Reforma financiera y cambio democr¨¢tico
"En ese tiempo se descubri¨® las Indias del Per¨² y fue llamada tierra en el D¨ªa, tierra de riqueza, de oro y plata". Nueva Cr¨®nica y Buen Gobierno, de Felipe Guam¨¢n Poma de Ayala."Execrable sistema... la cantidad de dinero que cuesta ser pobre". Poemas humanos, de C¨¦sar Vallejo.
Pa¨ªs de hondas resonancias, el Per¨² recorre su historia entre el mito y la utop¨ªa, desde el sue?o que retiene un pasado exaltado a la dura vigilia de una realidad que interpela la propia imagen del futuro, cuando una pregunta, tantas veces pronunciada como irresuelta, se repite: por qu¨¦ la abundancia que elogia el indio cronista Guam¨¢n Poma trajo la pobreza proverbial que duele a nuestro contempor¨¢neo Vallejo.
En 1985, despu¨¦s de 60 a?os de lucha, el partido aprista peruano que fundara Haya de La Torre llega al poder, y su l¨ªder, Alan Garc¨ªa P¨¦rez, gana la presidencia de la Rep¨²blica con la m¨¢s alta mayor¨ªa, nunca antes registrada en comicios generales. Se inaugura un Gobierno de car¨¢cter nacional, popular y antimperialista, que, nacido en elecciones libres, recoge el legado de las largas luchas del pueblo para llevar a cabo las impostergables transformaciones que el pa¨ªs necesita, con adhesi¨®n plena a los c¨¢nones de la democracia y las leyes.
El presidente Alan Garc¨ªa llegaba al Gobierno en el v¨¦rtice de la m¨¢s profunda crisis experimentada por el Per¨² en su historia, agitado por la violencia, el desgaste econ¨®mico, el desaliento de los sectores populares. La imagen era la de un Estado desbordado y una sociedad entrampada en un proceso de fracturamiento. En realidad era la acumulaci¨®n de males no resueltos en decenas de a?os, en un pa¨ªs empobrecido que soportaba una estructura de poder econ¨®mico que lo hab¨ªa convertido en un exportador neto de capitales. Las pol¨ªticas liberales aplicadas por mandato del Fondo Monetario Internacional para hacer frente al pago de la deuda externa somet¨ªan al pueblo peruano a una ¨ªmproba servidumbre cuyo correlato en lo interno era el desarrollo de un sector financiero especulador y rentista que sustentaba la base de un sistema social marcado por las desigualdades.
Ante este escenario, el presidente peruano tom¨® la decisi¨®n de cambiar los t¨¦rminos de relaci¨®n con el poder financiero mundial. Recus¨® la pol¨ªtica negativa del FMI y limit¨® el servicio de la deuda externa al 10% de las exportaciones, a fin de dedicar los principales recursos creados en el pa¨ªs a reactivar el aparato productivo, alentando un crecimiento econ¨®mico que atendiera las urgentes necesidades de las mayor¨ªas nacionales. Se trataba de un modelo de crecimiento econ¨®mico hacia adentro que generaba demanda interna y que luego, un nuevo ciclo de inversiones, deber¨ªa ensanchar las bases de un desarrollo econ¨®mico sostenido. El modelo obtuvo positivos resultados. En 1986 el Per¨² registr¨® el crecimiento econ¨®mico m¨¢s alto de Am¨¦rica Latina, situ¨¢ndose en un ¨ªndice de m¨¢s del 8%. Se redujo el proceso inflacionario del 183% al 67%, y se redistribuyeron los ingresos mediante una pol¨ªtica salarial que atendi¨® suficientemente las necesidades de las fuerzas del trabajo. Los empresarios y los amplios sectores sociales conocieron entonces una innegable mejora en sus expectativas econ¨®micas.
Sin embargo, el sector financiero en el Per¨², lejos de comportarse como un instrumento de creaci¨®n de riqueza social, foment¨® una pol¨ªtica de extracci¨®n de las ganancias obtenidas por la reactivaci¨®n, que debe r¨ªan tener un fin productivo, para colocarlas en el exterior como renta financiera u orientando el ahorro nacional con una voluntad especulativa, utilizando el cr¨¦dito de manera in compatible con las urgentes de mandas del pa¨ªs. Convertido el sector financiero en el m¨¢s poderoso grupo de concentraci¨®n de poder econ¨®mico e influencia pol¨ªtica y en el mayor obst¨¢culo a la democratizaci¨®n de la vida econ¨®mica, el modelo de crecimiento interno puesto en marcha por el Gobierno perd¨ªa su raz¨®n de ser y pod¨ªa devenir m¨¢s bien en un simple modelo de ampliaci¨®n de la acumulaci¨®n econ¨®mica de grupos minoritarios. Era indispensable transformar los mecanismos esenciales de acumulaci¨®n para impulsar la producci¨®n y la inversi¨®n. En el contexto de esta desafiante realidad y frente al imperativo ¨¦tico de democratizar la sociedad peruana y el muy pragm¨¢tico de devolver eficacia al proceso econ¨®mico es que el presidente Alan Garc¨ªa tom¨® la decisi¨®n de proponer al Congreso de la Rep¨²blica la nacionalizaci¨®n de la actividad bancaria, financiera y de seguros, a fin de redistribuir el poder de decisi¨®n econ¨®mica a todos los agentes productivos, democratizar la producci¨®n y el cr¨¦dito y evitar as¨ª la excesiva concentraci¨®n de poder en grupos de presi¨®n que utilizaban el ahorro nacional para su exclusivo beneficio.
