Un dramaturgo que sali¨® de la alcantarilla
Joe Orton, el protagonista real de la pel¨ªcula '?brete de orejas'
Joe Orton, dramaturgo brit¨¢nico, fue asesinado el 9 de agosto d¨¦ 1967 en su lecho por su amante, el tambi¨¦n escritor Kermeth Haliwell, que se suicid¨® medio minuto m¨¢s tarde. John Lahr, bi¨®grafo de Orton en su libro Prick up your ears, cuya versi¨®n cinematogr¨¢fica acaba de estrenarse en Espa?a con el t¨ªtulo de ?brete de orejas, afirma que Orton y Haliwell lo compart¨ªan todo, cuentas, ropa, tiempo, "todo salvo el ¨¦xito". Orton, muerto a los 34 a?os, escribi¨® obras como Entertaining Mr. Sloane, Loot o What the batler saw. Una de sus obras, Sloane, fue llevada al cine. El autor del art¨ªculo analiza este filme, "otro de esos extraordinarios espejos que integran las contradicciones y conflictos de una ¨¦poca".
En noviembre del a?o pasado, 20 a?os despu¨¦s de su muerte, aparecieron en Londres los diarios de Orton, rata del arroyo y hasta de alcantarilla para sus enemigos. Joe Orton muri¨® asesinado en su lecho a los 34 a?os. Le dio muerte Kenneth HallweIl, novelista in¨¦dito de 41 a?os, destroz¨¢ndole el cr¨¢neo a martillazos cuando la v¨ªctima dorm¨ªa. Nunca se sabr¨¢ si el asesino contaba con el triunfo permanente de las siete obras que alcanz¨® a escribir Orton, todas tragicomedias menos una. Haliwell muri¨® junto al amigo todav¨ªa ag¨®nico trag¨¢ndose 22 pastillas de Nembutal con jugo de toronjas para acelerar la acci¨®n mortal del sopor¨ªfero. Sucumbi¨® en menos de medio minuto.
De la cr¨®nica roja que lo adopt¨® al instante el 9 de agosto de 1967 empez¨® a sacarlo en 1972 la filmaci¨®n de Loot (Bot¨ªn), su segunda obra teatral, y finalmente un festival en su honor, montado por el Royal Court Theatre, seguida a los tres a?os de Prick up your ears, la famosa biograf¨ªa de John Lahr, hijo de Bert, el le¨®n cobarde de El mago de Oz. Lahr es admirador ac¨¦rrimo del teatro c¨®mico y de su padre. La obra lleva el t¨ªtulo de una obra que Orton s¨®lo alcanz¨® a planear. Ears es un anagrama de arse (culo o trasero), que autom¨¢ticamente transforma prick de verbo en nombre y palabrota dif¨ªcil o imposible de hallar en los diccionarios castellanos, para los cuales polla es simplemente una gallina nueva.
El a?o pasado, mientras se daban los toques finales a la versi¨®n cinematogr¨¢fica del libro, se escribi¨® sobre la participaci¨®n de Vanessa Redgrave en el papel de Peggy Ramsay, agente literaria de gran categor¨ªa despu¨¦s de abandonar el teatro, y por noviembre se publicaron los diarios de Orton, cr¨®nica espeluznante y descarnada del ¨²ltimo a?o de su vida, sin que sepa el p¨²blico hasta ahora por qu¨¦ faltan del texto los ¨²ltimos tres d¨ªas. Corr¨ªa noviembre y ya pod¨ªa uno hallar obras de Orton en las carteleras de varias ciudades europeas.
Este a?o se anuncian en Estados Unidos, para el oto?o, Entertaining Mr. Sloane (Hay que agasajar al se?or Sloane) Loot (Bot¨ªn) y What the butler saw (Lo que vio el mayordomo), la obra p¨®stuma y la m¨¢s famosa. La reciente popularidad de Orton en EE UU se debe exclusivamente al estreno de Prick up your ears, distribuida en las salas de arte que el gran p¨²blico asalta, como ahora, en casos muy especiales. El filme, disfrazado en los avisos de hilarante comedia negra o de film noir, lleva varios meses en pantalla, y las librer¨ªas empiezan a vender en ediciones de bolsillo la biograf¨ªa de Lahr y Head to toe, una novela de Orton p¨®stuma e in¨¦dita hasta 1971.
