Renovar los papeles
Escribo esta carta por la indignaci¨®n que me aqueja motivada por lo que me ha pasado esta ma?ana (24 de julio de 1987). Soy inglesa y llevo residiendo en este pa¨ªs desde 1977, por tanto, 10 a?os, y jam¨¢s me ha pasado semejante cosa. Bien, me fui a la calle de Madrazos, n¨²mero 9, a recoger la renovaci¨®n de mi permiso de trabajo y residencia, y me pas¨¦ cuatro horas esperando en la cola a pleno sol; preguntar¨¢n ustedes si estaban todos los extranjeros de Madrid ah¨ª. Pues no, hab¨ªa unos 50 delante de m¨ª y tardaron cuatro horas en despachar a esos 50. Y yo me pregunto: ?por qu¨¦ funciona peor ahora la Administraci¨®n? A m¨ª nunca me hab¨ªa pasado, ?o es que las anteriores veces tuve suerte? Es mucha casualidad, ?no? Y yo siempre digo que la casualidad es cosa de tontos. Yo, mientras esperaba en la cola, pensaba (cuatro horas te dan mucho tiempo para pensar): no es bastante lo que te marean para conseguir legalizar tu situaci¨®n en Espa?a, despu¨¦s de un largo peregrinar por organismos oficiales para conseguir, una vez m¨¢s, tu legalizaci¨®n (nada que objetar al respecto), pero s¨ª en la forma y en el fondo. Despu¨¦s de vivir en Espa?a 10 a?os como cualquier espa?ol, y trabajando, lo cual quiere decir que mis ingresos se quedan aqu¨ª (cosa l¨®gica tambi¨¦n), me pregunto si no tengo los mismos derechos, ?o seguimos con algo tan reaccionario como la xenofobia? Despu¨¦s de esta aclaraci¨®n, vuelvo a las cuatro horas de espera, y menos mal que era verano (si lo hubiera sabido, me hubiera llevado el bronceador para aprovechar el sol), porque, seg¨²n los que estaban a mi alrededor, han esperado incluso con lluvia; somos personas, no animales, digo yo. Y bueno, yo tuve suerte (todo hay que decirlo) que no me dieron con las puertas en las narices como le pas¨¦ a un chico que hab¨ªa a mi lado, que volv¨ªa por segunda vez para probar mejor suerte. Adem¨¢s, es que nadie te dice nada de nada; cuando yo ve¨ªa que se acercaba la una (a las dos se cierra) me fui a preguntar al agente de polic¨ªa que estaba dirigiendo el cotarro, si ¨¦l cre¨ªa que me iba a tocar hoy, o si lo de hoy era simplemente un ensayo para el lunes (hoy es viernes); se limit¨® a subir sus hombros diciendo, con cara de pena, que no sab¨ªa. Pero bueno, ?qu¨¦ es lo que pasa aqu¨ª?Por fin me dieron la recompensa, que era que en lugar de renovar mis papeles cada dos a?os ahora es cada cinco. As¨ª que espero que dentro de cinco a?os las cosas hayan cambiado para mejor, porque para peor, desde luego, no pueden ir.-
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