La huelga fue total en la ciudad de Reinosa
Toda la poblaci¨®n de Reinosa secund¨® ayer la huelga general, exceptuados el boticario de turno, los servidores del surtidor de gasolina, el personal de Renfe y el juez Mauricio Bugidos, quien, desde hace d¨ªas ten¨ªa se?alados un par de juicios. A Bugidos se le acumula el trabajo pero peor hubiera sido que los 40 ciudadanos que desde el mes de mayo solicitaron la designaci¨®n de un procurador y un ahogado de oficio hubiesen Nevado a cabo (si no lo han hecho) sus intenciones de interponer querellas criminales contra los miembros de la Guardia Civil por los sucesos de Jueves Santo.
As¨ª que las querellas, hasta ahora, se han quedado en s¨®lo dos: las presentadas por la Asociaci¨®n contra la Tortura y los abogados y procuradores de la ciudad.A lo largo de dos horas, desde las diez al mediod¨ªa, los accesos a Reinosa quedaron cortados por sendas barricadas humanas, exentas de materiales, situadas a la entrada y salida de la ciudad; para entonces, los encargados de despachar gasolina confesaron haber hecho una recaudaci¨®n sin precedentes a causa de la salida masiva de veh¨ªculos de la zona rumbo a las playas de Santander para por la tarde sumarse sus ocupantes a la manifestaci¨®n prevista.
En horas previas a la huelga general, el comit¨¦ de empresa de Forjas y Aceros reparti¨® por los buzones de la ciudad y por las calle s un llamamiento a la poblaci¨®n a fin de asegurarse un ¨¦xito masivo en la tercera huelga general promovida en los ¨²ltimos siete meses. "Hay", pod¨ªa leerse en el texto, "un intento serio de desmantelar industrialmente la comarca. Es la primera vez, en este pa¨ªs, que se ha producido una ofensiva tan brutal contra una comarca entera, a trav¨¦s de sus tres f¨¢bricas principales de las que dependen la econom¨ªa de la zona y el empleo de sus habitantes".
Antes de las diez de la ma?ana, tras la acostumbrada concentraci¨®n en los jardines de Cupido, varios centenares de trabajadores se encaminaron a bloquear la circulaci¨®n solamente con su nutrida presencia en medio de la calzada. En el puente de la Variaci¨®n, a la salida de la ciudad en direcci¨®n Palencia, el sabotaje al tr¨¢fico rodado fue presenciado, en sus inicios, por agentes de la polic¨ªa de tr¨¢fico que discretamente abandonaron el lugar. Enseguida, algunos turistas ingleses que, tras desembarcar en Santander, se dirig¨ªan al interior de Espa?a fueron los primeros atrapados.
No se produjeron incidentes durante el bloque de la carretera nacional en tanto que la normalidad f¨¦rrea era absoluta durante toda la jornada.
Trabajadores y vecinos de Reinosa desplazados a la capital en turismos y algunos autobuses participaron por la tarde en una marcha sobre Santander. Portando pancartas y gritando frases alusivas a sus reivindicaciones, los manifestantes entregaron sendos comunicados en la delegaci¨®n del Gobierno central y posteriormente en la sede del Gobierno aut¨®nomo, en Puerto Chico.
Situaci¨®n de la comarca
El escrito alude a la grave situaci¨®n de la comarca y al hecho significativo de que el 80% de las 1.700 personas (Reinosa tiene un censo de 13.000 habitantes) inscritas en la oficina de empleo est¨¦ compuesto por menores de 25 a?os, lo que se achaca a que en los ¨²ltimos diez a?os no se ha generado un solo puesto de trabajo en la zona a causa de la situaci¨®n de crisis de las tres principales industrias que desde entonces han liquidado 1.172 puestos laborales directos. Si se llevan a cabo los expedientes que pesan sobre Forjas y Aceros, Cenemesa y La Farga Casanova, los trabajadores calculan que desaparecer¨¢n otros 700 puestos, lo que supondr¨¢ la p¨¦rdida del 45% del empleo con relaci¨®n a 1975.El jefe del gabinete t¨¦cnico del ministro de Industria recibi¨® ayer al presidente de la asamblea regional de Cantabria para hablar de la situaci¨®n por la que atraviesa la empresa Foarsa, la entrevista fue solicitada para celebrarse con el ministro de Industria, seg¨²n acuerdo de tres de los cuatro grupos pol¨ªticos que componen la asamblea regional. La negativa del ministro a recibir a Eduardo Obreg¨®n se ha entendido como una desatenci¨®n hacia el organismo aut¨®nomo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.