Un abogado previene a Isabelita que podr¨ªa recibir las manos robadas del cad¨¢ver de Per¨®n
Juan Labak¨¦, ex diputado peronista y abogado de Isabelita Mart¨ªnez de Per¨®n, ha prevenido a la ex presidenta (residente en Espa?a) sobre la posibilidad de que pudiera recibir por correo los efectos robados de la tumba de su marido (gorra, sable de ceremonia, un rosario) e incluso las propias manos del cad¨¢ver, cercenadas por desconocidos a finales del pasado mes de junio en la cripta familiar porte?a de La Chacarita.
El apoderado de Isabelita alimentar¨ªa as¨ª indirectamente las presunciones de que las manos de Per¨®n podr¨ªan encontrarse fuera de Argentina, acaso en Espa?a o en la Rep¨²blica Oriental del Uruguay. Un peri¨®dico montevideano de reciente aparici¨®n, Con Todo, afirma, citando fuentes no identificadas de la polic¨ªa argentina, que ¨¦sta se encontrar¨ªa siguiendo pistas sobre el paradero de los restos en Uruguay.La realidad es que ni el ministro del Interior, Antonio Troccoli, ni el comisario jefe de la Polic¨ªa Federal, Juan Pirker, ni el juez que entiende de la profanaci¨®n, Jaime Far Suau, han facilitado la menor informaci¨®n sobre sus investigaciones. S¨ª es obvio el inter¨¦s de Troccoli por dar una soluci¨®n al macabro caso antes de las elecciones parciales del pr¨®ximo domingo.
Hasta ahora, el juez Far Suau ha ordenado la detenci¨®n de cinco personas, entre ellas un m¨¦dico cirujano, de las que s¨®lo se ha facilitado la identidad de una: Alberto Imbeci, ex agente de inteligencia militar durante la dictadura y presunto integrante de la banda de An¨ªbal Gordon (ahora en prisi¨®n preventiva), jefe operativo de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).
Imbeci habr¨ªa sido el informante del juez Suau y le habr¨ªa conducido a allanamientos y a las otras cuatro detenciones en las provincias de Buenos Aires, Tucum¨¢n y San Juan. Pero. curiosamente Imbeci se ha negado a declarar formalmente ante el juez.
Rocambolesco
Los mejores caracteres de Rocambole rodean toda la historia. La semana pasada, en una noche de este invierno polar, la guardia de infanter¨ªa se enzarz¨® en un tiroteo con desconocidos en los aleda?os de la cripta de Juan Per¨®n en La Chacarita, sin que se produjeran heridos o detenciones.
La Chacarita, en el oeste de la capital federal, es un sacramental de 100 hect¨¢reas, 10 puertas y m¨¢s de 10.000 panteones. La guardia de infanter¨ªa -tropa de choque de la Polic¨ªa Federal- guarda la b¨®veda de Per¨®n, as¨ªcomo la de Evita en el otro cementerio porte?o de La Recoleta y la tumba en la ciudad de La Plata, capital de la provincia bonaerense, de Ricardo BaIb¨ªn, ¨²ltimo dirigente hist¨®rico del radicalismo.
A comienzos de agosto, la polic¨ªa descubri¨® en el acceso al cementerio de La Recoleta una caja de cart¨®n con un letrero: Aqu¨ª est¨¢n las manos de Per¨®n. Ante el temor de que se tratara -de una trampa con "caza-bobos", los artificieros reventaron el paquete para encontrar en ¨¦l dos pezu?as de cerdo.
El misterioso grupo de los 13 que firm¨® el reclamo de ocho millones de d¨®lares por las manos y los efectos del tres veces presidente argentino no ha vuelto a comunicarse con la direcci¨®n del Partido Justicialista ni ha dado la m¨¢s peque?a indicaci¨®n de c¨®mo deber¨ªa entregarse el rescate, que, en cualquier caso, no ser¨¢ pagado jam¨¢s.
Al margen de la ausencia de informaci¨®n oficial o confidencial solvente y hasta de las propias y extra?as denuncias del ex agente Alberto Imbeci, nadie duda que la profanaci¨®n es obra de alg¨²n grupo de tareas parapolicial o paramilitar de los que sirvieron a la dictadura, y que con este desprop¨®sito pretenden engordar la desestabilizaci¨®n emocional de una sociedad ya tan baqueteada como la argentina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.