El principio del fin de la posguerra

La muerte del ¨²ltimo criminal de guerra nazi que cumpl¨ªa condena bajo jurisdicci¨®n conjunta de las cuatro potencias aliadas en la II Guerra Mundial contra la Alemania hitleriana supone un paso m¨¢s en la disoluci¨®n de esta alianza, reducida desde la guerra fr¨ªa a un s¨ªmbolo. Tras la desaparici¨®n de Hess y el previsto derribo de la c¨¢rcel de Spandau, la URSS, EE UU, Francia y el Reino Unido ya s¨®lo comparten una responsabilidad en la antigua capital alemana, el mando de la seguridad a¨¦rea del territorio urbano.

Con la conclusi¨®n de la condena de por vida del solitario de Spandau o el preso n¨²mero, 7, como tambi¨¦n se le llamaba por el n¨²mero de la celda que ocup¨® Hess los ¨²ltimos 41 a?os, se da un nuevo paso en lo que el hist¨®rico dirigente socialdem¨®crata alem¨¢n Willy Brandt ha calificado ya el "principio del fin de la posguerra". Es en los dos Estados alemanes donde con m¨¢s claridad se percibe este proceso, cuyo signo m¨¢s claro podr¨ªa ser pr¨®ximamente la eliminaci¨®n de los misiles de medio alcance y el fin de la estrategia de disuasi¨®n nuclear. Las esperanzas de acuerdo para un nuevo orden pol¨ªtico y militar en Europa coinciden con la desaparici¨®n de los ¨²ltimos supervivientes entre los verdugos y las v¨ªctimas de la barbarie nazi.

Cesi¨®n de competencias

En Berl¨ªn Oeste, los aliados occidentales van cediendo paulatinamente competencias a las autoridades locales alemanas, y su presencia es hoy m¨¢s un s¨ªmbolo de su compromiso con la seguridad de la ciudad cercada que un testimonio de la soberan¨ªa limitada del Estado alem¨¢n occidental. La pol¨ªtica de Mijail Gorbachov al frente del Kremlin de buscar un acercamiento a Europa occidental y a la RFA en particular deja tambi¨¦n a Berl¨ªn Este mayor margen de maniobra para sus contactos con Bonn. El jefe del Estado de la RDA, Erich Honecker, llegar¨¢ el 7 de septiembre a Bonn como primer dirigente de la Alemania comunista que visita el otro Estado de la naci¨®n dividida. Es ¨¦ste otro hecho que sugiere que el orden emanado del mar de sangre y ruinas provocado por hombres como Hess est¨¢ llegando a su fin.