El coladero

Un p¨²blico contemporizador y triunfalista, sobre todo un presidente que ejerce su funci¨®n a favor de los toreros, los ganaderos y la empresa, han convertido la plaza de Bilbao en un coladero. El presidente de las corridas generales de Bilbao, que no rechaza los toros sospechosamente romos, que no devuelve al corral los inv¨¢lidos, que concede orejas en cuanto la pidan cuatro, que no da avisos, es el t¨ªpico caso de autoridad puesta al servicio de los intereses del taurinismo.El taurinismo ha conseguido en Bilbao lo que intenta por todos los medios en otras plazas, y all¨ª donde la afici¨®n y la autoridad no se doblegan a sus intereses, monta campa?as descalificadoras. Madrid es el centro de todas las acusaciones, algunas injuriosas, y en M¨¢laga hay organizados coloquios donde critican el rigor de la presidencia, los veterinarios y la afici¨®n de Las Ventas.

No es circunstancial que sea M¨¢laga, ahora, la plataforma de la reacci¨®n, pues la autoridad local ha decidido que, a partir de este a?o, la feria de dicha ciudad no contin¨²e siendo el coladero que fue durante a?os, y cumple el reglamento en materias tan esenciales como el trap¨ªo de los toros, orden de la lidia, concesi¨®n de trofeos. El taurinismo, naturalmente, se revuelve contra este rigor, descalifica, difama y ya ha empezado a ejercer sus influencias para que la nueva situaci¨®n termine cuanto antes.

El coladero que era M¨¢laga lo es hoy Bilbao. En consecuencia, si contin¨²an las respectivas plazas como esta temporada, la feria m¨¢s importante de agosto no ser¨¢ Bilbao, sino M¨¢laga.