Una medida legal
La iniciativa presidencial se propone reorientar el sistema financiero poni¨¦ndolo al servicio del crecimiento y la reactivaci¨®n industrial, promoviendo el desarrollo empresarial y extendiendo el cr¨¦dito a todo el pa¨ªs y en especial a las zonas rurales m¨¢s pobres del pa¨ªs. Busca liberar a los empresarios de la subordinaci¨®n de los circuitos de poder financiero que condicionaban su actividad productiva, en una econom¨ªa con necesidades impostergables de inversi¨®n, que no puede seguir alimentando s¨®lo la especulaci¨®n rentista y el drenaje continuo de divisas.
La propuesta de nacionalizaci¨®n est¨¢ apegada a las normas constitucionales y al sistema de libertades, seg¨²n lo han demostrado recientes acontecimientos. Se ampara en el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n, que autoriza al Estado a reservar para s¨ª las actividades productivas y de servicios por causa de inter¨¦s nacional, y en el art¨ªculo 123, que establece que la propiedad debe usarse en armon¨ªa con el inter¨¦s social. El Parlamento, en uso de sus funciones, promulgar¨¢ la ley definitiva haciendo las precisiones y modificaciones que fueran necesarias. Las puertas est¨¢n abiertas para que se armonicen f¨®rmulas que permitan crear propiedades mixtas con participaci¨®n de un amplio accionariado. En realidad, la medida afectar¨¢ a cuatro grandes grupos de poder econ¨®mico y no se aplicar¨¢ a los bancos extranjeros que operan en el pa¨ªs ni a los peque?os bancos que tienen un accionariado difundido y descentralizado.
Afirmar que la medida de nacionalizaci¨®n de una banca rentista y de vocaci¨®n olig¨¢rquica tiene una ¨ªndole totalitaria es aplicar una l¨®gica bizantina a un hecho democratizador claro, cuyo fin es precisamente desplegar hacia todos los ¨¢mbitos productivos el recurso del cr¨¦dito, usado por grupos privilegiados para servir sus propios intereses. Decir que la propuesta empobrecer¨¢ al pueblo y ser¨¢ el fest¨ªn de una burocracia ineficaz y corrupta es utilizar el puro catastrofismo y desinformar sobre las posibilidades reales que tiene en el Per¨² actual la democratizaci¨®n de la actividad financiera, que estuvo en manos de grupos que cuando tuvieron la oportunidad de crear bienestar hicieron de su poder un sue?o narcisista, indiferentes a las necesidades del pa¨ªs.
Se opondr¨¢n al actual proyecto el fanatismo subversivo que exalta la violencia irracional en aras del sue?o mesi¨¢nico de un Estado totalitario, y, lamentablemente, tambi¨¦n algunos sectores anclados en una suerte de fantas¨ªa liberalista de grado ultramontano que al ver perdidas sus opciones hist¨®ricas recetan los beneficios imposibles de un capitalismo salvaje, que no puede tener lugar en el Per¨² real. Con algo de ignorancia, intenci¨®n y otro tanto de desd¨¦n, algunas corrientes de opini¨®n, inhabilitadas por sus prejuicios de percibir el rumbo del proceso peruano, lanzan interpretaciones peregrinas sobre el Per¨², versiones entre apocal¨ªpticas y crepusculares sobre una sociedad de la que ignoran casi todo y de la que incomprenden sus impulsos b¨¢sicos.
El Per¨² es una larga y fecunda experiencia de pueblos que por su avatar hist¨®rico manejan un saber: el de la sobrevivencia, del encuentro y del trabajo solidario, y que despu¨¦s de recurrentes pruebas y desaf¨ªos ensaya en este tiempo dif¨ªcil un nuevo espacio de creaci¨®n social, en donde ser¨¢ posible una cultura de paz, pluralidad democr¨¢tica y bienestar para todos los peruanos.
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