Lo no aceptable
Perpetrado el asesinato el 9 de agosto de 1967, sirvi¨® de poco que en el a?o 1964 Sloane hubiera saltado del New Arts Theatre, sala de vanguardia, al Wyndhams, en pleno West End, el Broadway de Londres, en menos de un mes y medio. Los amos empresariales y de la taquilla hab¨ªan combatido tal consagraci¨®n a sangre y fuego. Y quiz¨¢ hubiesen triunfado sin el eco fulminante que tuvo la obra en otras partes del mundo. Orton alcanz¨® a saborearlo junto con su fracaso inicial en Nueva York, cuyos directores recurrieron a la poda y a la alteraci¨®n de lo no aceptable. Su ca¨ªda fue all¨ª tan dura como la de Pinter, serio admirador suyo, como lo era desde antes el morigerado sir Terence Rattigan. Tambi¨¦n pudo Orton ver la primera versi¨®n cinematogr¨¢fica de una obra suya, Sloane, que, a pesar de ser inteligente y seria, no le agrad¨®. Y antes del ¨²ltimo 9 de agosto supo que su ¨²nico gui¨®n de cine, encargo de los Beatles, le parec¨ªa inmoral al agente angloamericano de los c¨¦lebres chicos. Por eso no le habr¨ªa sorprendido la frialdad del p¨²blico ante la excelente filmaci¨®n de Loot, en 1972. Ni la excepcional actuaci¨®n de Lee Remick salv¨® la cinta en Estados Unidos.
El Lev¨¢ntate y anda fue al festival del Royal Court Theatre, en el West End, tres a?os despu¨¦s. Orton obedeci¨® y su resurrecci¨®n es permanente. Y sin misterios como la de Marlowe, otro pat¨¢n asesinado que result¨® ser genio del gran teatro del mundo. De acuerdo con una aclaraci¨®n sin¨®ptica escrita por Orton a Alan Schneider, director de Sloane en Broadway, el eje de la obra ni es el agasajado, sino Eddie, hermano de Kathy y su rival. Es Kath quien le arrienda habitaci¨®n al chico en la casa de ambos, a pesar de la oposici¨®n de Dadda Kemp, el due?o de casa.
"No entiendo lo de la relaci¨®n entre Sloane y Eddie", escribe el autor. "No puede estar m¨¢s claro que Sloane se da perfecta cuenta de que Eddie lo quiere y de que carece del menor escr¨²pulo para entregarse. No tiene ni el menor inconveniente. ?Lo ha hecho tanto ... ! Se ha acostado con mujeres y con hombres, lo que no significa que vaya a rendirse as¨ª nom¨¢s. Mientras pueda conducir el coche y pasarlo bien sin m¨¢s que darle gusto a Kath un par de veces por semana, recibir el sueIdo de ch¨®fer y permitir que Eddie le halague, no tiene para qu¨¦ soltar el comod¨ªn. Porque Eddie desconoce la amoralidad de Sloane y se siente seductor de un joven virginal". Etc¨¦tera.
Por su parte, Kath, a los 41 a?os, sigue a?orando al novio de su juventud que la hizo madre ileg¨ªtima, un amiguete de Eddie que pudo hacerla renunciar al hijo, pero no quitarle su predilecci¨®n por los chicos guapos. Le es indispensable a ella agasajar a Sloane y quedar regocijadamente embarazada por ¨¦l. Tampoco le cuesta aceptar el pragmatismo de Sloane, aunque desconozca sus l¨ªmites. Quien los conoce es el semisenil Dadda, testigo de un robo con homicidio del gal¨¢n. Una vez reconocido y luego abocado a perder pan y pedazo, el guapo elimina al viejo sin poder evitar que lo descubran quienes lo desean para marido y amante, respectivamente. La elecci¨®n entre el pat¨ªbulo y un doble t¨¢lamo bisexual le resulta relativamente f¨¢cil, y acepta vivir seis meses de cada a?o con cada uno de sus protectores.
El rufi¨¢n es la muerte
El Sloane es la primera obra teatral de Orton. A menos que lo Cuera El rufi¨¢n de la escalera, obra muy similar pero aceradamente seria, escrita antes que la otra para un teatro del aire de la BBC, y despu¨¦s revisada para su puesta en escena el a?o mismo de su muerte. Seg¨²n el ep¨ªgrafe de la obra, el rufi¨¢n es la muerte que busca a uno de los tres personajes, un joven que poco tiene del cinismo siniestramente com¨ªco de Sloane, y que podr¨ªa en cambio ser un boceto idealizado del HallweIl de 24 a?os: un intelectual ambicioso, t¨ªmido y limitado ya. Resuelve sus problemas consiguiendo que el rufi¨¢n lo mate. HaliweIl sigui¨® viviendo hasta quedar prematuramente calvo y refugi¨¢ndose en el papel de esposa abnegada y rezongona de quien ten¨ªa 17 a?os cuando se pusieron a vivir juntos para ahorrar dinero, pero hab¨ªa ya dejado atr¨¢s m¨¢s de una valla para llegar a su meta.
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