Inquietud en T¨²nez ante la posible condena a muerte de integristas

La posibilidad de que al menos 20 de los integristas tunecinos procesados por su pertenencia al Movimiento de la Tendencia Isl¨¢mica puedan ser condenados a muerte ha provocado inquietud en medios pol¨ªticos del pa¨ªs, hasta el punto de que sectores del propio Gobierno mantienen serias diferencias sobre si este tipo de sentencias favorecer¨ªan a la pretendida normalidad de esta peque?a Rep¨²blica magreb¨ª, actualmente agitada. La mayor preocupaci¨®n est¨¢ centrada en la decisi¨®n que pueda adoptar, terminado el juicio, el presidente Burguiba, de quien, al concentrar personalmente casi todo el poder del pa¨ªs, depender¨¢ la vida de los procesados.

?stas son las impresiones recogidas en T¨²nez cuando a¨²n no ha comenzado el mayor proceso pol¨ªtico que vive el pa¨ªs en los ¨²ltimos tiempos, cuyas sesiones se abrir¨¢n el martes. Hedi Mabruk, ministro de Asuntos Exteriores, ha realizado un viaje rel¨¢mpago a Par¨ªs, donde, a juicio de los observadores, ha puesto al presidente Fran?ois Mitterrand al corriente de la evoluci¨®n de los acontecimientos. Mabruk, seg¨²n todos los indicios, ser¨ªa uno de los miembros del Gobierno contrarios a las condenas de muerte, inevitable, ya que al menos dos art¨ªculos del C¨®digo Penal tunecino, el 72 y el 74, que se van a aplicar a algunos de los 90 procesados, conducen a ella.

La debilidad del poder, en manos de Burguiba pese a su ancianidad, impide que en este pa¨ªs magreb¨ª otras voces de peso distintas a las del presidente se alcen no en defensa de los procesados pero s¨ª ante cualquier paso en falso en la gesti¨®n pol¨ªtica que a corto o medio plazo pueda producir retrocesos en el progreso alcanzado, aseguraba a este peri¨®dico un alto funcionario de la Administraci¨®n que prefiri¨® no identificarse.

De estas supuestas 20 condenas a muerte de las que se habla insistentemente en T¨²nez, 16 lo ser¨ªan en contumacia, y cuatro, a detenidos. Los art¨ªculos 72 y 74 del C¨®digo Penal tunecino estiman que es delito de pena de muerte atentar contra el sistema de Gobierno y pertenecer a bandas armadas. Los acusados -40 detenidos y 50 en estado de fuga- lo son en su mayor¨ªa por estos dos art¨ªculos. Tambi¨¦n se les acusa de atentar contra la dignidad del jefe del Estado y miembros del Gobierno; distribuir manuales para el ataque a personas; alterar el orden p¨²blico; poseer dep¨®sito ilegal de armas; pertenecer a una asociaci¨®n ilegal, propagar falsas noticias y mantener convivencia con un Estado extranjero (Ir¨¢n).

Medios de oposici¨®n mantienen que la campa?a de Prensa institucional contra los procesados es negativa a cualquier esperanza de conmutaci¨®n mediante gracia presidencial de las esperadas penas de muerte. Igualmente se indica que la c¨®lera del anciano presidente contra los integristas es tambi¨¦n un factor que nada favorece a los esfuerzos de la defensa. Sin embargo, conf¨ªan en la intercesi¨®n en estos d¨ªas de algunos Estados occidentales y en la posibilidad de una campa?a en el interior del pa¨ªs similar a la que, tras los sucesos del pan de finales de 1983 y principios de 1984, logr¨® evitar la ejecuci¨®n de ocho condenados a muerte.