s del enfrentamiento en el que perdieron la vida otro presunto liberado de ETA Militar, Galarraga Mendiz¨¢bal, Pototo, y un polic¨ªa nacional que trataba de identificar a los dos supuestos terroristas.
Ensa?amiento
Seg¨²n datos facilitados entonces por la polic¨ªa, Ignacio Erro huy¨® en un coche del que se apoder¨® a punta de pistola en el barrio de El Antiguo, de San Sebasti¨¢n. ?l y el resto de los presuntos integrantes del comando han participado, seg¨²n la nota facilitada ayer por el Gobierno Civil de Guip¨²zcoa en ¨¦l atentado contra una furgoneta de la Marina en el barrio donostiarra de La Paz, en noviembre de 1985, que cost¨® la vida a dos marineros que cumpl¨ªan el servicio militar e hiri¨® a otros dos.
Una de las v¨ªctimas fue rematada en el suelo. El comunicado oficial del Ministerio del Interior se?alaba que como destacable "el ensa?amiento con que han realizado algunos atentados, como es el caso del marinero que hac¨ªa el servicio militar en San Sebasti¨¢n, y que fue rematado cuando yac¨ªa en el suelo". Hace un mes, este grupo atent¨® con un coche bomba contra la polic¨ªa en el barrio donostiarra de Loiola, y en enero del pasado a?o hiri¨® gravemente a dos guardias civiles en Pasaia (Guip¨²zcoa).
Larga lista de acciones
La polic¨ªa les acusa igualmente de haber ametrallado, en julio de 1981, a una patrulla de Tr¨¢fico de la Guardia Civil en Oyarzun (Guip¨²zcoa), uno de cuyos miembros perdi¨® la vida, y de haber asesinado en abril de ese mismo a?o, en San Sebasti¨¢n, a un teniente retirado del Ej¨¦rcito de Tierra, Jos¨¦ Rodr¨ªguez Hern¨¢ndez. Asimismo, la polic¨ªa les atribuye el atentado, en octubre de 1980, contra el vecino de Renter¨ªa Enrique Pozo, que result¨® gravemente herido; del ametrallamiento en diciembre de, ese a?o de una patrulla de la Guardia Civil en Pasaia, con el resultado de dos heridos graves, y del asesinato en octubre de ese a?o, en San Sebasti¨¢n, del teniente coronel de Ingenieros Lorenzo Motos Rodr¨ªguez.
Las ¨²ltimas acciones del comando han sido el atentado en el barrio de Loyola de San Sebasti¨¢n contra la polic¨ªa, as¨ª como el atentado contra el Gobierno Militar de San Sebasti¨¢n. Para esas acciones realizaron otras como robos de veh¨ªculos a punta de pistola.
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